Carta a García Ponce. Diario Vea

Maracaibo, 22 de septiembre de 2004


Ciudadano
Guillermo García Ponce
Director del Diario VEA
Caracas.

Mi estimado amigo i compañero Constituyente:

Desde su aparición, al principio difícil de conseguir en Maracaibo, soi lector consecuente del diario VEA que usted dirige; en la Constituyente en ciertas ocasiones conversamos i siempre he admirado a los hombres cuyas ideas se mantienen por encima de todas las dificultades de la vida i, siempre he sido un hombre de pensamiento de izquierda como lo prueban mis desempeños ciudadanos i mis escritos de siempre, desde hace medio siglo cuando me hice médico i después filósofo con estudios universitarios i post grados. Ejercí mi profesión i fui docente, siempre con rectitud ética.

En una ocasión me acerqué a la campaña electoral de Teodoro Petkoff i le conocí en una asamblea en el Salón Bolívar del Hotel del Lago; pese a considerar que tiene cierto talento, mi intuición de filósofo o de profesor de filosofía, me alertó de su narcisismo en aquel tiempo, explotando su fenotipo de hombre de aspecto intelectual combinado con dandy, de su apellido no sé si medio ruso, pero no me convenció su oratoria. Por eso no le respaldé, como si lo hice con José Vicente Rangel. Le escribo esto porque usted, en el editorial de ayer martes 21, cuando habla de ruinas políticas como Pompeyo Márquez ministro de un gobierno inútil, hace excepción de Petkoff que también fue ministro de la ultraderecha i más pomposo que Pompeyo, con atuendos combinados con un reloj Rolex que exhibía en su muñeca izquierda i como una estrella de los medios −televisión i prensa− a cada paso, especialmente cuando se complacía viajando a Washington con relativa frecuencia. Usted como su amigo, tal vez, dice que Pompeyo es envidioso del talento i la audacia de Teodoro, quien como muchos hombres del MAS, cuya única excepción de calidad fue Luis Hómez Martínez, entró en la política para buscar cargos, pero como tenía sus antecedentes de guerrillero, cierta responsabilidad en el asalto al Tren del Encanto, escapatorias de cárceles, etc., se le hacía difícil, i sus esporádicos escritos (confieso que solamente conozco de él, libros como Del optimismo de la voluntad (recopilación de artículos de prensa que subtitula ) i más recientemente, Una segunda opinión; en el primero habla del Leviatán gringo que nos agobia en América latina, de los golpes de estado teledirigidos desde Washington i muchos otros tópicos anti imperialistas, expresando, además que, la ideología de izquierda (¿?) la tiene metida en “el tuétano de sus huesos”, es su labor de intelectual. Luego, lo más reciente de su vida política está a la vista. Sin embargo debo exponerle esta anécdota, si así puede llamarse. Hace años atrás, celebrando una Jornadas “Luis Hómez” en el Hotel Kristoff de Maracaibo, concurrieron varios intelectuales de Caracas, entre ellos Domingo Alberto Rangel, Canache Mata (¡) i Teodoro Petkoff todos sin ponencia alguna, sino “pariendo” en el acto. Lombardi (escuálido actualmente) i quien escribe, hicimos nuestra la noche, con las mejores intervenciones i Petkoff, cuando habló, dejó impresionado al auditorio con el más extraordinario elogio al sistema capitalista, un verdadero panegírico que fue mal recibido, i cuando tomé la palabra para refutarlo con dureza, entre otras cosas dije señalándolo con el dedo: ¡Este señor lo que está buscando es un ministerio! De esto hai muchos testigos. Se limitó a bajar la mirada i no hizo el menor comentario en respuesta. Al, tiempo, el vaticinio se cumplió: Ministro del Dr. Rafael Caldera i del gobierno que usted califica de inútil, por decir lo menos.

Ahora, en estos años, pese a “guabineo” como decimos en criollo, Petkoff es un indeciso a conciencia; de pronto lo vemos en alguna comisión de gobierno, otras veces en “Teodoro Dice” o “Que dice Teodoro” (lo olvido porque evito el programa) como si fuese un gran analista político con estudios i, sobre todo, con ese pasquín titulado TAL CUAL, donde son muchas las veces que ha dado muestras de ser un opositor a ultranza contra el gobierno democrático, i de violar toda ética periodística, en los escritos, editoriales i noticias, o como en aquella foto en portada, del Presidente Hugo Chávez Frías (a quien sí “requeteenvidia” Petkoff) cambiando una rosa por una pistola, i creo que recientemente hizo algo parecido en la portada. Este señor, amigo García Ponce, es en resumidas cuentas un mediocre (recuerda la definición de José Ingenieros), un hombre sin criterio definido que busca notoriedad narcisista, pero usted si acierta en algo: es un audaz. No es bruto en el sentido común de ser analfabeto i torpe para entender o pensar, pero es mostrenco en política i lo compensa con audacia. Si tiene virtudes, no las conozco, porque no las muestra en la vida pública. Lo que siempre me pregunto es ¿hasta cuando le dan importancia a personajes así? Perdone lo extensa de esta carta, pero no podía dejar de exponer lo que contiene, factible de ampliar.

Reciba un cordial saludo, i atrévase a publicar esta carta.
Atentamente,


DR. ROBERTO JIMÉNEZ MAGGIOLO

robertojjm@hotmail.com


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Roberto Jiménez Maggiolo


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