El periodista Juancho Marcano observó el paisaje de los cerros aledaños de su vivienda y se quedó pensativo, luego con un caminar lento recorrió el jardín, miró las flores brillantes de la ixoras y después con la misma lentitud, caminó hacia una silla del garaje y ahí tomó asiento, con el mismo gesto meditativo con que observó antes el paisaje. En realidad se notaba y estaba triste.
El perro Pipo que había estado echado cerca de la sombra de los helechos, se paró lentamente y se dirigió hacia donde estaba el reportero y con gesto de su amor, levantó sus patas y las montó sobre las piernas de Juancho Marcano, quien lo acarició sin proferir ninguna palabra, y por eso el peludo, no dudó en preguntar: ¿Te pasa algo, Juancho?
El periodista siguió acariciando a su perro y después manifestó: "Creo que una brisa de tristeza sopla por los jardines de mi mente, Pipo, y tiene que ser así, pues en los últimos días han muertos varias personas en el pueblo y éste refleja silencio y dolor en sus entrañas y no es para menos, pues se murió una extraordinaria y excelente persona como lo fue el suegro del amigo Emigdio Malaver, se murió la mama de un compadre, falleció un amigo de mi infancia, que tenía la misma edad que yo, e incluso fuimos vecinos y nos criamos juntos cuando niños, se murió la mamá de nuestro amigo Evaristo, quien le había dedicado en los últimos años un cuido excepcional, y ahora también se murió Nelson Gil una gloria deportiva de la Tacarigua de Margarita.
El perro escuchó todo aquel rosario de gente que se despidió a otro plano que Juancho expuso, y exclamó: "Te entiendo, eso es triste y doloroso".
El reportero que seguía con el puñal de tristeza clavado en su mente, indicó: "Si, Pipo, y lo graves es que uno en esta edad estamos para despedir a personas amigas y conocidas, hasta mañana que lo despidan a uno después, y se acaba esto que llamamos vida".
Pipo, viendo aquello, no quiso seguir insistiendo sobre el asunto y entendiendo el estado de ánimo de Juancho, dijo: "Y hablando de otra cosa, mi periodista favorito, hoy escuché que: "Ser humilde es tener los pies bien puestos sobre la tierra", y lo dijo Agatha Cristie. ¿Qué te parece?
Juancho se levantó de la silla, dijo que estaba bien, y se dirigió al interior de la vivienda.