El asesinat… “arrollamiento” de Alí Domínguez

Con dolor e indignación fuimos sorprendidos por la noticia del ASESINATO de Alí Domínguez, quien fuera estudiante de Comunicación Social, de la Universidad Bolivariana de Venezuela, en Los Chaguaramos, Caracas. Resalto la palabra "asesinato", porque circula la absurda versión de que el joven periodista fue "arrollado" y su cuerpo fue localizado, sin vida, en la autopista Francisco Fajardo, de la ciudad capital. Supongo que este "arrollamiento" es similar a los "suicidios" de algunos opositores a la dictadura de Nicolás Maduro.

Este crimen tiene todas las características de un asesinato perpetrado por cuerpos de seguridad. De hecho, el cadáver del muchacho fue dejado en el Hospital Domingo Luciani, de Petare, por funcionarios de la Policía Nacional ¿Bolivariana? (PNB), quienes dieron la versión oficial del suceso. Sin embargo, las personas que resultan atropelladas por vehículos que circulan a alta velocidad, presentan lesiones múltiples en diferentes partes del cuerpo mientras que, Alí Domínguez, únicamente, tenía politraumatismos focalizados en su cabeza y rostro (incluyendo fractura de cráneo, daño cerebral y desprendimiento de dientes). Es decir, todo parece indicar que fueron golpes precisos, posiblemente como parte de una tortura, los que ocasionaron el deceso del comunicador.

Alí Domínguez formaba parte de ese chavismo que se ha decepcionado con el rumbo que tomó el proceso bolivariano, con Nicolás Maduro al frente. En varias oportunidades fue acosado por organismos de seguridad de la tiranía madurista, sobre todo del Servicio ¿Bolivariano? de Inteligencia (Sebin), que lo detuvo para amedrentarlo por las denuncias sobre corrupción en la UBV que Domínguez había formulado.

Se enfrentó a la rectora de turno, Maryann Hanson, cuya nefasta gestión llevó a la joven casa de estudios a un período oscurantista que se ha profundizado con la actual administración de César Trompiz.

El acoso contra Alí Dominguez en su Alma Mater era evidente. Algunos profesores, fanatizados por su entreguismo al fascismo madurista, llegaron al nivel de insultarlo por "defender los intereses de la derecha". De acuerdo con lo narrado por el propio Alí, dentro de este grupo de "docentes" había dos que eran particularmente agresivos, Leonardo Seijas y Lucila Contreras (esta última es hermana de William Contreras, Superintendente Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos, Sundde).

La situación del joven era sumamente difícil. Guardando las distancias, recuerda la época de la Rosa Blanca, durante la Alemania Nazi, cuando algunos universitarios se atrevieron a denunciar las atrocidades de Hitler y obtuvieron, como castigo, la muerte. Los nazis dirigían un criminal régimen de extrema derecha, mientras que los maduristas comandan una cleptocracia tiránica de ultra izquierda. Dos caras diferentes de la misma moneda, que comparten el desprecio hacia el ser humano. Los extremos se tocan, irremediablemente.

Solamente, queda alzar la voz y clamar para que se haga justicia y los ASESINOS de Alí Domínguez, paguen por su crimen. Ojalá, la Fiscalía hiciera su trabajo y, el otrora defensor de los derechos humanos y hoy servil cancerbero del madurismo, Tarek William Saab cumpliera con su trabajo.

También, sería deseable que, a este mártir de la patria, se le entregara su título de licenciado en Comunicación Social post mortem. Pues, también este documento le había sido negado en vida, pues las "autoridades" de la UBV, lo habían catalogado como"contrarrevolucionario" y, por consiguiente, "enemigo del Estado".

Alí Domínguez, dirigente estudiantil y chavista disidente, es una nueva víctima del terrorismo de Estado, perpetrado desde las altas esferas del poder político, contra una sociedad azotada por un desgobierno que, cada día, demuestra su talante genocida.

*Luchador social

 

antonioprado1980@gmail.com



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