(El museo ámbito de interrogantes y reflexión)

Javier Téllez en el Guggenheim (Bilbao)

Desde hace muchos años la museística universal, viene intentando hacer de los museos enormes cajas de resonancia conectadas con la vida de los pueblos. El Museo va más allá de lo sagrado o de lo profano, de contenedor de simples exposiciones de divertimento, de complacencias, de elevación de egos; o cultivo de pasados asépticos.

Estas instituciones por muy locales que sean están llamadas a la trascendencia humano-sensible y, gracias a la responsabilidad ético-profesional de los curadores y de la avanzada visión institucional, esas finalidades son posibles, al visibilizar a través del arte y los artistas esas voces, imágenes y eventos significativos de los pueblos que buscan y necesitan abrirse a todos los espacios expresivos.

Javier Téllez, es un artista venezolano de las artes visuales nacido en Valencia. En las décadas del 80 y el 90, participó en nuestro país en numerosas exposiciones individuales y colectivas, luego a comienzos de la década del 90 viajó al exterior abriéndose a nuevas experiencias. En algún momento (1996) logramos ver un planteamiento expositivo suyo en el Museo de Bellas Artes de la ciudad de Caracas, era una muestra dura, que trataba de recrear la atmósfera, inhumana, trágica de un hospital psiquiátrico.

Ahora, en este caluroso agosto europeo, en el Museo Bilbaíno Guggenheim, encontramos, una grandiosa muestra, de las cuales tomo solamente tres de ellas para referirme al papel del Museo y su conexión con la realidad, creatividad, consecuencia y respeto por las audiencias.

En primer lugar el trabajo del venezolano Téllez "Teatro de Sombras", realizado en el 2014,para ser expuesta en Zúrich y, cuya temática: el Éxodo, lo integran dos elementos esenciales: "Bourbaki Panorama" obra de un artista suizo que recoge la experiencia histórica de la derrota del ejército francés en la guerra franco-prusiana (1870-71) y la gran jornada alpina de estos miles de soldados para refugiarse en Suiza, quién les cobijó en un gran gesto de humanidad; y, la emigración del 2014, hoy crecida en el mundo sin las solidaridades que recibió Bourbaki, en su momento. Esta obra fílmica en 35mm, es simbolizada por la "Mano" del artista Helvético Giacometti, que indica, que orienta, que señala, que guía; cuya temática artística en la opinión de Téllez "es el hombre en permanente desplazamiento".

Este creador valenciano, nos introduce en un tema que nos atañe, que nos tiene sensibilizado, que nos hiere, ante el cual ninguna simpleza opinática ni banalidad patriotera discursiva, debe servir para evadir nuestra responsabilidad, como ciudadanos pertenecientes a una sociedad pensante con amplios antecedentes intelectuales e históricos, y además con la ventaja de que somos un país que nada tiene que reclamarle a la naturaleza, que todo lo ha puesto allí.

Sin embargo estamos hace rato en una realidad confusa, de alta incertidumbre, de escape de huida, de abandono, de dolores, de insania social y política, de silencios, de dejar hacer y dejar pasar. La emigración situación tan impactante en la realidad planetaria de este siglo XXI, también nos ha tocado a los venezolanos. Tenemos con que proteger a nuestra población y darle mejor vida ¡Ojalá! que no sigamos sembrando desaciertos.

El Guggenheim, es una obra arquitectónica, "Zumbada", de alto vuelo, que seguramente requirió de mucha visión, y trabajo en equipo para coordinar a arquitectos, ingenieros, museólogos, acopiar financiamiento y asegurar la voluntad política. Se cuenta que ese Museo se ha tornado en un dinamizador de la economía local, en un momento de depresión en la región.

En este escenario también nos topamos con la obra artística de la portuguesa (Lisboa), Joana Vasconcelos, una instalación conceptual de alta complejidad técnica, construida con un sinfín de objetos (electrodomésticos, textiles, urinarios, utensilios de cocina. Cubiertos, coches, plásticos, medicamentos, etc., etc.) Con claras referencias socio-políticas referidas a las sociedades consumistas "poscoloniales y globalizadas".

Esta gigantesca y alucinante obra introduce al visitante en un mundo que nos satura, con el cual convivimos, ella, domina el Museo, está en todos lados, es como un inmenso pulpo construido con objetos de consumo de la vida cotidiana que persigue al visitante en en todos los pisos ¿O es uno el perseguidor? Es una notable exhibición en un momento en que Europa es un gran mercado ¿no hay escapatoria? Sentimos que la artista con esa instalación coloca en esos espacios museísticos un alto volumen de interrogantes que logra a su vez que nos interroguemos.

Tratándose de globalizaciones, consumo e identidades, no podían estar ausentes lo chinos, quienes pisan fuerte en el mercado mundial. Y su exposición "Arte y China después de 1989"recoge los conceptos artísticos contemporáneos de decenas de chinos y comprende el periodo que va desde el fin de la Guerra fría y las Olimpiadas de Pekín del 2008, precisamente en el contexto del surgimiento de China como potencia económica mundial.

Estos tres expresiones artísticos no son casuales, es la realidad misma, Téllez, nos muestra un mundo avanzado, globalizado, pero cada vez menos solidario, Vasconcelos presenta hasta volumétricamente la sociedad de consumo que aplasta, que devoramos y que nos devora, que separa y margina, y en ese sentido los artistas chinos están en pleno destape, conceptual-contemporáneo , detrás de ellos hay una poderosa nación que al igual que otras economías en el pasado todo lo inundan. El pulpo de Joanna, seguramente está dominado por la producción objetual asiática.

LA REVOLUCION ES CULTURAL



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Rafael Castro

Especializado en Gestión Cultural. Colaborador y Fundador de Instituciones de la Cultura, en el Sector Público y Privado.

 racasce@gmail.com      @racas42

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