“Capitán Salvador”

Estaba viendo la triste foto del buque de Conferry (empresa del gobierno) que se está hundiendo en la ciudad turística de Puerto La Cruz, y muchas cosas me vinieron a la mente, cosas muy poéticas, como metáforas, parábolas, y universos paralelos.

Ver: https://www.aporrea.org/contraloria/n330907.html

Este artículo no tiene ningún fin en sí, es simplemente una compilación de palabras que reflejan mis pensamientos y sentimientos al ver --- muy tristemente --- ese buque del gobierno hundirse solito por falta de cuidado, por falta de mantenimiento, por falta de planificación, por falta de responsabilidad, por falta de amor.

Cuando uno ama, uno no deja nada al descuido.

Mi primer pensamiento fue …

Pusimos en el puesto de capitán de un barco de alta operacionalidad a un vanidoso chofer de autobús quien no tenía ni la menor idea que para mantener el barco en estado operacional había que repintarlo --- en su totalidad, lo visible y lo no visible --- de manera regular y constante, por rotación, pero no con pintura barata para aparentar, o sea, no solo para que de lejos el barco se vea bien bonito, no, había que lijarlo, bien lijado, lavarlo, repararlo, nivelarlo, pulirlo, y después echarle una pintura de fondo anticorrosiva de muy alta calidad, y después pintarlo con varias manos de pintura de muy alta calidad, no para lucir, no, pero para que el barco no se oxide y pueda siempre operar con eficiencia.

Para que no se hunda.

Él no lo sabía, o por ser tan vanidoso tal vez no quiso saberlo --- aunque sus primeros oficiales se lo repetían una y otra vez hasta que él los botó --- para que al buque no le entre el agua a la pieza de motores, para que no se oxide ni por fuera ni por dentro o entre las estructuras que sostienen el barco mismo, para que no se colapse bajo las tremendas presiones del mar, de las tormentas, o del peso de la carga, había que hacerle el mantenimiento todos los días, y dejar de lado las apariencias.

No se podía solo gastar el dinero en inauguraciones, fiestas, y comisiones compuestas de amigos, admiradores, diplomáticos, políticos, y empresarios para que vengan a visitar el bonito barco --- pero solo por fuera por supuesto ---, no, había que gastar dinero en el mantenimiento.

Pero, como pudieron ver en la foto (arriba), él no quiso entenderlo.

Cuando llegó el chofer de autobús por primera vez --- me acuerdo perfectamente --- la primera cosa que hizo fue de aprobar la Misión Barrio Tricolor, y bajo ese esquema para pintar las fachadas de las casas de los barrios pobres de Venezuela, para aparentar, para que se vean bien de lejos, él también decidió pintar el buque, para aparentar, con la misma pintura de baja calidad, para que toda la gente, incluso los extranjeros de visita a nuestro país, vean que todo se veía bien bonito.

¿Será que ese capitán chofer de autobús pensaba que nadie lo iba a notar?

Bueno, nadie dijo nada cuando vieron al capitán dando órdenes --- como si fuera el todopoderoso rey del universo --- para pintarlo con la pintura de la Misión Barrio Tricolor, aun sabiendo perfectamente bien que el capitán estaba muy equivocado.

¿De quien es la culpa que el barco ahora se está hundiendo?

¿Del capitán?

O de sus oficiales y marinos quienes recibían buen pago, y aun nominas para dos o tres puestos simultáneos, en mar y en tierra, y dólares preferenciales para gastarlos a su antojo, pero ciertamente no para comprar la pintura de calidad necesaria para asegurar el buen funcionamiento del barco a largo plazo.

¿Dónde se fue el amor?

¿O tal vez jamás hubo amor?

Todos, incluso el capitán, sabían que --- de todas maneras --- él estaría allí por solo 5 o 6 años, y que en ese tiempo el barco no se iba hundir, no todavía, entonces, si a él no le renovaban el contrato de capitán del buque para los próximos 5 o 6 años, bueno, el nuevo capitán recibía un buque bien bonito pero podrido por dentro, y eso les convenía al capitán (y a su tripulación) porque así le echarían la culpa al nuevo capitán por su eventual hundimiento, y él otra vez entraría como capitán, pero esta vez para salvar al buque.

"¡Capitán salvador!"

Así parece que lo habían planificado, pero la cosa no les funcionó.

Cuando llegó el tiempo para lucirse de salvador, las tormentas eran tan grandes que los marinos no podían pintar el barco sin caerse de los andamios, y cuando no habían tormentas, también se caían de los andamios porque siempre andaban borrachos o enratonados, o evidentemente drogas.

Además, otros marinos no se presentaban al trabajo porque les iba mucho mejor revendiendo sus dólares preferenciales o dirigiendo el contrabando con los piratas del mismo muelle donde se estaba hundiendo el buque del gobierno.

Pero …

Aun si el capitán ahora hubiera realmente querido salvar el buque, ya no podía porque se gastó todo el dinero en lucirse.

Es más, la mayoría de los oficiales y marinos que no recibían la atención preferencial del capitán se habían ido del país a trabajar para otros capitanes que realmente conocen y les importa la operacionalidad de sus buques, capitanes que realmente tienen el sentido del amor.

Al final, el capitán se quedó sin dinero y solito con una manito de oficiales ineptos.

Bueno, allí estamos hoy.

El buque se está hundiendo y no hay manera de recuperarlo, excepto de eventualmente, cuando llegue al fondo del mar, mandar a busos a recortarlo en pedazos y recuperar la chatarra para venderla al mayor postor.

Era un buque perfectamente bueno que pudiera haber producido pero que muy tristemente, por todas estas razones, y más, fue dejado a la deriva por ese famoso autobusero el "Capitán Salvador," debido a la negligencia, ignorancia, e irresponsabilidad.

P.S. Se podría hacer el mismo paralelo de manera independiente con respecto a por ejemplo PDVSA, Corpoelec, CANTV, la banca, las instituciones gubernamentales, todo … buques de diferentes tamaños todos hundiéndose en todos los muelles del país, es muy triste.
 



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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