¿A quién vacunar?

La inmunidad de rebaño, así llamada, se alcanza al inmunizar a una cifra superior al +70% de una determinada población (https://es.m.wikipedia.org/wiki/Inmunidad_de_grupo). Las personas que han sufrido el Covid-19, generalmente, producen anticuerpos (https://www.google.com/amp/s/www.bbc.com/mundo/noticias-54707512.amp) e inmunidad humoral, por lo tanto, son una parte que se debe contabilizar en ese +70%. Sin embargo, sugieren algunos estudios, que pueden reinfectarse no solo por la aparición de variaciones en el sarcov-2 , sino también porque los anticuerpos son fugaces, lo lógico, es que la enfermedad de aparecer nuevamente, curse con menos incidencias que en la primera ocasión, gracias a la "inmunidad humoral" (https://www.misistemainmune.es/inmunologia/componentes/inmunidad-celular-e-inmunidad-humoral ) es por eso, que se han hecho estudios, que han determinado, que esta población que logró superar el Covid19, puede reforzarse su inmunidad con una sola dosis en un escenario de escasez de vacunas, siendo utilizables por supuesto, como prioridad en el personal sanitario o adultos mayores: no obstante, ese protocolo no parece estar siendo aplicado en Venezuela, donde se vacuna sin mucho criterio técnico científico y con seguridad, también existe un mega sub registro de personas que han padecido la enfermedad.

Los médicos, las enfermeras y todo el personal que trabaja en áreas de salud, llámese trabajadores sociales, psicólogos, farmaceutas, laboratorista, técnicos radiólogos, bioanalistas, porteros, obreros y personal de aseo de las instituciones médicas públicas o privadas, son prioridad, deben serlo, porque es el alrededor de sus puestos de trabajo, donde comúnmente circula el sarcov-2 en todas sus variantes: vacunar allí en primera instancia, no es nada más proteger a los individuos que reciben el pinchazo, sino a los pacientes que acuden por otras patologías y a las familias de quienes trabajan y visitan los centros de salud.

Los adultos mayores, está demostrado, son los que tienen mayores cantidades de receptores del sarcov-2, ( https://gacetamedica.com/investigacion/concentraciones-mas-altas-de-ace2-en-los-hombres-podrian-explicar-su-mayor-vulnerabilidad-al-sars-cov-2/) por lo tanto, es en ellos donde el coronavirus alcanza mayor replicación viral, generando de esa manera, exaltadas respuestas inmunes, que desencadenan las llamadas tormentas de citoquinas: fenómeno que propicia el colapso, de distintos sistemas del cuerpo humano, produciendo un daño irreversible y causando la muerte. (https://www.bbc.com/mundo/vert-fut-52603077). Por esa razón, los jubilados y mayores de 55 años, con o sin cormorbilidades han de ser prioridad en el proceso de vacunación, más aún, cuando estamos en un escenario de escasez de vacuna, donde la estrategia central es, prevenir la muerte y no las infecciones de manera masiva.

Sin duda, los profesores y los trabajadores de centros educativos, en todos sus niveles, han de ser un tercer sector prioritario. Allí, en las escuelas y universidades, hay aglomeraciones de personas y la educación debe reiniciarse en el tiempo más pronto posible, porque su paro, es sumamente lacerante y destructivo de la vida nacional y de la República. Un maestro, un investigador o cualquier profesor universitario, establece relaciones con decenas de personas al día, por lo tanto, allí debe inmunizarse masivamente, para poder mitigar la aparición de largas cadenas de contagio que hagan colapsar en un escalón más, al ya inexistente sistema de salud. Los educadores en el país, han de ser el inicio de la vacunación masiva, y con ello, la parte del plan donde empiezan a mitigar la posibles formaciones de "sucesiones de contagios" con la imunización controlada vía vacunas: vacunar a cien mil maestros en el país, es un sin sentido en un escenario de escasez de vacunas, es mucho mejor usar las pocas dosis para proteger a las personas más vulnerables, médicos, enfermeras, y adultos mayores.

¿ Disminuir contagios o salvar vidas ?

Las vacunas son escasas, por ello deben ser usadas con el más desarrollado sentido epidemiológico y científico. El objetivo central debe ser proteger a los más vulnerables, y para eso, debe estratificarse, en grupos por profesión (sanitarios) y por edades (+80 años, +70 años, +60 años), y en la medida que vayan aumentando los inventarios de vacunas, ir avanzando hacia los sectores restantes (educadores, transportistas, militares, comerciantes, trabajadores en general) de manera inteligente. Es inconcebible que quienes no representan a dichos sectores priorizados, terminen vacunandose.

