La Guaratara

Ángel perdido en la ciudad hostil

Así se titula la obra premiada por la Casa de las Américas en reconocimiento al, extraordinario, dramaturgo venezolano Rodolfo Santana, definitivamente un ícono, un maestro de la literatura latinoamericana. Su extensa obra, mantuvo intachable un criterio artístico consustanciado con la realidad histórica de nuestros pueblos, con una postura social y proletaria inquebrantable, plasmada en la poética teatral de más alta estética, sublime o procaz, según la trama y el conflicto, pero llena de belleza y fidelidad como ese hombre, ese Poeta por siempre: Rodolfo Santana.

Sirva esta columna para celebrar al Dramaturgo, como también a los directores teatrales y grupos artísticos que llevan a escena sus obras literarias, como es el caso de los estudiantes de la Mención Artes, en la Universidad "Ezequiel Zamora", Unellez Barinas, quienes han decidido llevar a cabo su ejercicio dramático en la cátedra Expresión Teatral, con el exigente guión de Santana: Ángel Perdido en la Ciudad Hostil.

Los elogios y la crítica constructiva al montaje llegarán en su momento. Por ahora, me detengo a felicitar la acertada decisión del elenco Unellista que optó por el guión de Santana, en el contexto actual de guerra económica y psicológica, empeñada en desmoralizar al pueblo bolivariano; en pleno ataque a la distribución de alimentos, medicinas, servicios, finanzas, transporte, incluso el derecho a la educación, mientras la clase trabajadora, estudiantil, campesina y productiva, resiste de forma heroica y creativa.

Rodolfo Santana, como Poeta; sensor sublime de la humanidad, describió, cual visionario, el momento actual que atraviesa Venezuela, en plena descomposición capitalista que arrastra consigo todos los elementos de la sociedad conectados al decadente sistema mercantilista, corrupto y egoísta que pugna por imponerse sobre el humanismo, el cristianismo y la solidaridad. En Ángel Perdido en la Ciudad Hostil, una serie de eventos impresionantes desafían a un grupo de investigadores, que no se explican la serie de hechos relacionados con la corrupción y el crimen; corruptos que se suicidan, juezas prevaricadoras que lanzan sus fortunas por la ventana, criminales que se arrepienten y purgan ente sí.

La obra nos sumerge en una ciudad caótica, envuelta en una conmoción que toca de cerca a los protagonistas, quienes no creen posible la presencia de un ángel celestial encarnado, causando arrepentimientos masivos y trágicos. El drama caraqueño transcurre envuelto en una reflexión colectiva sobre lo que somos y lo que enfrentamos como gente llena de historia y valores, pero aturdidos entre tanta explotación, corrupción y complicidad.

Un rasgo distintivo de ésta obra es que Rodolfo Santana nos plantea un desenlace, dialéctico, pero en una dimensión social muy compleja: la espiritualidad. Como ejemplar Comunista, Santana sabe la importancia marxista del "ethos" humano – muy distante de los miopes que citan la frase "el opio de la sociedad" -. Un Ángel y una joven se yerguen por sobre toda la "mierda" que contamina la ciudad hostil y nos dejan una ventana abierta al futuro, esperanza que también encarnan los osados artistas de la Unellez, a quienes ya bendice el acierto literario. ¡Que Vivan las Artes!



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Joaquín Román Rondón Santiago

Profesor universitario

 unellezjoaquin@gmail.com      @LaGuaratara

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