Condecoración Orden del Libertador

CONDECORACIÓN ORDEN DEL LIBERTADOR

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en su artículo 21 establece que todas las personas son iguales ante la ley, sin discriminación de raza, sexo, credo y condición social. En consecuencia, son evidentes las condiciones de igualdad, de los derechos y libertades. En el plano cristiano, católico, apostólico y venezolano, todos somos iguales ante Dios. Ante él no hay distingos de clases. Todo somos única clase.

El Libertador Simón Bolívar no tenía distinción entre su personal. Desde la oficialidad superior hasta el último soldado de tropa, eran tratados por igual. Todos eran necesarios para la gesta emancipadora del Genio de América. La diferencia era el grado jerárquico en la cadena de mando, por disciplina castrense, pero la consideración y atención al ser humano como tal, era igual para todos.

Para el otorgamiento de condecoraciones, debe tomarse en cuenta la trayectoria personal, profesional y moral para hacerse acreedor de un galardón, y si se trata de la Orden del Libertador, debe haberse acumulado suficientes méritos que acredite esta suprema distinción. Por otra parte, las normas protocolares establecen que el Consejo de la Orden, debe aprobar el otorgamiento de la condecoración respectiva. La Orden del Libertador, se concede en 1ra., 2da. y 3ra. Clase, tomando en consideración las cualidades del condecorado, méritos, personalidad, hechos relevantes y demás atributos que a juicio del Consejo de la Orden concurran para otorgar la distinción, considerada el máximo honor en el escenario de las condecoraciones.

Respetando el orden protocolar y la esencia de la condecoración en comento, llama la atención que en tiempos de revolución donde no hay distinción de clases, ni grupos de primera, segunda y tercera, propugnando la mayor suma de felicidad posible para todos, honrando la memoria del Padre de la Patria Simón Bolívar, subsisten las clases de 1ra, 2da, y 3ra; observándose una segregación en el otorgamiento de dicha distinción.

Si todos somos iguales ante la ley de Dios e iguales por disposición constitucional y en virtud del trato igualitario que nuestro Libertador Simón Bolívar propiciaba a sus subalternos, cabe preguntar ¿porqué dividir en clases la orden que lleva su nombre?. Todos somos una sola clase y para recibir honores no debemos ser distintos. Independientemente de la posición que se ocupe, es el mérito alcanzado por la actividad desarrollada y los principios morales, lo que debe contar a la hora de la selección.

Se debe hacer extensiva la eliminación de clases, en el otorgamiento de condecoraciones que en honor de otros próceres se otorgan. Justo sería oír “Condecoración Orden del Libertador en su única clase”. Y hasta la próxima, si Dios quiere.

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