Pildoritas 153 (año VI)

Hay la sensación de que estamos perdiendo la guerra económica

Mientras no se coloque en cada supermercado, abasto o tienda de lo que sea, un funcionario, no venal, que no sólo chequee que se vendan los productos a precio justo o regulado, según el caso y que revise facturas para ver el monto de los costos a que le llegaron, pero que verifique que no hayan facturado con sobreprecios en ellas, para burlar los controles, que también converse con los clientes, reciba denuncias in situ y las procese, no habrá fuerza humana que logre vencer la guerra económica a que la derecha nos tiene sometidos.

Claro que esto es con el último eslabón de la cadena donde los consumidores tiene que acudir quieran o no, pero también debe hacerse lo propio en toda la cadena, desde la producción y sus costos, incluyendo las materias primas hasta la salida de los centros de dicha producción al siguiente eslabón que es la distribución, para evitar que lo que ahora mismo sucede que son los desvíos a centros de acaparamiento o para alimentar el contrabando de extracción, no siga haciendo los estragos que está haciendo como si se tratase de un arma letal contra nuestra economía. Todos los controles igual para productos importados o no,

Hay suficientes funcionarios, por ejemplo quienes componen la milicia, miembros de consejos comunales autorizados, voluntarios con el INDEPABIS, etc. que bien podrían servir para que con una buena coordinación, se le plantee a quienes emprendieron esta terrible estrategia con la que esperan tumbar el gobierno, el combate de frente y sin cuartel, en virtud de que ya se han convencido que por la vía electoral no lo van a lograr.

Bien es sabido que cuando llega el INDEPABIS a un establecimiento, en muchos casos ya les han dado el pitazo y se preparan para salir ilesos, o simplemente si les consiguen un ilícito pagan la multa y cuando el organismo da la espalda siguen en lo mismo, sumados a la guerra económica e incrementan más los precios para recuperar en el menor tiempo posible lo pagado por la multa.

¿Es que no habrá la posibilidad de que quienes vayan a actuar del lado de la Revolución se presenten sorpresivamente, y sin el uniforme tan llamativo que portan para por lo menos intentar sorprender con las manos en la masa a los especuladores y acaparadores?.

Ante una guerra como la que enfrentamos no se puede actuar de la manera tradicional, hay que hacerlo con astucia e inteligencia e intentar dar los golpes certeros en donde están los centros desde los cuales se activan las maléficas estrategias, con acciones redobladas en las líneas fronterizas por donde es sabido se desangra la mayor parte de nuestra economía de consumo.

Ahora bien aquí en las ciudades fronterizas es vox populi y se comenta en todos los corrillos, reuniones etc., que es más lo que sale directamente por las vías de control, de manera organizada por mafias infiltradas o incrustadas dentro de los organismos oficiales, que en las madrugadas en cavas 350, cual si fuesen cowboys del oeste, y con un funcionario de las FANB como mosca despejando el camino; me enteré por boca de alguien de fiar, a quien se lo contó uno de los acompañantes de uno esos vehículos, que cuando él hizo el viaje, invitado de uno de los choferes, quien le pidió acompañarle para no viajar sólo, eran siete de esos vehículos que no fueron tocados por nadie en todo el trayecto y que llevaban en su interior pipotes repletos de gasolina y gasoil.

Uno se entera de eso y de muchas otras cosas más, pero no puede hacer nada porque no existe la facilidad para denunciar y muchas veces quienes se enteran y tienen cómo probarlo, no se atreven por temor a que en cualquier momento les manden un sicario, porque nunca se sabe si a quien se le está denunciando forme parte de la mafia, cosa muy frecuente en esta frontera donde la vida a veces vale casi nada.-
Pero además. lo más que personas como yo podemos hacer es decir lo que nos llega, por esta vía que es Aporrea, a sabiendas de que las autoridades que podrían iniciar una investigación no leen ésta, considerada la página más importante de la Revolución, por donde tranquilamente, desde presidente para abajo, todos los funcionarios podrían enterarse y proceder en consecuencia.-
Por cierto la denuncia que hice el primer día de funcinamiento del 0800-sabotaje, no sirvió de nada pues todavia hoy se sigue vendiendo el litro de leche a 23 bolivares, en la panadería denunciada.
Nota: Terminando este escrito recibí dos mensajes de texto a mi celular, los cuales transcribo textualmente y que voy a conservar por si acaso: 1.- “Buenas tardes profesor, el gerente de Makro en San Cristóbal se paga y se da el vuelto, ya que tiene una comercializadora de nombre “Las Mercedes” y despacha contrabando hacia Colombia”

2.- “El ex teniente XX* tiene asignados 40.000 sacos de cemento “Táchira” que prácticamente lo convierte en el dueño, lo paga a 20 bolívares y lo vende en San Cristóbal a 100, el que lo compra lo vende a 160 y 200 y hasta 300 puesto en San Antonio”

*(El nombre del tal ex teniente está en mi poder)

Para muestra estas dos perlitas de muchísimas que deben existir, la pregunta es: ¿Por qué, por lo menos, no se investigan cosas como ésta, que una persona, adulta, profesional y responsable, me escribe?,.


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Saúl Molina Z.


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