Bolivia, convulsionada; vuelven las manifestaciones a La Paz

 Solecito Impulsa el gobierno de Mesa un juicio por sedición contra el líder de la COB, Jaime Solares

Solecito Evo Morales advierte que sería incendiario aprobar la convocatoria a un referendo autonómico

 

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Maestros bolivianos gritan consignas contra el presidente Carlos Mesa cerca del palacio de gobierno, en el centro de La Paz FOTO Ap

La Paz, 30 de mayo. En la segunda semana de convulsión social en Bolivia, las protestas de campesinos, indígenas, mineros y otros sectores sociales se reanudaron este lunes en La Paz, en vísperas de que el Congreso celebre una crucial sesión para definir si privilegia la autonomía regional, impulsada por poderosos sectores económicos, o la Asamblea Constituyente.

El líder opositor Evo Morales advirtió que la eventual aprobación de convocatoria a un referendo sobre autonomías en desmedro de una Constituyente desatará un incendio en Bolivia. "Aprobar autonomías sin Asamblea Constituyente (equivale), quién sabe, a incendiar al pueblo boliviano", advirtió el líder cocalero.

Poco antes el presidente Carlos Mesa cuestionó a los "grupos minoritarios" que reclaman el cierre del Congreso al acusarlos de gestar un "golpe" de Estado. "¿Por qué debería dar un paso al costado un gobierno que está cumpliendo su tarea?", se preguntó, durante un acto militar.

Además, existe "una conspiración para que el Congreso no se reúna mañana de parte de los radicales que controlan a las minorías", denunció el mandatario.

Los "grupos minoritarios que pueden reunir mil, 2 mil, 20 mil, 30 mil, siguen siendo minoritarios frente a un país de 9 millones de habitantes que fueron al referendo" sobre el gas en julio de 2004 "y pidieron recuperar 50 por ciento del negocio petrolero y no su nacionalización", apuntó Mesa.

En este contexto, el gobierno radicó un juicio por "sedición" contra el líder de la Central Obrera Boliviana, Jaime Solares, y contra un concejal de la vecina ciudad de El Alto, Roberto de la Cruz, por haber pedido la salida del presidente, el cierre del Congreso y hasta un gobernante militar.

El proceso por sedición también implica a dos tenientes coroneles, que la semana pasada demandaron la salida del mandatario, la clausura del Parlamento y la estatización del gas.

Sin embargo, la ley de hidrocarburos del Congreso contempla 18 por ciento en regalías, y 32 por ciento en impuestos, en lugar de 50 por ciento de regalías. Para las petroleras, con todo, un porcentaje de 18 por ciento es "confiscatorio".

"Esas minorías que acusaron al anterior gobierno (del derrocado presidente derechista Gonzalo Sánchez de Lozada) de asesino (por los muertos en la represión), están provocando en las calles con el uso de dinamita (...) para que les dé un muerto y después llamarme asesino a mí", continuó Mesa.

Su ministro de Gobierno, Saúl Lara, dijo a su vez que La Paz había desbaratado un movimiento antidemocrático que involucró a un sector del empresariado, días después que la Cámara de Industria, Comercio y Servicios de la región de Santa Cruz, que se ha rebelado en pro de su autonomía política y administrativa, le pidió "dar un paso al costado".

Tras aprobar globalmente hace 10 días la ley de autonomías, el Congreso -en el que el correlato de fuerzas es favorable a la derecha sobre fuerzas progresistas y de izquierda campesina e indígena- reanudará este martes sus debates sobre la norma que tratará artículo por artículo.

Las provincias oriental de Santa Cruz, la más rica del país; la meridional Tarija (que tiene la mayor reserva de gas del país), y las septentrionales de Pando y Beni, exigen su autonomía del poder central en La Paz.

Morales, el líder más moderado de las protestas sociales que sacuden La Paz, pidió a sus colegas legisladores del Movimiento al Socialismo (MAS) hacer esfuerzos para "tratar de consensuar los temas de autonomías y de la Constituyente, y contemplar en una sola agenda ambas posiciones.

Pero Hormando Vaca Diez, presidente del Congreso y primero en la sucesión presidencial, dijo que en la agenda del martes no figura la convocatoria para la Constituyente.

En tanto, unos 15 mil manifestantes, entre ellos campesinos cocaleros y vecinos y universitarios de El Alto, sitiaron por algunas horas la Plaza Murillo, centro de los poderes Ejecutivo y Legislativo, en demanda de nacionalización de los hidrocarburos y por la instalación de la Constituyente.

Por primera vez desde hace una semana, la policía no recurrió a gases lacrimógenos o balines de goma contra los manifestantes.

El resto del país, en paz

Las protestas sólo ocurren en La Paz y la ciudad de El Alto, sumida en una huelga por tiempo indefinido, pues en el resto del país las actividades se desarrollan con normalidad, según medios locales.

Sin embargo, en la ciudad sede del gobierno varios han visto resentida su economía por la paralización. El gremio de los taxistas es uno de los más afectados por las marchas.

Los mercados, que durante el fin de semana lograron abastecerse, abrieron de madrugada ante las amenazas de algunos sectores que les exigen el cierre de los centros de abasto.

"¿Cómo vamos a vivir si no trabajamos?", se preguntó una vendedora de verduras.

El ambiente ha logrado ahuyentar a los turistas. "Estamos trabajando con el 10 a 15 por ciento de nuestra capacidad", dijo un empleado del Hotel Plaza, uno de los principales de Bolivia.



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