Comentarios sobre el Proceso Revolucionario

IV

El sábado pasado estuve en Caracas, atendiendo convocatoria de los miembros del PSUV que nos auto postulamos en los diferentes estados del país, cumpliendo con los requisitos exigidos. Por diversas causas no pude trasladarme en compañía de otros miembros de Maracaibo i del Estado Zulia que viajaron por bus la noche del viernes, pero me fui al día siguiente mui temprano por vía aérea. Nos reunimos desde esa mañana en el Teatro Teresa Carreño i se nos hizo como una reconfirmación de nuestra inscripción en el partido i la jornada, otorgándonos un distintivo. Posteriormente se hizo la entrada ordenada en la Sala Ríos Reyna i esperamos como hasta la 4 p.m. la llegada del presidente Chávez que se encontraba en Barquisimeto, cumpliendo con otra actividad de su apretada agenda de Presidente de la República Bolivariana, de Líder de la Revolución Socialista Venezolana i del mejor partido político que haya conocido el país i muchos otras repúblicas democráticas de América Latina, o quizá el mundo. Cuando llegó, luego de una espera amenizada por un formidable conjunto musical donde actuaban los hermanos del cantor de Venezuela Alí Primera, pude palpar, convencerme con la realidad más auténtica, de la ascendencia moral, espiritual i política que tiene el presidente junto a un pueblo que, no solamente le admira, sino que le quiere i respeta como nunca se había visto,  creo que en escala mundial. Aquel auditorio i escenario con miembros de su gabinete, digámoslo metafóricamente, ardía de emoción i amor por un hombre de pueblo al frente de su patria que llega sin los “adornos” protocolares de otros tiempos, saluda rápidamente entre aplausos, abraza a los hombres del conjunto musical i toma las maracas para sumarse al canto, el esplendor i la alegría de aquel arribo único, fuera de serie; realmente me sentí feliz en medio de aquel bullicio que, sin embargo, los altoparlantes estuvieron moderados, no como me ha sucedido muchas veces en Maracaibo, incluso en universidades, que el “tronar” de los bajos me hace ausentarme de las salas, porque me estremecen i casi causan una arritmia cardíaca, vibrando la válvula mitral metálica que llevo en mi corazón desde hace 18 años, maravillosa “siembra” cardíaca que me hizo mi admirado i querido colega el Dr. Cheo Colina. Esa es una barbaridad electrónica o tecnológica, que técnicos porfiados no quieren admitir que el ruido mata.

 Así, compenetrados con la actividad partidista i revolucionaria, escuchamos al presidente Chávez, en acto que no tengo más que señalar, pues fue trasmitido por la televisión (insistió en la ideología, en confiar en las bases del partido para la escogencia de candidatos) i no dar apoyo a los repitientes, sino absoluta libertad eleccionaria. Por eso no paso a comentarios, aunque si recordar unos detalles personales. Entre ellos una satisfacción mui simple para algunos pero que para mí es inolvidable; entre el bullicio previo, se me acercaron líderes estudiantiles i entre ellos una jovencita que ya bien conocía por televisión, dado que es una especie de mariposa de luz, por su talento, su gracia, su valor i su oratoria de pequeña-gran líder revolucionaria: Libertad Velasco, la misma que junto a otros compañeros i compañeras brillantes como ella, pusieron en fuga en la AN a los pseudo líderes de la burguesía caraqueña, especialmente a su “líder” de pacotilla Yon Goicochea, el mismo a quien la revista Playboy tal vez como “conejito” le dedica más de cinco páginas en uno de sus números, obviamente pagadas páginas i entrevista, por la oligarquía opositora. También tuve la oportunidad de conocer muchas excelentes personas de Trujillo, Mérida, Barinas, Portuguesa, Falcón, etc., i sobre todo establecer amistad con el profesor de LUZ en la Costa Oriental (Cabimas) Galo Pérez, con el profesor Aguilar, físico de Mérida i formidable conversador inteligente i hasta con una mujer de pueblo pero bien conocedora de la política i la realidad social, quien solamente se identificó como Juana. Al regreso, si me vine con un grupo de compañeros del Zulia que lamento no recordar sus nombres, pero que resultaron excelentes compañeros de ideales revolucionarios; entre ellos, uno ya mui conocido como el Dr. Gustavo García Díaz, de los primeros que nos reunimos con el comandante Chávez en Maracaibo, luego de su salida de Yare. Fue una excelente experiencia.

