Convertir el país en un caos es el punto de partida de la ofensiva apátrida. Enseguida toca desatar la locura. Se trata de quienes llevan años aferrados a la idea del golpismo pasando por entregar el destino de la nación sin medir ningún dolor que pueda producir en años venideros. Así surgió esta nueva cruzada que no oculta la desesperación de cabecillas reconocidos yéndose al ataque contra símbolos, en un claro manifiesto intensificado por el odio y sus fracasos constantes. Este sector político minorista actúa contra el país de la misma manera cómo es visto el apoyo recibido del exterior. Por eso complace.
En efecto, el pasado 7 de agosto en rueda de prensa el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz y vicepresidente del Psuv Diosdado Cabello, develó lo que fue considerado un auténtico acto de terrorismo en los alrededores de Plaza Venezuela, al enfocarse inicialmente sus ejecutores en volar con TNT la recientemente inaugurada Plaza de la Victoria de la Gran Guerra Patria, un símbolo en homenaje del triunfo del pueblo ruso contra el nazifacismo, en tiempos de la II Guerra Mundial.
Según explicara el propio ministro, la detonación a distancia estaba pautada para el domingo 10, a las 11:32 am, realizándose desde una llamada telefónica. La acción se haría posible con celulares analógico, lo que representa, indiscutiblemente, la alta capacidad de esta maniobra y lo minucioso de llevar a cabo el plan que, en caso de estallido, podría haber ocasionado producto de una onda expansiva innumerables pérdidas humanas y cuantiosos daños materiales dada las características del lugar al existir allí una toma de gas, una bomba de gasolina, circulación constante de vehículos y la cercanía a la estación del Metro. Para quienes desde afuera envían y financian escenarios de sangre los que mueran acá no importa.
Entendemos, pues, al ser generado este otro episodio de violencia para ellos trae consigo la destrucción de un nuevo símbolo histórico que no se está dispuesto a tolerar desde el punto de vista ideológico.
Como es de suponer y dado lo acontecido en el pasado reciente, en referencia al llamado a la abstención de votantes en las elecciones regionales y municipales, el plan es que siga llevándose a cabo en el país el menú elaborado para estos fines de la ultraderecha reaccionaria y entreguista que sirva, verbigracia, mantener la figura de sus representantes y la crudeza de sus acciones contra el Gobierno Nacional, dejando entrever en este caso y posibles otros más adelante, los ingredientes necesarios con que puedan cocinar sus mismas malas intenciones, que no son otra cosa que platos llenos de infestados caldos de violencia extrema. Desde luego preparados por la camarilla de siempre y recetados desde el norte sin posibilidades nadie más intervenga.
En este sentido, el ataque a determinados símbolos ligados a un nuevo orden mundial crea serias discrepancias en los escenarios más emblemáticos del sistema político actual, en el caso particular, cuando se trata de un monumento que guarda en la memoria hechos históricos ocurridos lejos de nuestras fronteras, incluso continentales, pero que como ayer, hoy une de forma distinta, así el fascismo criollo pretenda negarlo por el simple modo de servir al neoliberalismo rapaz de occidente. Es bien sabido se ha erigido en Plaza de la Victoria de la Gran Guerra Patria, un lugar donde se enaltece la grandeza de la especie humana sobre la barbarie, la supremacía y el holocausto contando con elementos valorativos imposibles de obviar dentro del contexto geopolítico actual.
Vayamos ahora a ciertas interpretaciones para entender un poco más de sucesos muy interesantes difíciles de ignorar. Para la Inteligencia Artificial (IA) el significado de símbolo "es una representación perceptible que evoca o sugiere una idea, objeto, concepto o sentimiento, más allá de su significado literal, a menudo mediante una convención socialmente aceptada".
En el campo de la sociología el símbolo viene "representado como un elemento clave en la interacción social, creando significado compartido y construyendo la realidad social. Los símbolos pueden tener múltiples interpretaciones y su significado puede variar según el contexto cultural e histórico".
En Venezuela se han dado escenarios contra monumentos que representan cierta simbología, vale la pena recordar algunos, sin que se tenga registros de "volar todo el sitio", una modalidad que ha venido repitiéndose hasta con drones, siendo estas acciones deliberadas capaces de producir cualquier tipo de masacres. Veamos:
Tras el viaje de Antonio Guzmán Blanco a Francia, en 1877, queda encargado de la presidencia del país el general Francisco Linares Alcántara para un período de dos años. Un convenio sostenido por ambos con tal el primero disfrutara de los "manjares de la vida" con recursos de procedencia dudosa.
Linares Alcántara en vez de cumplir fielmente su parte empezó a sabanear el cargo y entonces se decidió por hacerle mala imagen a la gestión del "hombre fuerte" de Venezuela. De ahí que vinieran las acusaciones y los descréditos por quienes adulaban anteriormente a Guzmán Blanco, diciéndole "ladrón", "se fue a vivir a París con lo que se robó", "autócrata", "y que pariente del Libertador", "abusador por hacerse estatuas" y "viva Linares Alcántara".
