Pareciera que a muchos revolucionarios y simpatizantes del proceso revolucionario bolivariano les cayó por sorpresa la posición fijada por el partido PODEMOS en los últimos meses. Desde que el Presidente Chávez anunció la creación del Partido Unido Socialista de Venezuela (PSUV) y le hizo un llamado a todas las organizaciones que le apoyan para que se disolvieran y se unieran al PSUV, PODEMOS comenzó a encontrase en problemas. Las reacciones fueron variadas. Algunos líderes respondieron inmediatamente al llamado de Chávez, incluso algunas como Lina Ron llegaron a portar banderas del PSUV antes de que se confirmara el nombre mismo. Otros manifestaron sus dudas y mostraron cautela. Dirigentes de PODEMOS, el PPT y el PCV declararon que esperarían hasta la conformación del PSUV para tomar una decisión acerca de la disolución de sus organizaciones y su incorporación al nuevo partido. Algunos miembros de esos partidos decidieron abandonarlos para unirse a los esfuerzos de organización del PSUV. En el caso del PPT y el PCV se ha mantenido un línea de independencia organizativa pero abiertamente de apoyo a las propuestas de Chávez. En particular apoyan o han sido poco críticos de la propuesta de reforma constitucional. Ese no ha sido el caso de la dirigencia de PODEMOS.

Ismael Garcia, Diputado y ex – Alcalde, Ramón Martínez y Didalco Bolívar (ambos gobernadores) han hecho pública su oposición a aspectos de fondo de la propuesta de reforma constitucional propuesta al país por el Presidente Chávez. Por ejemplo, el Gobernador Martínez critica lo que denomina el énfasis en el capitalismo de Estado y rechaza todo lo que le suene como a socialismo “real”. En general, el discurso de los dirigentes de PODEMOS los coloca más cerca de la social democracia que del socialismo. Lo cual es natural dado el origen de ese partido

Como muchos saben, PODEMOS surgió de una división del MAS. Este último partido apoyó a Chávez en las elecciones de 1998, decisión que llevó a la ruptura con sus líderes fundadores. En aquel momento, Teodoro Petkoff y Pompeyo Marqués abandonaron las filas del MAS, algo que en la práctica ya habían hecho gracias a su compromiso con y entrega al Gobierno de Caldera. El MAS, el cual surgiera como un partido de derecha, hizo suyas desde mediados de los años de 1980 las políticas y prácticas del neoliberalismo. Bajo esa andera, Ramón Martínez y Carlos Tablante ganaron las elecciones de gobernador en Sucre y Aragua respectivamente. El acceso al poder real por parte de militantes del MAS se da en el marco de la descentralización neoliberal dirigida por la derecha venezolana. El MAS entendió que se le permitiría ganar espacios en la conducción del estado, en todos sus niveles, si demostraba fidelidad a la clase dominante. Cada vez más se alejaban sus líderes del pueblo y trataban de borrar sus compromisos pasados con actividades revolucionarias. Ese partido abandonó su nombre, Movimiento al Socialismo, y enfatizó sus siglas MAS vacías de contenido. Su objetivo, crear una marca como ACE, que nadie sabe que significan pero si sabe que se trata de un detergente. Lograron su objetivo, creo que muy poca gente, en especial en el campo opositor, sabe que significan las siglas MAS. Una vez posicionados en unas cuantas gobernaciones, alacaldía y sillas en la Asamblea Nacional, una parte de la dirigencia del MAS, en parte influenciados por Miquelena, deciden retirarle el apoyo al Gobierno de Chávez. Calculaban que su fin era inminente y querían ponerse a salvo de la represión que se veía venir, la cual se concretó con la llegada de Carmona al poder. PODEMOS surge de ese caldo de cultivo, de un grupo político que ya se había pasado consciente y premeditadamente a la derecha. Los dirigentes del nuevo partido, con Ismael García a la cabeza, adoptaron una posición pragmática y evitaron las declaraciones de principios. Esa actitud les permitió mantener sus gobernaciones, alcaldías y curules, sin necesidad de comprometerse ideológicamente.

Cuando los dirigentes de PODEMOS tiene que definirse políticamente y expresar públicamente su verdadera posición política tiene dos alternativas: mentir o decir la verdad. Ya no podían seguir engañando al país, la situación política se radicalizó y los obliga a definirse abiertamente. No le queda alternativa que decir la verdad sobre sus creencias políticas. No les quedó más remedio. Entonces, tuvieron que manifestar sus ideas de derecha y revelar sus compromisos con la agenda de la burguesía. A mi no me sorprenden, ese es el desenlace lógico, esperado.

julio_mosquera@hotmail.com