Igualmente sucede con lo de la Enmienda, Si la mayoría de los habitantes de la República, Estado o Municipio han detectado que por suerte cuenta con un buen gobernante comienza a moverse y opinar para que ese funcionario por elección se quede al frente del timón de la instancia de gobierno que comanda, y para ello se vale de la fuerza que le da su voto, eligiéndole para que se quede y siga en el gobierno; eso es democracia y respeto al sentimiento de los Pueblos.
Idéntica situación se presenta cuando en una parroquia el sacerdote se ha ganado el corazón de la comunidad, y su feligresía se percata que se lo quieren cambiar, de inmediato activa el reclamo para que el señor obispo le deje su guía espiritual en esa comarca. Ese sentimiento de reconocimiento y solidaridad es la misma razón que nace de lo más profundo de esa gran mayoría del pueblo, cuando manifiesta su deseo de poder volver a votar por determinado dirigente o líder que lo ha venido haciendo bien.
En este orden de ideas, es bueno que se entienda, que La Enmienda propuesta a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, por la Asamblea Nacional, solo está recogiendo el clamor de un pueblo que aspira por la vía democrática y a través del voto popular y secreto, poder tener la opción de reelegir, a un Presidente, Gobernador o Alcalde que haya resultado ser un excelente gobernante.
Porque así, como la ley castiga al mal gobernante, con el Referéndum Revocatorio, a mitad de mandato, en un sistema más democrático, lo justo y necesario es que también se premie al buen gobierno; permitiéndole la postulación inmediata al gobernante, y será entonces el propio pueblo quien con su voto, decidirá si le elige para otro mandato consecutivo u opta por otra opción.
Cuando un consumidor equis encuentra en el mercado un buen producto, lo sigue adquiriendo de manera cotidiana por considerarlo que es garantía de buena calidad; esto en razón a que la gente sabe diferencia entre lo malo y lo bueno; entonces por qué cerrar la factibilidad de que esa inteligencia nata del dueño del poder que es el propio pueblo, sea quien decida por quien opta democráticamente a la hora de elegir a sus gobernantes. El querer cerrar la compuerta que abre más amplitud al hecho democrático, al oponerse con falacias y temores a la enmienda, desdice mucho de quienes históricamente se auto proclamaron padre e hijos de “la democracia”
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Luchador Social