 Entre las cosas que me han preocupado i quería comentar, quizá lo principal es el daño ecológico que se le hacer al Guaraira Repano, el antes llamado Ávila de Caracas, mediante los incendios forestales. No solamente esta bella montaña, guardián del valle más bello o precioso que tiene el planeta en su franja ecuatorial i donde se ha podido crear una ciudad jardín sin altos edificios, sin talleres ni industrias, algo así como se hizo con Washington o como se ha tratado de mantener a París, Madrid o Praga, con un río Guaire sano i no encajonado, i una temperatura como la que tenía cuando la llamábamos la ciudad de la eterna primavera. Recuerdo que cuando niño, llegaba en San Agustín del Norte, al lado del Boling Club i cerca de los Museos, a la casa de mis primos Jiménez Nava que, cuando salíamos en bicicleta a pasear por Los Caobos  (entonces frondosos i apretados) nos exigían llevar suéteres i luces en las bicicletas, por el frío i la neblina.

 Empero he conseguido en los excelentes artículos de Humberto Gómez, prácticamente expresadas mis angustias. Como él, no solamente creo, sino que siento estar seguro de que los incendios que, han arrasado más de 140 hectáreas de hermosos bosques, no son espontáneos ni consecuencia de descuidos. Son incendios programados i ocasionados por los sicarios, por secuaces de la oposición. Son crímenes ecológicos, tan crímenes como asesinar personas i los autores intelectuales tan depravados, malditos i dignos de recluir en prisión por 30 años; delincuentes como lo fue Nerón, quien no tomó una tea en sus manos, pero fue sin dudas el incendiario criminal de Roma. Esta es la oposición más cruel i bruta que se haya conocido en la tierra, porque parece que ya agotaron la capacidad de pensar i que lesionan la única nave espacial que tenemos (se los repite siempre Walter Martínez en Dossier) i que siempre amplío o complemento la tragedia recordando que no lleva botes salvavidas. Está en el Poder Judicial, el librar a la sociedad de tanto criminal de cuello blanco, de tanto Nerón con dinero e impunidad.

 En estos días, en ENcontrARTE, escuché en informes sobre el pasado, la notificación de estarse cumpliendo creo que treinta años de la constitución por decreto del general Eleazar López Contreras de la Sociedad Bolivariana de Venezuela. Posiblemente ese fue un decreto que oficializó a la Sociedad Bolivariana Nacional o Capitalina, pero ni fue idea del presidente López Contreras, ni desde allí arranca la historia de esta institución. La Sociedad Bolivariana i todas las que derivaron de ella en los distintos estados de la República, fue obra o creación del General Rafael Urdaneta, El Brillante como le bautizara el Libertador i el auténtico fundador de la Sociedad Bolivariana. Como es un tema que exige mucho dato histórico, fechas, documentos, etc., será motivo de un artículo especial que más adelante publicaré. Por lo pronto, solamente la advertencia de no olvidar lo que es obra de un zuliano, considerado “el más constante i fiel servidor del ejército”, i  compañero del Libertador Simón Bolívar durante toda su vida; desde San Cayetano, antes de la Campaña Admirable, hasta su muerte en San Pedro Alejandrino. Urdaneta, junto con el Dr. José María Vargas, trajeron a la patria los restos mortales del Libertador, 12 años después de su muerte.


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Roberto Jiménez Maggiolo


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