El periodista Juancho Marcano llegó acompañado por su fiel perro Pipo al conuco y lanzó la vista hacia los cerros aledaños y observó que sobre el lienzo del paisaje la lluvia con su pincel había plasmado sonrisas a los árboles. "Qué bello es ver la contentura de las plantas después que las caricias y los besos del aguacero las rodea con sus milagrosos brazos", pensó el periodista, mientras observaba la frescura del verde tierno de las hojas de una mata de aguacate que gracias a su fuerza de voluntad ha resistido los azotes que le ha proporcionado el látigo de la sequía.
El perro Pipo, mientras tanto, correteaba de un lugar a otro y también mostraba su emoción por la alegría de las plantas y por el hermosos concierto, aunque desafinado, de los trinos de las guacharacas.
"Pipo te voy a decir un asunto, si en estas tierras de la Tacarigua de Margarita la visita de los aguaceros fuera más frecuentes, aquí en este sagrado suelo se produjera de todo, pero lamentablemente no es así y el hombre del campo se va decepcionando y tiene que buscar otras fuentes de subsistencia y entonces a la tierra la van abandonando y se va enmontando y al final se comete el gran atropello de que suelos que son fértiles, se convierten en jaulas de concreto donde el hombre si es que llega allá, pasa sus últimos días encerrados", señaló el periodista.
- Sin duda alguna, Juancho, tienes razón, pues cuántas frutas nos hemos deleitado de este pequeño conuco cuando las lluvias han sido más frecuentes: una buena cantidad, y, de paso, los mejores frutos y de excelente sazón se dan en este pueblo.
"Por otra parte, prosiguió Pipo, qué había o qué celebraban estos días atrás que se oía música en ciertas casas vecinas y vi como tu amigo Evaristo y tú se felicitaban mutuamente".
- Ah, Pipo, se celebraba el día del padre de quien se dice que no todos son buenos, pero Jean Jacques Rousseau, dijo: "Un buen padre vale por cien maestros". ¿Qué te parece?
- Muy bien, Juancho, pero mejor nos vamos porque al parecer viene garúa y me enfermo.
Y así hombre y perro regresaron a casa.