La inseguridad vista por los ojos de los acostados

La inseguridad es un fenómeno que no se puede ver solo por el lado policial solo como un enfrentamiento, una guerra tú a tú con los delincuentes. Tenemos que buscar las bases de la delincuencia y agregar soluciones reales a la causa y no a la consecuencia.

Quizás una de las bases fundamentales es la exclusión de la educación de amplios sectores del país. La cuarta república retiró la oportunidad de estudiar a mucha gente. A los quienes pudieron ingresar le borraron la geografía e historia patria, además moral y cívica. La formación ciudadana falló quizás en obediencia a un plan o quizás por ignorancia, me atrevo a pensar que fue la primera.

Las familias se fueron desintegrando por diversos factores, entre los cuales se encuentra la lucha por la supervivencia, abriéndose las puertas de submundos con procedimientos apartados de la cultura cotidiana, impregnados de licor, sexo y juego clandestinos. Apoyaba la desintegración de la familia el mensaje de los medios de comunicación sobre el despunte de la individualidad sobre la familia y el colectivo. Las películas y comedias de la cultura gringa nos aportó ingredientes de desprecio a la colectividad. Las producciones gringas nos enseñan que los jóvenes a los 16 se separan de la familia para vivir una vida individual y con el "rayón" si se aparecen sus padres, se van de farra o a la "high school" íngrimos, buscando experiencias sexuales divertidas y/o a juro. Nos mostraban cómo se hace la guerra, como ser un patotero insolente, un pistolero desalmado, cómo atracar un banco.

Una de las miserias que arrastramos de la cuarta es la desintegración familiar, la gente no quiere a su familia y qué le importa los de la calle, se atreve a dañarlo. Los policías y políticos de la cuarta en veían en los barrios nidos de delincuentes y tiraban redadas despiadadas, ser pobre era ser malandro, no vestir como en los sectores privilegiados era ser choro.

Lástima da cuando un extraviado joven es muerto en un enfrentamiento con la policía y sale la pobre madre llorando, gritando que su muchacho era bueno, ¿dónde se perdió la historia en la familia que no se dió cuenta de la perdición del muchacho? Indudablemente con la desintegración familiar se pierde la posibilida del control a nuestas tiernas generaciones. Lo que diría un locutor en la radio en la noche como a las diez "¿sabes dónde está tu hijo? ¿Cómo podemos ayudar a las madres y padres para un normal desenvolvimiento familiar y evitar tales situaciones de desviación social? La respuesta es el socialismo bolivariano, opción que busca la partici`pación, la igualdad, la justica social, la salud.

Espero en las comisiones dispuestas para enfrentar la inseguridad no vean, como los acostados de la protesta, a las consecuencias como los reflejos de la realidad. Como las personas quienes lo representaron tendido en el piso, solo ven a los muertos, cuerposn inermes sin historia. Los acostados solo ven las consecuencias a las cuales piden que las enfrenten policialmente, en combate duro a la misma altura de la delincuencia, como aquél tristemente célebre alcalde mayor que se anunciaba con "plomo" contra el dilincuente. Por eso este tipo de tendencia a la guerra a la delincuencia solo logra que aumente.

Solo iendo a la base, a la descomposición estructural y sistémica de la familia, promoviendo lo normal de una familia, encontraremos un camino para tener seguridad. Abogamos por la consideración de la recomposición de la familia. Abogamos para que nuestras marchas revolucionarias pidan darle instrumentos a la base de nuestra sociedad bolivariana y socialista, es decir a la familia, para su normal desenvolvimiento. Estos instrumentos servirán para el empoderamiento de la seguridad, la cual es una de las bases de la salud.


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Elio Rios Serrano


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