Diálogo i revolución

“Ciertos tipos de transigencia son

 atentados contra la humanidad

 aunque se los quiera presentar como

 pruebas de sabiduría política”

 Alberto Einstein


 

“La comedia de la existencia no ha tomado aún

 <conciencia de sí misma> y

 todavía estamos en la época

 de la tragedia,

 en la época de las morales

 y de las religiones”

Friedrich  Nietzsche

I

 Deseo referirme con más criterio filosófico i sociológico, a un tema por demás interesante i de importancia fundamental en un proceso revolucionario, pacífico, creativo i serio, como lo es para mí, el proceso bolivariano que promueve el presidente Hugo Rafael Chávez Frías en quien creí desde un principio i después de 10 años de gobierno -que en realidad serían siete si contamos los abismos o precipicios que han puesto en su camino- una oposición irracional, dispersa, desorientada i sin ningunos principios que conformen un proyecto de país, como el que aparentemente proponen de manera abstracta, puesto que en una década, no hemos visto la mínima proposición seria i ordenada del “proyecto” o algo parecido a un proyecto del país que desean. Lo que vimos en cambio, fue el desgobierno, la locura frenética i la soberbia incivilizada, del comunicado de Carmona El Breve, leído por aquel semejante a Goebbels, de rostro duro i fiero, pero que a diferencia del nazi que nunca se orinó de miedo en la guerra, éste quedó mal de esfínteres para la historia..