Los contagios no van a disminuir al colocar unas cuantas miles o millones de dosis, pero si pueden disminuir las víctimas fatales en una primera instancia si se hace una vacunación inteligente. La inmunidad de rebaño es un logro que se alcanza mucho más allá del sentido individual de sentirse protegido y vacunado: es decir, quien recibe un vacuna, saltándose en la listas de prioridades lógicas, por tema de tráfico de influencias, o por erráticas fórmulas y diseños pésimos del inexistente plan de vacunación, sigue desenvolviéndose y relacionadose en escenario donde el virus circula y transita, teniendo así, pequeñas posibilidades de contagiarse, muchas menos de sentir fuertes síntomas y casi ninguna de agravar y morir, no obstante, puede dirigirse a su casa, y contagiar a sus familiares que no están vacunados y pudieron ser las prioridades saltadas y ser mucho más vulnerables, dejando en evidencia, que no vacunar a los adultos mayores se termina de una u otra manera convirtiendo en un grueso error.

¿ Cuál es el apuro en vacunar a los educadores, antes que los adultos mayores y sanitarios ?

El gobierno de Nicolás Maduro se sostiene sobre la continúa falsificación de las realidades. El País puede estar cayéndose a pedazos, y los medios oficiales informan que la normalidad y el buen vivir son la noticia del día a día. Las mentiras y la manipulación por vías de la psicología social, y también usando el poder fáctico son características que definen "la gestión" populista, militarista y patrimonialista del ex sindicalista, heredero del capital político del ex presidente Chávez.

Anunciar con bombos y platillos la vacunación del personal docente en todo el país, cuando no se han vacunado los sectores prioritarios, puede tener varias explicaciones, no obstante, según el sociólogo Javier Biardeau, entre los acuerdos con FEDECAMARAS, pudo haberse manejado la urgente necesidad de reiniciar las actividades educativas en el país. Al parecer, para la patronal empresarial, es clave reiniciar determinadas actividades que impulsan la actividad económica de manera inmediata; la movilización de estudiantes educadores y representantes a las escuelas, universidades, imprime varias cifras a los niveles de consumo y con ello, la demanda de mercancías y servicios que reactivarán o ayudarán a despertar, según los empresarios la achicada economía venezolana. También es de valorar, que a los dueños de empresa, les conveniente que los padres de familia, tengan un lugar donde dejar a sus hijos para poder acudir a sus puestos de trabajos de manera regular y puntual; según ésta hipótesis, la vacunación a los maestros, tendría un interés más marcado en la política y la economía, que en la salud y la vida de los ciudadanos.

Otra de las razones lógicas, que pueden ayudar a comprender los motivos por los cuales se prefiere vacunar a los maestros, profesores y trabajadores del sistema educativo, antes que vacunar a todos "los sanitarios" y adultos mayores del país, es que el gobierno no tiene un mecanismo claro para reiniciar las actividades educativas públicas a corto , mediano y largo plazo. Los salarios de los profesionales de la educación, y los trabajadores en general del sistema educativo, hicieron que un alto porcentaje de ellos se dedicara a otras labores, abandonando sus dinámicas de trabajo, ya que sus ingresos no le permitían ni siquiera la alimentación de un día para la familia: ese escenario de despoblación continuada del sistema educativo, es una papa caliente que tiene "el gobierno" de Nicolás Maduro, al cual le interesa poco la educación, pero recibirá una creciente presión social de las familias venezolanas, que han entendido que sus hijos deben estudiar, y que la educación es un derecho humano y por lo tanto deben haber escuelas abiertas con maestros para sus hijos: es por eso, que la vacunación adelantada a los maestros, y educadores, puede fungir como una especie de estímulo/extorsión, para el regreso forzado de los trabajadores a sus actividades, con la consigna "se vacuna a quien trabaje".

En el mes de septiembre, deberían reiniciarse las clases de manera presencial en todo el sistema educativo, y un catalizador de ese proceso, es la vacunación, que también puede servir entre sus distintos usos, para el autoritario y corrupto gobierno, como herramienta politica o mecanismo de control y disuación a las poblaciones sedientas a vacunarse, esto nos deja más que claro, los signos característicos de un gobierno militarista, que planifica estratégicamente, convirtiendo cada circunstancia o evento, sea de cualquier índole, en herramientas o posibilidades y opciones, para perfeccionar su modelo de control, imposición, saqueo y burla al ciudadano.



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Carlos Silva


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