La ParaPara llanera hace cola para ser investigada. De juguete a la pesca al desarrollo sostenible

Ampliar las investigaciones sobre nuestra inmensa biodiversidad. En el caso de la ParaPara no solo investigaciones botánicas o químicas, sino también su uso como adorno, como juguete, lo cual se hacía comúnmente en el llano de ayer. En algún momento nos quitaremos el Karma que ciencia es solo ciencias exactas y naturales, lo cual creo sinceramente que será difícil pues parece que el gobierno lo asumió como consigna. Valorar e investigar los conocimientos de la las comunidades locales, rurales e indígenas, antes que se pierdan, es una tarea inmediata.

La "ParaPara" o Lonchocarpus utilis es una planta leguminosa conocida por sus propiedades tóxicas y su uso tradicional en la pesca en algunos lugares de Venezuela y América Latina. Siendo nativa de las selvas y ambientes tropicales se le encuentra además de Venezuela en Ecuador, Colombia, Perú, Paraguay, Brasil, Argentina, Bolivia y Guyana. Su explotación comercial ya ocurre en países como Perú, Brasil, Ecuador y Colombia, siendo conocidos por cultivar plantas como Lonchocarpus utilis y Derris elliptica, de las cuales se extrae la rotenona. Aquí tenemos hasta un pueblo en Guárico que se llama ParaPara.

Su principal aplicación tradicional radica en la pesca, ya que sus raíces contienen rotenona, un compuesto que paraliza a los peces, facilitando así su captura. Se ha utilizado en la medicina tradicional para tratar ciertas afecciones, aunque muy limitadamente, pero seguro que tiene un inmenso potencial. Actualmente hay investigaciones iniciales en esta área.

El uso de la ParaPara en la pesca está prohibido o restringido en muchos lugares con el fin de proteger los ecosistemas acuáticos. La extracción y comercialización de rotenona también están sujetas a regulaciones estrictas en numerosos países.

A pesar de estas limitaciones, la rotenona extraída de la para para tiene aplicaciones potenciales en la agricultura como insecticida orgánico. Sin embargo, los insecticidas industriales más tóxicos y dañinos que la parapara han limitado su uso aunque la mala propaganda fue hacia nuestra parapara, mientras los insecticidas de los países industrializados que son una de las causas del cambio climático reciben amplia propaganda y difusión, limitan el uso de la rotenona que es amigable con la naturaleza.

Esos productos químicos industrializados e imperialistas, no son biodegradable, mientras que la rotenona extraída de la ParaPara es biodegradable, sencillamente se degrada en el medio ambiente por la acción de la luz solar y los microorganismos. La velocidad de esta degradación varía según las condiciones ambientales, como la temperatura, la humedad y la presencia de microorganismos. Hasta esos microorganismos deberían ser investigados en su potencial uso. Si fuéramos unos agitadores políticos podríamos impulsar la consigna: ¡ParaPara si, Insecticidas químicos no!

En el caso de la ParaPara, se podrían investigar a fondo los compuestos presentes en la planta, más allá de la rotenona, para identificar posibles propiedades medicinales. También podría explorarse su potencial en el desarrollo de nuevos fármacos para tratar enfermedades como el cáncer, enfermedades inflamatorias o infecciones, realizando estudios clínicos para evaluar la seguridad y eficacia de los compuestos identificados.

En el ámbito de la agricultura, pensar en biopesticidas a partir de la ParaPara que sean más selectivos y menos dañinos para el medio ambiente que los pesticidas químicos. Asimismo, se podría investigar su potencial como fertilizante natural o mejorador de suelos, así como su uso en la protección de cultivos contra plagas y enfermedades.

En la industria, la rotenona y otros compuestos de la para para podrían tener aplicaciones en la producción de cosméticos, productos de limpieza, bioplásticos o materiales biodegradables. Además, sería importante estudiar el papel ecológico de la para para en los ecosistemas donde crece y su interacción con otras especies.

Ampliar las investigaciones sobre la para para podría permitir a Venezuela aprovechar su biodiversidad para desarrollar nuevos productos y tecnologías que beneficien a la sociedad y al medio ambiente. Promover el uso sostenible de la para para es esencial para evitar la sobreexplotación de la planta y proteger los ecosistemas donde crece.

El ejemplo que reseñamos de la "ParaPara" o Lonchocarpus utilis, es una muestra como el conocimiento, amor e investigación extensa e intensa de nuestra bio diversidad es necesaria para abrir ese baúl lleno de tesoros que la naturaleza depositó aquí, para nuestro bienestar y el de todos.



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Oscar Rodríguez E


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