En este Mini-Ensayo, me referiré a una preocupación que me ha asaltado desde hace mucho tiempo, debido a su trascendencia para la vida humana y ella se concreta en que muchos médicos, no solamente en la República Bolivariana de Venezuela, sino en el mundo entero, elaboran sus indicaciones y tratamientos con una suerte de jeroglíficos o garabatos incomprensibles, lo que puede acarrear y de hecho ha generado consecuencias nefastas o en casos fatales para el paciente; lo peor es que algunos por ser médicos, se consideran INFALIBLES Y QUIZÁS, HASTA SE NIEGEN A RECONOCER LAS VERDADES IRREFUTABLES QUE DESARROLLO EN ESTAS SUCINTAS REFLEXIONES.
Los galenos han contado con el imprescindible auxilio de los farmaceutas, que con la mayor paciencia y en función a su experiencia, considerando las características y los fármacos que se recomiendan para las diversas enfermedades, pueden tener una referencia aproximada del nombre del medicamento indicado por el médico, no obstante, en algunas oportunidades PUEDEN EQUIVOCARSE, COMO SERES HUMANOS QUE SON.
En base a mi preocupación por el tema, escribí en fecha: 16/04/2.022, en el prestigioso portal venezolano: "APORREA", el Mini-Ensayo, que titulé: "La Vida en un Récipe" y estas reflexiones son un complemento del mismo.
En el presente artículo, relataré un caso donde observarán las consecuencias funestas que pueden sobrevenir por el simple hecho de unas indicaciones con letra ilegible y éste es el siguiente: Un médico especializado en Obstetricia, fue consultado por un amigo Médico General, con respecto a una paciente de éste, que se encontraba en estado de gravidez y presentaba ciertos problemas, es decir, una ‘’AMENAZA O CONATO DE ABORTO", el Obstetra le recomendó al amigo que le recetara PROGESTERONA PARA DETENER LA AMENAZA Y LE APLICASE UNA AMPOLLA DE INMEDIATO; el galeno elaboró el récipe y el esposo de la paciente se dirigió a la farmacia para adquirir el fármaco, pero el Médico General escribía tan enredado e incomprensible, que el farmaceuta entendió que se trataba de PROSTIGMINE, que produce contracción uterina, O SEA TODO LO CONTRARIO AL EFECTO BUSCADO CON LA PROGESTERONA, como era de esperarse la paciente abortó de inmediato. La afectada y su esposo querían demandar al médico por MALA PRAXIS MÉDICA, pero como ella era amiga del dueño de la clínica, éste medió y el caso no fue judicializado.
Después de ese hecho, el Obstetra convenció a su amigo de que debía hacer un curso de Caligrafía y éste a regañadientes aceptó y por algún tiempo escribió legible; pero después volvió a escribir con garabatos ilegibles y argumentaba: QUE MÉDICO QUE NO ESCRIBE MAL, NO ES MÉDICO… ¿HABRÁSE VISTO, TAMAÑA IMBECILIDAD?.
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CONCLUSIONES.
Mi intención con estas reflexiones es aportar en beneficio del bienestar de la sociedad; estoy conteste, que por un hecho tan nimio y subsanable con el sentido común, muchas personas han sido lesionadas gravemente o simplemente han fallecido en razón a fallas caligráficas injustificables.
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SENTIDO COMÚN.
Cuando nos referimos al SENTIDO COMÚN, se dice que es el menos común de los sentidos; ya que se supone que una persona racional, en este caso un MÉDICO, debe por si mismo, SIN QUE NADIE SE LO DIGA, tomar consciencia de que sus indicaciones a los pacientes deben ser lo más claras y cristalinas posibles, para evitar confusiones que pudieren ser nefastas para el paciente. Ahora bien, ¿Porqué persisten algunos en escribir con garabatos?, quizás por el prurito que hemos señalado, es decir: QUE MÉDICO QUE NO ESCRIBE MAL, NO ES MÉDICO?
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SOLUCIONES PROPUESTAS.
Considero que la comunicación social es un apostolado y lo más importante es sugerir soluciones a los problemas planteados, en este sentido señalamos:
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En las universidades, en la Asignatura Medicina Legal, en Seminarios o Simposios diseñados a tal fin, debieran enseñar a los estudiantes la importancia de una buena caligrafía, las consecuencias funestas o fatales que pueden acarrear a los pacientes indicaciones ilegibles; esa orientación debería ser permanente en toda la carrera de Medicina.
Deben estudiarse y resaltarse las normas jurídicas que regulan la MALA PRAXIS MÉDICA, con casos ilustrativos, incluso judicializados e igualmente debiese destacarse la RESPONSABILIDAD PENAL en que pueden incurrir los médicos por un detalle tan fácil de corregir.
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Las Universidades pudiesen solicitar el apoyo de los medios de comunicación social, a manera de que emprendan campañas educativas para erradicar el vicio.
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También debieran practicar actividades que contribuyan a difundir el problema y a que el público en general lo asuma como tal, con el fin de que los pacientes exijan recetas e indicaciones claramente escritas.
DECIMOS QUE UN DETALLE TAN FÁCIL DE CORREGIR, PERO ES INCREÍBLE COMO TRADICIONALMENTE Y A TRAVÉS DE LOS SIGLOS, EL ERROR SE SIGUE COMETIENDO Y PRODUCIENDO UN SIN NÚMERO DE LESIONES E INCLUSO MUERTES, QUE POR RAZONES OBVIAS, SON MUY DIFÍCILES DE PRECISAR, DEBIDO A QUE SON "CIFRAS NEGRAS" U OCULTAS QUE NO TRASCIENDEN POR DESCONOCIMIENTO O IGNORANCIA DEL ERROR O PORQUE NO SE HAN DETERMINADO POR FALTA DE DENUNCIAS.
Finalmente, pienso remitir los dos (2) artículos que he escrito, referidos al tema que nos ocupa, al Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Esperamos que algún día la semilla, que con mucho amor hoy esparcimos en la atmósfera de la patria y del mundo, se pose en terreno fértil, germine, produzca flores y frutos que beneficien a la humanidad .
Si estas reflexiones han sido de su agrado, mucho apreciaría que las distribuyan entre sus amigos y allegados.
"ARAR NUNCA ES MALO, AUNQUE SEA EN EL MAR"