La dictadura de la alternancia

Durante el periodo que va de 1958 a 1998 los venezolanos "disfrutamos" lo que pudiésemos llamar una fase de "Democracia Preparatoria" en donde la representatividad y la alternabilidad de los dos partidos que se hicieron del poder luego de la dictadura de Perez Jimenez, imperaba. Este periodo se caracterizo por las luchas intestinas entre partidarios de ambos grupos políticos por controlar las instituciones y tener el Poder que nunca supieron usar en beneficio concreto del pueblo. La corrupción también fue parte esencial de esa transición y no solo a nivel de los jerarcas sino que a través de la distorsión de los valores permeó a todos los niveles de la sociedad degenerando en el problema social que aun sufrimos en el país. En próximo escrito intentaremos avanzar un poco mas en esta caracterización histórica del modelo político venezolano post dictadura.

Lo que mas caracteriza este periodo de "Democracia Preparatoria" es la Alternabilidad y sobre ella trataremos en estas lineas a la luz de la propuesta de Enmienda Constitucional para "eliminar la restricción de una sola reelección" que permite la Constitución Bolivariana y lo planteó en esos términos ya que es pernicioso plantearlo como "permitir la reelección indefinida" como lo presentan las fuerzas oposicionistas. En torno a esta Alternabilidad se construyeron una serie de mitos y luego de diez años se pretende confundir a los incautos con sus "grandiosos beneficios", pero la realidad palpada por todos los que vivimos esa época fue que los partidos en control del poder político se convirtieron en una misma entidad y solo representaban intereses de una pequeña élite y de sus patrones transnacionales, he ahí el primer eslabón de la "Dictadura de la Alternabilidad" que vivíamos.

Luego entramos al tema de los proyectos de infraestructura y sociales que se iniciaban en cada uno de estos gobiernos y la incapacidad de llevarlos adelante con la llegada del próximo gobierno debido a las luchas de poder y a los cambios drásticos en el personal y las prioridades que imponía cada administración. Entonces solo presentábamos proyectos importantes que tuviesen un rango de ejecución inferior a los cinco años o que estuviesen tutelados por los organismos financieros multilaterales como Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo o Corporación Andina de Fomento quienes por convertirse en financistas de los mismos se encargaban de que tuviesen continuidad a través de planificaciones muy precisas o de contrataciones que saltaban la estructura gubernamental.

No queremos decir que no hubo proyectos de Estado durante esta fase pero los mas importantes se relacionan a la infraestructura Hidroeléctrica y algunos elementos educativos, el resto fueron parches que cada gobierno alterno hacia como podía de los proyectos de la administración anterior que mejor respondían a sus intereses. Nos conseguimos entonces con que el beneficio mas importante del modelo de alternancia bipartidista que sufrimos los venezolanos por 40 años fue no verle la cara a un mandatario mas de 5 anos seguidos, mientras que del lado de afectación del día a día de los venezolanos se tradujo en la ausencia de un proyecto país concreto debido no a la diferencia ideológica de los partidos políticos dominantes sino a las bajas pasiones existentes entre sus lideres y a lo interno de estos mismos partidos que impedían el desarrollo del país.

En este escenario me pregunto a la luz de la propuesta de Enmienda Constitución, que es mejor para el país, mantener esta "Dictadura de la Alternabilidad" que trajo muy pocos proyectos concretos que se materializaran en beneficios para el país o entrar a una tercera fase post dictadura que permita la reelección del Jefe de Estado si solo si la voluntad popular así lo decide?

Me inclino mas por la segunda opción convencido de que la propuesta debería abarcar también todos los cargos de elección popular y resaltando que debe llevar de si una enorme responsabilidad para la autoridad a reelegir quien pudiese luego de muchas reelecciones verse tentado a pensar que esta por encima del pueblo quien finalmente es quien tiene el poder. En cualquier caso creo fervientemente que a pesar del riesgo de que esto llegase a suceder, el mismo pueblo tiene en su poder todos los elementos para cambiar su realidad si el gobernante se vuelve en contra de el y mas aun a la luz de la Constitución Bolivariana.


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Jesús Rodríguez Espinoza


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