¡Bernal, duro contra la corrupción policial!

Hace algunos meses el Presidente de la República confió al dirigente histórico de la Revolución Bolivariana, Freddy Bernal, quizás una de las tareas más difíciles que se le pueda encomendar a cuadro alguno, en estos momentos, como es la jefatura de la Comisión Presidencial del Sistema Policial y Órganos de Seguridad Ciudadana para la Revolución Policial. Órgano que nace, debido a las múltiples denuncias que ha venido haciendo la ciudadanía, ante las irregularidades que vienen cometiendo efectivos, en su desempeño policial. Las noticias que se han estado generando, demuestran que el Presidente no se equivocó con el nombramiento, basta con sólo ver la seriedad y la valentía, con que el comisionado viene cumpliendo semejante encomienda.



¿Pero quien es Bernal?. Bernal, es uno de los hombres, que desde los inicios de la revolución, acompañó al Comandante Eterno, en sus sueños por un mundo mejor. Es un cuadro que no tiene miedo, de alta moral y goza de mucho prestigio en la militancia Chavista, sobre todo la agrupada en los movimientos sociales de la Gran Caracas. Le decía Diosdado en una entrevista que le hacia hace poco, que el ala radical de la oposición sostenía; “que si lograban asesinarlos a los dos y a Otaiza, la revolución caería”.



El Presidente planteó hace meses, “Hace falta una reestructuración a fondo, para lograr con mayor eficiencia, una revolución policial”. Esto debido a la desconfiguración que han sufrido los cuerpos policiales. Son tantas las deformaciones que vienen siendo descubiertas, que resulta imposible solucionarlas con un simple cambio de Jefes. En estos meses de gestión de la comisión presidencial, en las policías intervenidas, se ha encontrado un alto número de funcionarios desarrollando prácticas como: matraqueo, extorsión, secuestro, robo de vehículos, mafias policiales asociadas con bandas, entre muchas otras. Planteaba Bernal que “hay cuerpos policiales tan corrompidos, que pudiera ser suspendido todos el cuerpo”.



No puede seguir ocurriendo que haya policías que sean más malandros que los malandros. Las policías son los órganos del Estado, encargados de brindarle protección y seguridad a la ciudadanía. Son los cuerpos asignados para procurarle una vida segura, un caminar tranquilo, sin mortificaciones a nuestra gente. Pero si terminan siendo delincuentes con uniformes, las sociedades se convierten en valles de sombra de muerte.

En hora buena se designó a este camarada, que no vino sólo a ver pasar el tiempo, como hacen algunos en sus cargos, mientras nuestro pueblo clama auxiliooooo. Sobre todo en esta área tan sensible, donde por poner el ejemplo de mi estado Sucre, Cumaneses han revelado que sus vehículos robados, fueron escondidos en instalaciones de cuerpos de seguridad. O que funcionarios articulan con bandas delictivas de la zona, para hacerle daño a los ciudadanos. Esta situación de indefensión en la que se siente nuestro pueblo, debe ser superada, hay que crear condiciones objetivas y morales, para que los muchos funcionarios honestos que hay en los cuerpos de seguridad, logren aislar a los bandidos, que aparten y procesen legalmente a los que vienen enlodando esta profesión. Es necesario que nuestro pueblo vuelva a confiar en los cuerpos de seguridad.

Es preciso resaltar en estas líneas, el allanamiento realizado hace apenas días, a la Sub delegación de El Valle del CICPC. Donde se detuvo en flagrancia a un Jefe de esa delegación, cuando cobraba el rescate de un comerciante secuestrado, que tenían en las mencionadas instalaciones. La víctima fue golpeada por policías dentro del CICPC, para presionarlo a pagar el rescate. Se encontró también allí, un camión propiedad del secuestrado. Por este caso fueron imputados la misma madrugada, trece (13) funcionarios y continúa la investigación.

Ya basta de tolerancia y temor frente a estas atrocidades. De lo contrario, va llegar el momento, que para salir de nuestros hogares, deberá ser por salvoconductos concedido por la delincuencia. Para algunos pareciera que vivir es sólo respirar. Pero no es así, vivir es disfrutar a plenitud de las potencialidades de la vida, sin angustias y sin miedo. Y si no se le pone un parao a esta situación, los que pasan sus días entre rejas, tendrán poco que envidiarnos. Debemos evitar que nuestro vivir se convierta en un diario sobrevivir, como ocurre en ciudades de Colombia y México. Para terminar este escrito, me gustaría felicitar al camarada Freddy Bernal por su Labor. ¡Los ojos del país están atentos y complacidos con sus esfuerzos!.


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Pedro Figueroa


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