Si Walid Makled formó parte de alguna negociación -de esas que llaman política de estado- relacionada con la entrega del periodista Joaquín Pérez Becerra al gobierno colombiano, con toda seguridad ahí estuvo metida la mano de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, para hacer que el señor Santos apareciera anunciando su extradición soberanamente (…yo te aviso chirulí) a Venezuela y no al tiburón norteamericano.
¿Podrá alguien creer, en el Planeta Tierra, que si EEUU pide algo a Colombia, por ejemplo la extradición de Makled a su país , el gobierno de Santos se lo iba a negar porque Venezuela o cualquier otro país lo solicitó primero?, pues no, nadie es tan ingenuo para creer en la soberanía de un país y su Presidente que llevan años arrodillados al Tio Sam. Las autoridades norteamericanas no necesitaron ni necesitan llevarse a Makled para investigarlo en territorio yanqui, porque ya la DEA y las demás autoridades encargados de investigarlo por el caso de drogas, se trasladaron a Bogotá y se instalaron, en dependencia especial, y al magnate narco lo hicieron desembuchar todo, le firmaron videos y grabaron declaraciones muy comprometedoras contra el gobierno venezolano con piquete especial hacia el Presidente Chávez y hasta hicieron un asomo del botín de calumnias o verdades adaptadas a su cartilla antivenezolana, dando a conocer parte de ellas a través de su oficioso medio televisivo llamado CNN.
Quiere decir que Makled para el gobierno de EEUU ya es un verdadero bagazo porque lo exprimieron de tal manera y quién sabe con cuantas ofertas lo condicionaron para que vinculara con sus actividades delictivas a cuanto funcionario les interesaba ligar, siempre que no se perdiera de vista el objetivo principal: Chávez. Así que si en verdad hay vínculos -que a corto plazo se podrían conocer si los hubo- entre la detención y envío inmediato del periodista Pérez Becerra a Colombia y la aún no concretada extradición de Makled a Venezuela, el mayor ganador de esta maniobra sería Santos y el sindicado, esperado con ansiedad por una oposición dispuesta a utilizarlo contra Chávez y un buen número de “pesados” de su gobierno. Amanecerá y veremos.
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