Monumento al Desarme: reciclando la violencia por una cultura de paz en Venezuela

Todos los latinoamericanos sabemos que en los Estados Unidos de Norteamérica, las armas de fuego se compran y se venden para legalizar los peores genocidios del Mundo, las armas de fuego se fabrican para que los adolescentes ejecuten sangrientos tiroteos dentro de sus centros educativos, y las armas de fuego se comparten para que los criminales blancos y negros, asesinen a los hispanos por el dinero y por la droga.

La exagerada violencia estadounidense es endiosada a nivel mundial, y el libertinaje de las leyes del Tío Sam para adquirir libremente armas de fuego, ha permitido que se origine una carrera armamentista dentro del insensato colectivo social, por lo que la gente estadounidense es capaz de matar para vengar los cuernos de adulterio, y también es capaz de matar para defender el sabor americano del pollo frito de Kentucky.

Pero a diferencia del tercermundismo existencial que demuestra los Estados Unidos de Norteamérica, en nuestra querida República Bolivariana de Venezuela evolucionamos como verdaderos hijos de Jehová, por lo que NO endiosamos la pólvora de las armas de fuego, NO endiosamos las balas capitalistas que fomentan la discriminación racial, y NO comemos la basura degollada que venden en los mataderos de Kentucky.

Por el contrario, en Venezuela se viene enfatizando la Cultura del desarme dentro de la población bolivariana, para que los venezolanos comprendan que la violencia es una enfermedad que produce más brotes de violencia, y para transformar el calibre de los delitos perpetrados con la suciedad de los revólveres, en una nueva Cultura de Paz para toda la ciudadanía de la patria venezolana, que necesita adoptar el valor de la conciencia como el más saludable estilo de vida en el siglo XXI.

Vemos que la construcción de los "Monumentos al Desarme" en Venezuela, representa una expresión artística que fomenta el pacifismo y la tolerancia dentro del territorio venezolano, mediante la reutilización de las armas de fuego cortas y largas, que aunque en el pasado sirvieron para robar y asesinar el bendito pan de los venezolanos, ahora son fundidas y recicladas para que el presente resplandezca con una luz de esperanza, que edifique un futuro de solidaridad y prosperidad para toda la colectividad criolla.

Gracias al Plan Nacional para el Desarme establecido en Venezuela, se han incautado y recuperado miles de armas de fuego, que devienen tanto de los operativos policiales de seguridad, así como por la entrega voluntaria de las inutilizadas armas de fuego.

Los residuos metálicos de las armas de fuego, representan la materia prima necesaria para construir los Monumentos al Desarme, que se convierten en una innovadora y bella muestra de arte popular en los espacios públicos venezolanos,utilizando la figura de la paloma y la figura del corazón para simbolizar la paz y el amor.

Hasta el mes de febrero del año 2019, se han develado los Monumentos al Desarme en Caracas, Vargas, Zulia, Portuguesa y Anzoátegui, siendo los estados venezolanos donde se han destruido y reutilizado más de 3500 armas de fuego para lograr construirlos.

La meta revolucionaria en un futuro cercano, es lograr que todas las ciudades de Venezuela exhiban un Monumento al Desarme, dejando a un lado las clásicas enemistades gubernamentales que nos separan, y priorizando las manifestaciones culturales que unifican el amor al prójimo.

Pero nos preguntamos: ¿Vale la pena fomentar la cultura de paz en una Venezuela llena de la cultura de guerra?

Para nadie es un secreto que los actuales brotes de violencia en Venezuela, han sido generados por culpa de la irracionalidad política de la oposición venezolana, que utiliza el poderío de sus famosos medios de comunicación privados nacionales y extranjeros, para desinformar a la población venezolana y generar nerviosismo en los individuos, valiéndose de una crisis económica que es rentabilizada durante las 24 horas del día, para perjudicar la salud mental de la gente y maximizar la violencia dentro del país.

