No estamos ante ninguna inflación ni devaluación; se trata de Especulación

Oficialmente, el Banco Central de Venezuela (BCV) adopta el Control de Cambio [1]monetario cuando las reservas de monedas y otros valores internacionales caen indebidamente por debajo de las necesidades respaldatorias de nuestro circulante nacional, del Bs.F. , y de las mínimas obligaciones internacionales.

Sin embargo, los hechos o la dinámica económica propia de la empresa privada, cuyas actividades comerciales se ven sobrepasadas por intereses clasistas y políticos, imponen que ese Control cambiario corra, más bien, a cargo de esta última.

Este es el caso: La empresa privada compra dólares baratos cuya paridad ha sido establecida por el BCV para subsidiar indirectamente los bienes de la cesta básica del trabajador medio. La empresa privada adquiere esos dólares baratos y termina luego autovendiéndoselos a precios elevados, a esos precios que hoy vienen siendo fijados según una paridad arbitraria calculada exógena e ilegalmente con los “efectos inflacionarios” o "devaluacionistas" que ya conocemos.

De esa manera, la empresa privada  reduce circulante nacional, digamos en Bs.F 600 = $100 a razón de Bs.F = 6,30. Hasta allí la paridad permanece incólume. Pero, luego factura importaciones por, digamos, Bs.F 60.000, según esa paridad unilateral e ilegal fijada por la misma empresa privada. Más adelante, con esos Bs.F 60.000 retira $10.000 de los baratos. Entonces, con apenas Bs.F 600 termina retirando $10.100. Mediante semejante metabolismo, con ese control privado de nuestra paridad cambiaria, este empresario privado retira diez mil cien dólares, y este retiro traduce apenas una reducción de 600 bolívares fuertes de los bolsillos empresariales porque los otros 60.000 bolívares están saliendo del bolsillo de los trabajadores o consumidores en general. Se trata pues, de una "inflación" que no respondería a un menor respaldo monetario, ni a una devaluación en la paridad cambiaria*, sino a una vulgar especulación. Digamos que, de victimarios, están vendiéndose como víctimas de una aparente deficiente política económica gubernamental.

* Nuestro bolívares siguen valiendo lo mismo, según la paridad oficialmente establecida.



[1] Ya dejamos claro que este control cambiario debe ser permanente, pero la conseja  apologética de la burguesía, reconocidas por el propio BCV, nos ha inducido semejante Control cambiario para mantener garantizada la cobertura de los las necesidades de divisa de la empresa privada, y han dejado a un lado la perversa consecuencia de una economía con inflaciones inducidas con apariencia de devaluación de la moneda nacional, pero que se trata sólo de especulación cargable-por la burguesía-al Estado o al gobierno de turno.



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Manuel C. Martínez


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