Juan Romero, entre la retórica pacifista y la realidad conflictiva

En julio de este año, Juan Romero diputado de la Asamblea Nacional de Venezuela fue entrevistado por Naile Monjarres de Al-Mayadeen, en esa entrevista, el diputado Romero expresó sus puntos de vista sobre Nicolás Maduro, la situación del país, el chavismo heterogéneo y las peculiaridades de la izquierda venezolana.

Veamos los puntos principales de la entrevista de Naile Monjarres al diputado de la AN de Venezuela Juan Romero, Al Majadeen/ julio/2024

La libertad del pueblo también requiere el ejercicio del ejercicio del liderazgo. ¿Cómo ve usted la evolución del liderazgo del presidente Maduro desde aquel 2013 cunado tuvo que asumir como presidente encargado hasta hoy?

"un análisis de su gestualidad. Tú ves el Nicolás que en el 2013 asume la muerte de Chávez y ves a un Nicolás que quizás duda. Tú ves a Nicolás hoy en campaña electoral y no solo ves un Nicolás activo. Sino que me recuerda mucho a una parte del ‘Leviatán’ que dice que "el liderazgo tiene también un componente físico", y en esta campaña tú ves un Nicolás que trota, que se monta en el carro, que pasea, que recorre todas las semanas el país de un extremo a otro, y eso es una muestra de poder real y de un liderazgo que se ha consolidado aún cuando muchos en ese chavismo heterogéneo sigan midiendo a Nicolás por la talla de los zapatos de Chávez cuando son dos tipos de liderazgo completamente distintos.

Nicolás ha tenido que gobernar sin los recursos económicos que tuvo Chávez, ha tenido que gobernar con desconocimiento. A Hugo Chávez nunca lo desconocieron 50 presidentes en el mundo. Nicolás ha tenido que gobernar con cinco veces más ataques mediáticos de lo que gobernó Chávez, y Chávez nunca se enfrentó a intentos tan serios de asesinato y de invasión como a los que se ha enfrentado Nicolás, y, aun así, lo seguimos juzgando en los zapatos de Chávez. Algo que es un error.

Nicolás es Nicolás y tiene un tipo de liderazgo que ha demostrado cabeza fría, que ha demostrado la ventaja que le da ser sindicalista. Serlo te brinda la capacidad de saber pulsar. Imaginemos una competencia de pulso donde dejamos que de repente el otro haga el esfuerzo y cuando ya está cansado, lo derrotamos. Ese es Nicolás.

Eso revela un caso de coexistencia entre oposición y gobierno en paz, pero ¿es posible lograr ese mismo equilibrio de instalarse un gobierno nacional de extrema derecha?

Pero hay algo importante que debo decir: la izquierda en Venezuela no es la izquierda de Colombia, la izquierda en Venezuela no es la izquierda de Argentina, la izquierda de Venezuela no es Lula en Brasil, la izquierda de Venezuela no es el Frente Farabundo Martí en El Salvador, sino que es una izquierda que en 25 años se ha consolidado, y si se plantea -y de esto no tengo ninguna duda y asumo toda la responsabilidad no como diputado que soy, sino como analista- si la izquierda viene con un plan desestabilizador, yo creo que va a conseguir un pueblo en la calle dispuesto a defenderlo calle a calle.

Si la derecha viene con violencia, no vamos a ver un pueblo que se retire. No vamos a ver unos colectivos que se guarden. Vamos a ver unos colectivos que también van a salir a confrontar. Yo no sé si calibra bien la derecha internacional ésta realidad y la magnitud de lo que puede significar un escenario negado Digo "negado" porque si bien puede haber un voto silencio, hay una estructura popular real: jefes de comunidad o jefes de calle. Sólo en el Zulia, el Partido Socialista Unido de Venezuela tiene 193 mil dirigentes, 33 dirigentes en 109 parroquias. Hablamos de cuadros políticos, unos con más experiencia, otros con más fogueo.

A esos números debemos sumar la estructura de los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), la estructura de mujeres, la estructura de Comunas, es decir, estoy hablando de una red de organización bien interesante que ha venido madurando y que hay que tener muy presente".

Creo que es importante darles seguimiento a estas opiniones porque nos permite tener un punto de vista crítico sobre la manera como se presentan los eventos políticos venezolanos, sin rumores, sino con informaciones que nos den una imagen más realista de la situación venezolana.

Sin conjeturas, la respuesta de Romero es una declaración pública, explícita de cómo el gobierno piensa y actúa, no solamente contra los opositores "conflictivos", sino también, es una especie de sortilegio, que le sirve para camuflar en sus puntos de vista de gobernante y analista de izquierda, el terrorismo estatal, la realidad crítica de Venezuela y su ruptura con el proyecto socialista de Chávez.

A la oposición le dispara con un silenciador policial y de grupos civiles organizados y los acusa de ser los que halan el gatillo de la violencia. Este señor pretende silenciar con sus mentiras, la política represiva del Estado.

Cuando Rafael Ramírez y otros escritores revolucionarios, han expuesto en aporrea, información fidedigna de la realidad crítica de Venezuela y su población, con datos comprobados y comprobables, lo que ellos interpretan ya no dan lugar para fingir, y eso de crear puntos de vista que pretenden equilibrar una realidad caótica y las acciones de los organismos estatales involucrados en la represión, es la lógica del gobierno actual, eso ya no es sorpresa.

Lo que este señor interprete es cuestión de él como defensor y servil de Maduro. lo que dice este señor sobre la izquierda venezolana y su orientación no violenta, se encuadra dentro del enfoque de la izquierda madura que no puede ser desestabilizadora como las izquierdas latinoamericanas, porque el pueblo las rechaza.

Pero, de ser así, ¿a dónde nos estará llevando la izquierda que dibuja este diputado?

Desde esa óptica, la izquierda debe equilibrar la realidad caótica con los organismos involucrados en la defensa del Estado. aquí expone su lógica, quiere una izquierda no conflictiva. Solamente así, los chavistas heterogéneos y la izquierda se complementan con el proyecto de Maduro.

Así se supera la falla axiológica de no calibrar bien a Maduro, y el error de ver a Maduro desde los zapatos de Chávez.

Nadie se ha pronunciado sobre lo que dice este señor, pues yo creo que es tiempo de ir cambiando esa lógica, ya no agredan al pueblo, no pretendan tener el control absoluto sobre el chavismo, las izquierdas, las interpretaciones críticas de la realidad, porque eso nos conduce o nos desvía del problema fundamental: negar a Chávez y su proyecto socialista.

Eso es lo que persigue este señor, el error no es ver a Maduro desde los zapatos de Chávez, cuando todos saben que este presidente no tiene nada que ver con Chávez, el error y lo degenerado del asunto es pretender venderle al pueblo la idea de gran liderazgo de Maduro, ocultando la ruptura que todos los del gobierno y principalmente este señor, con sus sofismas, han tenido con Chávez.

Quedemos claros, la retórica pacifista no resuelve la realidad conflictiva, pero la oculta. Esa es la política de este gobierno.



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Memo Fernández


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