Esta no es la sociedad por la que luchamos ni la que merece nuestro pueblo

"Es el socialismo el único camino para lograr la existencia plena del ser humano la existencia plena de la Patria, la existencia humana de la Republica, la existencia humana de nuestras futuras generaciones". Hugo Chávez. (*)

 

Históricamente hemos luchado, por una sociedad justa, equitativa y solidaria. Pónganle el nombre que deseen, pero que tenga las características mencionadas. Con Chávez avanzamos mucho para lograr ese tipo de sociedad que, como dice la canción de Pablo Milanés: "No es perfecta más se acerca a lo que yo simplemente soñé".

Sin embargo, en los últimos años hemos venido retrocediendo, perdiendo espacios de lo logrado y ahora se ha venido configurando una sociedad diferente a la que se conceptuó en la batalla de Chávez, de los revolucionarios, de los socialistas y asistimos entonces a ésta que no es la que merece nuestro pueblo, muy alejada del proyecto de Hugo Chávez ( y de tantos revolucionarios y revolucionarias que entregaron su vida por el mismo noble objetivo), al proyecto bolivariano del siglo XXI, plasmados en "El Libro Azul", en "El Plan de la Patria", en "El Libro Rojo", en tantos documentos escritos por el Comandante en "Las Líneas de Chávez", en sus discursos profusamente divulgados, en los videos que dejó y en las miles de páginas de entrevistas realizadas por distintos autores, entre ellos José Vicente Rangel y el propio ministro Ernesto Villegas.. O sea… Ahora tenemos:

Una sociedad donde los miserables, los "limpia-vidrios" en los semáforos de las avenidas, en las puertas de los restaurants y centros comerciales, piden dinero y comida.

Una sociedad donde los indígenas vuelven a las calles en condiciones de indigentes.

Una sociedad donde la pobreza y la miseria regresan y se enseñorea sobre grandes mayorías nacionales.

Una sociedad donde el valor del dinero se impone sobre el valor de la persona humana. Es decir, el Tener se impone sobre el Ser, haciendo realidad esa terrible frase capitalista de que "El amor y el interés se fueron al campo un día y más pudo el interés que el amor que le tenía".

Una sociedad donde el capitalismo del más salvaje, el capitalismo neoliberal impone sus condiciones, sus valores, su cultura, su forma de ser.

Una sociedad donde la explotación al trabajador es la normalidad como la ganancia usurera del capitalista es lo usual. Lo ha dicho reiteradamente y con cifras consolidadas y no refutadas Pascualina Curcio: "En Revolución, desde 1999 hasta 2018, estos grandes capitales recibieron por lo menos US$ 426.488 millones. De los cuales, según la balanza de pagos del BCV, US$ 94.911 corresponden a repatriaciones de dividendos. De esos 94.911 millones de dólares que la burguesía ha repatriado, US$ 46.109 millones se los llevó en tiempos de guerra económica, entre 2013 y 2018". https://ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion/el-debate-sobre-la-indexacion-manifestacion-de-la-lucha-de-clases-pasqualina-curcio/

Una Sociedad donde retornan los VIP (los "Very Important Person") y avasallan con su soberbia, dinero y poder a los LIP ("Less Important People").

Una sociedad donde la prostitución regresa como forma alternativa de sobrevivencia femenina o masculina, infantil o adulta.

Una sociedad donde la corrupción adquiere visos de normalidad y las frases que ya creíamos del pasado reaparecen campantes ("pónganme donde "haiga", "bájate de la mula", "lo importante es la plata", "por la plata baila el mono").

Una sociedad donde hacen cola para surtir gasolina, gasoil los ordinarios, los "normalitos", los pendejos, los que no tienen contactos o dólares.

Una sociedad donde casi todos los militares e integrantes de los cuerpos de seguridad son considerados pillos, matraqueros, pícaros, corruptos, ladrones y cometen sus tropelías y abusos a la vista de todos y sin temor a las sanciones.

Una sociedad donde los ancianos son maltratados y vejados por no "tener", por estorbar. Una sociedad donde se muere de mengua si no llega la dádiva del gobierno, la comida de la iglesia, el favorcito del patrón.

Una sociedad donde el individuo es más importante que el colectivo.

Una sociedad donde el campesino no tiene acceso a la tierra, a la producción, a los alimentos.

Una sociedad donde para obtener las cosas hay que pedir, ir a Caracas, a la capital del estado, "jalar bolas" al funcionario de turno o al portero malencarado y maltratador.

Una sociedad donde la mercantilización de la medicina, de la salud se impone sobre la vida humana y animal.

Una sociedad donde la moneda del enemigo imperial determina las relaciones comerciales lesionando nuestra independencia que tanta sangre y sufrimiento generó.

Una sociedad donde el fascismo avanza con plena impunidad sin que haya resortes para contenerlo y volviéndonos a épocas pretéritas de temores ante una derecha desbocada y sin escrúpulos.

Una sociedad donde el funcionariado público no ve lo que pasa, desconoce a la ciudadanía, actúa con prepotencia, con displicencia, con dejadez y no ve el hueco que con sus acciones le va a hacer precipitarse hacia el abismo.

Una sociedad donde se reprivatizan las empresas antes abandonadas por el capitalismo rampante venezolano y son devueltas de manera incondicional para que sigan explotando y usufructuando las divisas que les da el estado.

Una sociedad donde la desigualdad, es decir, la brecha entre ricos y pobres se ensancha cada vez más a favor de los ricos y en detrimento de los pobres. Una vez más cito a Pascualina Curcio: "La mitad de la torta se la come la burguesía por la vía de la ganancia (la explotación al trabajo ha aumentado 247% entre 2012-2017), mientras que, a los asalariados, siendo muchos más, solo le llega menos de la cuarta parte (18%) de unos pedazos además reducidos. La carga tributaria de los capitalistas es menor de lo que ya era, ni siquiera la décima parte de la torta va al Estado y lo que recauda es principalmente IVA". https://www.aporrea.org/economia/a293557.html.

Una sociedad donde lo importado se impone sobre lo nacional y las bisuterías del mercado internacional, adquiridos con divisas generadas por el estado venezolano, avasallan la producción nacional.

Una sociedad donde ya no se habla del desarrollo endógeno, sino que volvimos al desarrollo exógeno.

Una sociedad donde se ha perdido la soberanía nacional en lo económico y cultural.

Una sociedad donde la delincuencia de "cuello negro" y de cuello blanco" se enseñorea sobre los ciudadanos dejándolos inermes ante la acción delincuencial de uno y otro tipo.

 

¿Retomaremos la senda del Socialismo o seguiremos ahondando en las políticas netamente capitalistas y alejándonos cada vez más del sueño de la sociedad solidaria?. Los resultados electorales han dado un alerta de lo que ocurre en Venezuela, sobre todo en los sectores más deprimidos, empobrecidos y marginados, como en las zonas populares y en los regiones rurales donde el voto chavista era imperdible y duro. La grieta abierta allí puede desangrar totalmente a la revolución que impulsaron José Leonardo, Bolívar, Simón Rodríguez, Chávez y tantos otros y otras.

Hugo Chávez. 14 de marzo de 2008. Palabras ante el PSUV.

https://www.youtube.com/watch?v=BrxpMESJJAw



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Cécil Gerardo Pérez


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