Con la Convención Constituyente pudo Linares Alcántara decretar el derribo de sus estatuas además de eliminar los títulos otorgados como "El Ilustre Americano" y "Autócrata Civilizador". A Guzmán Blanco le van a tumbar más adelante dos estatuas.
Posterior a ello, el presidente Linares Alcántara fallece en situaciones extrañas el 30 de noviembre de 1878 en La Guaira. Guzmán Blanco ve oportuno el hecho y prepara su regreso. Tras el cortejo fúnebre de Linares Alcántara cuando pasaban por El Calvario, partidarios guzmancistas tirotean a la multitud que conducía el féretro. En ese sector estaba justamente una de las estatuas de Guzmán Blanco. Pero transcurridos tres semanas las huestes de Linares Alcántara harán cumplir el decreto sobre los monumentos.
Pasado el momento Guzmán Blanco aprovecha el vacío de poder y vuelve a ejercer la presidencia en el período denominado "El Quinquenio". Quienes apoyaron la caída de las estatuas fueron los mismos que se encargaron de restaurar las conocidas como "El Manganzón" y el "Saludante" y, una más, levantarán en La Guaira, frente a la Casa Guipuzcoana, siendo ésta de tipo ecuestre.
Para 1888, llegado el fin de su mandato estas estatuas fueron derribadas y arrastradas, por el piso, por el mismo pueblo querendón de ocasiones y otras no. Lo que se sabe hacia estos símbolos de autoritarismo puro, despotismo, dilapidaciones es la sorna y burla de un pueblo. De ningún modo se vio masacrar a colectivos.
Para inicios de este siglo las posturas ideológicas en el país adquieren otras dimensiones. En los casos de las estatuas de Cristóbal Colón, Caracas, y de la Libertad, en Valencia, derribadas por representar los símbolos de culturas supremacistas e imperiales de la España de ayer y la gringa de hoy, respectivamente, cayeron de sus pedestales atribuido a los jalones de sus detractores sin que se pusieran en riesgo la vida de transeúntes o vecinos. Además, quienes lo hicieron fue por convicción propia y no porque recibían paga en moneda extranjera. A lo sumo, había conciencia que se estaba atentando contra el patrimonio artístico y urbanístico de ambas ciudades.
Ahora bien, en este ejemplo último que hemos recordado se dan dos historias que variaron de sus inicios. Colón no volvió al Paseo donde estuvo altivo a un lado de la autopista Francisco Fajardo (ahora Guaicaipuro) por muchos años y, en su lugar, hay esculturas de aborígenes. En el caso de la Libertad, ésta fue recuperada, se mantuvo guardada por varios años y tras salir electo un alcalde opositor, la también llamada "peregrina", volvió a ser apreciada sobre un pedestal más acorde a su tamaño, en una avenida llamada Guzmán Blanco del sector Prebo, de la capital carabobeña. Allí permanece, simplemente, sin mayor relevancia. Ni da la bienvenida, ni despide quien visita la ciudad. No hace ruido. Sólo acompaña.
En el pasado a esta réplica de la de Nueva Yok, en miniatura, se le quiso dar un símbolo mayor al que representa siendo colocada en lugares de acceso a Valencia. Algo más o menos parecido a la pieza original vista sobre el río Hudson.
Un dato adicional, muy curioso por cierto, resulta que en la actual plaza Sucre de Valencia estuvo una estatua del "Ilustre Americano". Igual destino a las de Caracas. Destruida por completo y sin impacto en los alrededores. Un mural cerca evoca dicha imagen.
Tómese en cuenta, pues, aquellos que se sientan desafectos por ciertos y determinados símbolos públicos son los que realmente atacarán con tal de eliminarlos buscando complacer, al final de cuentas, a sus representantes, los mismos con quienes verdaderamente se identifican.
Ahora Entérate…
Valerse_de_ocasión@crimen.com.- Asalariados de la gran prensa de Colombia y Venezuela, luego del lamentable fallecimiento del joven senador Miguel Uribe Turbay a manos de grupos criminales organizados del vecino país, se han dado a la tarea de generar matrices divulgando aspectos del estilo de hacer política con que se manejaba el también aspirante a la presidencia neogranadina, todo ello distorsionando las causas que llevaron la ejecución del atentado en su contra semanas atrás y que lo dejó en estado crítico, hecho ocurrido en una zona popular de Bogotá.
Para quienes con esta acción, señalan se ha ido en contra de la democracia en América Latina siendo el agraviado uno de sus paladines, es como salir en defensa de Iván Simonovis (prófugo de la justicia venezolana) después de ser conocido por sus persecuciones hacia quienes simpatizan con la causa Bolivariana en Venezuela. Para ser más exactos, se le recuerda por haber ordenado a piquetes de policías, bajo su mando en la antigua Policía Metropolitana de Caracas, tirotear multitud de hombres y mujeres concentrados en marchas civiles. Agarren dato. ***Hasta la próxima***