Las marchas pacíficas que acabaron teñidas de sangre, la tala indiscriminada de árboles para obstaculizar las calles, el vandalismo que se observa en las colas de los supermercados, la obsesión compulsiva por viajar y abandonar Venezuela, la decapitación y quema de estatuas en plazas, son brotes de violencia que nacieron por la guerra comunicacional impuesta por los medios privados venezolanos, los cuales utilizan las redes sociales para producir subversión, ansiedad y desesperación colectiva.

Resulta difícil creer que un monumento al desarme pueda revertir la inconciencia ciudadana en Venezuela, pero resulta más fácil seguir usando el plomo de las pistolas y de las escopetas, para agudizar una problemática social que no se puede resolver en el frío de una morgue, que no se puede resolver en las páginas del obituario, y que no se puede resolver en el ataúd de un cementerio.

Ver a un niño jugar y sonreír gracias a un monumento al desarme, es una lágrima de la cárcel que se convierte en divina justicia, porque no queremos observar más cadáveres llenos de furiosa impunidad.

Pero si seguimos endiosando los cartuchos y proyectiles de una guerra sin cuartel en Venezuela, pues seguiremos cavando los profundos hoyos de nuestras tumbas.

Recordemos que mientras Estados Unidos es una sucia fábrica capitalista de asesinos en serie, en Venezuela fabricamos una serie de casas socialistas con la Gran Misión Vivienda, y así como las armas de fuego son destruidas y recicladas para construir los Monumentos al Desarme, también son fundidas en las siderúrgicas venezolanas para transformarlas en las cabillas, que fortificarán el corazón ferroso de los nuevos hogares construidos en Venezuela.

Sabemos que aproximadamente 500.000 armas de fuego, se han destruido en Venezuela hasta finales del año 2018, por lo que hay suficientes manos de amor en el horizonte revolucionario, para construir más viviendas socialistas, más monumentos de paz, y más alas que volarán en santa libertad.

Desde nuestro cibermedio Ekologia.com.ve reconocemos el esfuerzo venezolano, para desarrollar obras artísticas y para levantar techos ecológicos, que convierten la violencia de las perversas armas de fuego, en rutas de progreso, pacifismo y sanidad.

Sin embargo, los medios de comunicación públicos venezolanos, también deben difundir masivamente las informaciones sobre los Monumentos al Desarme, porque si soslayan las noticias culturales dentro de sus politizadas agendas informativas, pues la revolución socialista venezolana seguirá siendo satanizada por la prensa internacional.

Fue casi imposible saber que en el estado Portuguesa, se había inaugurado oficialmente un nuevo Monumento al Desarme, lo cual demuestra la debilidad comunicacional de los medios públicos venezolanos, pues utilizando los motores de búsqueda en la Web no encontramos ningún texto periodístico digital (reportaje, artículo, reseña), que se hubiera redactado exclusivamente para informar sobre el Monumento al Desarme en Portuguesa, salvo por unos miserables tuits que casi nadie retuiteó en Twitter.

Vemos que los medios públicos venezolanos no aprovechan el ciberespacio, para expandir con rapidez los logros socialistas en la Web.

Por tal motivo, hoy presentamos un nuevo blog dedicado exclusivamente a los Monumentos al Desarme en Venezuela, para que los internautas puedan informarse y encontrar fotografías de todos los monumentos inaugurados. Si usted quiere visitar el blog venezolano, aquí le presentamos el hipervínculo:

https://monumentosdesarmevenezuela.blogspot.com/

Ojalá que el arte popular de los Monumentos al Desarme, sea bien recibido por toda la sociedad venezolana, para nunca más presionar el gatillo de la violencia, y para siempre romper las cadenas del odio en Venezuela.



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Carlos Ruperto Fermín

Licenciado en Comunicación Social, mención Periodismo Impreso, LUZ. Ekologia.com.ve es su cibermedio ecológico en la Web.

 carlosfermin123@hotmail.com      @ecocidios

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