Jueves, 03 de julio de 2025. Mi vieja, se llamaba Maria Luisa, pero todos sus hijos, mis hermanos, mi hermana y este servidor de ustedes, le decíamos Mita.
Mi vieja, Mita, estudio enfermería en la recién fundada para su época, Escuela Nacional de Enfermería, que funcionaba, según tengo entendido, en lo que hoy es la sede central de la Cruz Roja de Venezuela, en Caracas y formaba parte de una de las primeras promociones de lo que ella llamaba con mucho orgullo, Enfermeras Graduadas, profesionales de la enfermería que vinieron a reforzar nuestro incipiente sistema de salud.
Se dedicó Mita a lo que se llamaba salud pública y de pequeños nos llevaba a las unidades sanitarias a donde trabajaba, lo recuerdo con cierta nostalgia, era toda una aventura para un niño, transitar por ese espacio prácticamente mágico.
Viene a mi memoria lo de La Radioscopia, porque me llamó mucho la atención ese nombre y cuando me explicaron que era una forma, para ese momento, de estudiar los pulmones y saber de su estado de salud, la impresión aumentó.
Y refrescando y extrapolando ese concepto tan esencial de la ciencia medica, de establecer un diagnostico preciso de cualquier padecimiento, de cualquier enfermedad, para poder aplicar el tratamiento adecuado, me pregunto, que tal si en las ciencias del hombre, en La Economía, en La Política, en La Geopolítica estableciéramos un diagnostico global, general, y también particular de cada continente, de cada región y de cada país, un diagnostico que nos permitiese colectivamente, soñar no cuesta nada, aplicar el tratamiento preciso que nos permita buscar y lograr un estado de salud general que favorezca a toda la humanidad.
Forzando el termino, una radioscopia, ya no pulmonar, sino general, un diagnostico de todo el sistema internacional que nos de luces, como especie, si eso fuese posible, para programar un futuro mas equitativo y justo para todos los que habitamos este planeta azul que de acuerdo a todos los signos que observamos, seguimos obstinados en destruir.
Me pregunto si será posible, no dejo de preguntármelo.
