El peloteo de los depósitos bancarios

No voy a poner en duda que los mecanismos que diseñan y ponen en práctica las entidades bancarias tengan como finalidad buscar el mejor beneficio a sus clientes, usuarios y usuarias. No creo ni tendría por qué haber mala intención en contra de cualquier persona que acuda a tales instituciones para hacer sus transacciones o diligencias financieras.

Pero en esas novedosas modalidades viví una situación bastante embarazosa y a todas luces descabellada. Me refiero a que ahora los depósitos hasta cierto límite se hacen por los cajeros automáticos multifuncionales, aspecto que no voy a cuestionar porque, como ya dije, pienso que es una medida que busca el bienestar tanto del banco como de la gente.

Lo que si voy a objetar es que ocurra lo que me sucedió a mí en el Banco de Venezuela Zona Industrial de Maracaibo, ubicado en la Circunvalación Dos en el tramo que se encuentra entre la Duncan y lo que era el Monumento del Carro Chocado. Llegué, tomé mí número y después que me tocó el turno me dice el cajero de cuello y corbata que no pueden aceptarme la plata, porque tengo que ir obligatoriamente a un cajero automático multifuncional.

Algo insólito, primero: un banco rechazando plata; segundo: las entidades que tienen los cajeros multifuncionales se encuentran en la zona norte de Maracaibo y, como ustedes pueden ver por la dirección que acabo de suministrar, yo estaba en la parte sur. Tenía que hacer toda una travesía de la ciudad para poder pagar, un contratiempo que va en contra de los usuarios.

No es posible que si alguna persona conforme a sus necesidades requiere cancelar en esa institución (Banco Venezuela-Zona Industrial) por facilidad, situación geográfica, le rechacen el pago y lo condenen a trasladarse a otra entidad. Más cuando esa sede no cuenta con los cajeros multifuncionales que permite hacer la transacción.

Finalmente, luego de la queja y la intervención de una empleada que me habló como en el confesionario, me aceptaron el pago con la salvedad casi al extremo de un pecado capital de que eso no se podía hacer. Sudeban o la gerencia de la entidad debe tener en cuenta esta situación, porque así como se plantea el nuevo mecanismo resulta un abuso en contra del público, con todo y que el objetivo sea brindar un mejor servicio.

Presencié un caso similar en Banesco de la zona industrial; imagino que esta modalidad la aplicarán todos los bancos intentando eliminar las colas y la masificación, sin embargo, los contra parecen ser evidentes: me informan que además de casos como el mío, hay señoras y señores de la tercera edad que alegan que no saben leer ni escribir y hay cajeros de cuello y corbata que los mandan a que aprendan. ¡¿Qué tal?!

Tengo así la corazonada de que la situación aparte de lo engorroso que resulta para algunos la tecnología, tiene que ver con la falta de conciencia de algunos empleados bancarios como servidores públicos.

Las entidades financieras podrán aplicar cualquier disposición, pero las normas de Sudeban no están por encima del bienestar de la gente, más si se trata de ancianos y ancianas. Sólo hay que revisar la resolución de la superintendencia de bancos 083.11 con fecha 15 de marzo de 2011 a disposición en internet, para darse cuenta de que no es así.

Creo por consiguiente que la cuestión no se trata sólo de leyes, reglas, normas, ni nada por el estilo, sino de respeto y consideración hacia la gente de la tercera edad y público en general.



albemor60@hotmail.com

@AlberMoran


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Alberto Morán


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