 Debo empezar también por repetir lo que en otras ocasiones he expuesto; para un país que efectivamente era una colonia del Imperio Norteamericano, con una apariencia de democracia i presidentes todos títeres sin excepción, a no ser Isaías Medina Angarita como real inicio de transición de una dictadura gomecista de 27 años, a un ideal de democracia incipiente, que renace realmente con la llegada al poder rn elecciones ganadas ampliamente, por el presidente Chávez en 1998; pero para muchos o la mayoría de los venezolanos, incluyendo a sus compañeros de revolución i algunos de los que fueron a la Asamblea Nacional Constituyente -conocemos que son muchas i notables las disidencias- ese triunfo de las masas populares, del pueblo conquistado luego del fallido 4 de febrero -derrota que sirvió para presentarnos a un verdadero líder responsable i valiente- i una campaña electoral hecha con profunda honestidad, coraje, amor  i simpatías jamás conocidas hasta entonces, fue para muchos solamente un cambio de gobierno  i tal como sucedía en la dictadura de partidos que nos duró 40 años más o menos, i muchos de los afectos al nuevo presidente se acercaban a él o al proceso, no porque encarnara o coincidiera con sus ideales políticos de auténticos pensadores de izquierda, con un compromiso patriótico inspirado en el pensamiento del Libertador Simón Bolívar i el Maestro de América Simón Rodríguez i una actitud de completar sus obras i sacudir a la patria del yugo económico imperialista que, de paso, hacía i sigue haciendo todavía un proceso de transculturización que ha borrado muchos de los rasgos culturales del venezolano genuino que empezó a formarse en las luchas por la Independencia. Para estas personas, asistir por ejemplo a la ANC, era la oportunidad de promoverse para buscar cargos, privilegios i enriquecimiento, a la manera que tenían programado en sus alternancias, los principales miembros de los partidos Acción Democrática i COPEI. El quítate tú para ponerme yo, porque me llegó el turno de robar, i engañar i mantener empobrecido al pueblo, al cual “compraban” en los períodos electorales con potes de leche, láminas de zinc, franelitas i banderitas, mientras de paso se tapaban sus desfalcos i gobiernos ineficientes i corruptos. Quien desde temprana edad, como quien escribe, conoció de hechos nefastos al final de la dictadura gomecista, vivió la etapa de transición de López Contreras i Medina Angarita i todos los gobiernos que vinieron después, las juntas militares, los asesinatos políticos, etc.; el nacimientos de las dos grandes mafias llamadas partidos políticos que se impusieron a muchos otros medianos (URD, PC) o minúsculos, hasta llegar a la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, tiempo que pasé de estudiante de bachillerato i de estudiante de medicina (me gradué en 1952 en pleno inicio del régimen pérezjimenista), me atrevo a asegurar que la dictadura de partidos (AD-COPEI) fue peor que los tiempos de la dictadura que cayó el 23 de enero, pues allí empezó otra más disfrazada, cínica, corrupta i digámoslo claramente, asesina, dictadura con rostro de democracia que, durante unos 40 años cometió más atrocidades enmascaradas, i sumió al país en la pobreza o casi la miseria, puesta de rodillas al imperio i continuar regalando nuestro petróleo, como se hacía desde Juan Vicente Gómez.. Tal es así, que las grandes obras que fingía ofrecer como suyas (la Autopista Caracas-La Guaira, los grandes hospitales de Venezuela, los mejores hoteles hasta entonces conocidos, las transformaciones urbanas de Caracas, El Silencio o primeras urbanizaciones; el Hotel Tamanaco, Hotel Humbolt, Teleférico, Ciudad Universitaria, Siderúrgica del Orinoco i hasta el inconcluso Helicoide, por solamente mencionar algunas, los mismo que las mejores autopistas del país, todo fue obra de Pérez Jiménez con un presupuesto que apenas pasó de 5.000 mil millones i duró menos de una década o acaso 8 años en el poder. Fuera de la primera etapa del Metro de Caracas, la conclusión del Guri i algunas otras pocas obras de importancia, los cuarenta años de “la democracia representativa más notable de América Latina” según los colonizadores de Washington, lo que hizo la IV República fue descuidar o destruir cosas como la Cadena Hotelera, el Centro Simón Bolívar, privaditas industrias i servicios públicos i con los ojos puestos en PDVSA, o desparecer a Viasa vendiéndola a precio de gallina flaca a Iberia, solamente para lograr sus rutas aéreas i despedir a venezolanos que, con excepción del hijo del mafioso depravado de Teodoro Petkof, más nadie ha cobrado sus prestaciones sociales i paremos de contar cosas negativas en lo material, pero no olvidando nunca el tener una Constitución hecha a escondidas, el Pacto de Nueva York trasformado en Pacto de Punto Fijo (nombre de la casa del pseudo-intelectual Caldera) violarla a cada rato, suspender garantías constitucionales en muchas ocasiones, masacres notables que todo el mundo recuerda con dolores perennes, desapariciones, asesinatos, allanamientos diversos incluyendo a la Universidad Central de Venezuela i hasta imponer por años mitos como el de “Bethancourt, Padre de la Democracia” que gobernó sin garantías económicas i se le quemaron las manos; Leoni, Raúl el de los trabalenguas, pacífico i buenote, donde en su gobiernos hubo más crímenes i desaparecidos, Caldera e “criador” de delfines que luego los puso de lado i terminó acabando con el mismo partido que fundó; Carlos Andrés, el “policía funesto” (imitando a Pedro Estrada) de Bethancourt, luego convertido en el más corrupto, depravado i prepotente presidente i delincuente de Venezuela; Luis Herrera, el que no robaba pero dejaba robar siguiendo la máxima de un adeco “débil de moral i de cuerpo” que expresó: “en Venezuela no existen razones para no robar”, Herrera que después de decir que recibía un país hipotecado, nos llevó hasta el Viernes Negro, i en fin, toda esa historia trágico-cómica de la IV  República que al final tuvo payasos de izquierda como ministros, en los “actores guerrilleros” de Pompeyo Márquez i Teodoro Petkof el resucita muertos, tal cual. De esos cuarenta años. Solamente quedaron restos de basura partidista, nuevos minipartidos de “reagrupados” radicales, grupitos “sifrinos i católicos” que robaron a PDVSA para constituir sectas de injusticia, “viudas” de partidos desaparecidos i algunos otros grupos (pues no llegan ni a sectas) furiosos de perder sus onerosos privilegios, de salta talanqueras que llegaron a la Constituyente o a la AN, con el apoyo del pueblo de Chávez i luego se quitaron la careta de infiltrados de derecha, de peones de la oligarquía i del imperio, como los casos de deplorables de Pablo Medina, Juan J. Moreno o el escandaloso i escaso mental de Ismael García , que en realidad es lo que el pueblo denomina un “pura pinta”. Con excepción de los venezolanos engañados o envenenados por los medios de comunicación, (pues bien dijo José Vicente Rangel, no existen 5 millones de oligarcas) i que no se toman la molestia de aprender o repasar la historia contemporánea, la oposición política activa o radical, las instituciones podridas como Fedecámaras, la Conferencia Episcopal Venezolana i las Universidades privadas del tipo que dirige un energúmeno como el Padre Ugalde i otras de menor importancia, es un archipiélago de islotes arenosos i estériles, sin casi pueblo (solamente el engañado o comprado), sin líderes i lo más grave: sin ideas. Veremos entonces, en otros artículos, como es posible establecer diálogos ¿Con quién o con quienes? ¿Cómo dos realidades distintas de concebir el mundo i la vida, capitalismo i socialismo nuevo del siglo XXI, pueden concertar o dialogar, puesto que jamás puede concebirse como creen quienes no piensan ni estudian, que se pueda pactar o negociar. Las verdaderas revoluciones encierran una verdad sublime i eso es imposible de transigir en pactos o negocios. Señores, no ha habido un cambio de gobierno desde 1998, lo que se ha iniciado i crece con vigor, es una revolución que está dando ejemplo a los pueblos del mundo.

                                                                       (Continuará)

robertojjm@hotmail.com



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Roberto Jiménez Maggiolo


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