De Renny a Diosdado Cabello

No puedo dejar pasar la oportunidad de solidarizarme con Vivas Santana, en apenas tres líneas manifestarle mi reiterada admiración, en principio y desde hace ya bastante tiempo por tantos conocimientos y capacidad analítica. Hoy por su gran valentía, expresando además mi repudio a la tortura como mecanismo de control cuando no pueden comprarnos la conciencia.

Ahora sí, hablemos de Renny y su trágica muerte, en este nuevo aniversario fue bastante recordado. Sus enseñanzas son guía para todos los que están frente a un micrófono y especialmente los que delante de las cámaras dominan las imágenes de la pantalla chica. Fue una escuela dentro de los medios de comunicación, sin mezquindades trataba de aportar todos sus conocimientos en procura de convertir la televisión en un complemento de distracción y educación.

Hay muchos que lo largo de los años han tratado de imitarlo. No es tarea fácil, por algo fue y por siempre será el numero uno. Diosdado en los inicios de su programa con el público, y las respectivas barras, se daba unos aires a Don Francisco, aquel maratónico show internacional lleno de concursos, variedades y presentaciones artísticas con mucha participación de los presentes.

Por supuesto que el formato de Con El Mazo Dando, incluía otros elementos, que con la habilidad del conductor, producían información fresca, o más bien tubazos para la prensa nacional e internacional.

En honor a la verdad, hay que reconocer su virtud, sobre todo los que hemos tenido experiencias al frente de programas. Animar tres y cuatro horas, no es nada fácil, así se apoye mucho como en su caso, con los videos de Chávez. Estructurarlo es un enorme trabajo de producción.

Desde que le quitaron el público, la conducción dio un vuelco de 180 grados, ya Diosdado no imitaba a Don Francisco, sino al propio y original Renny Ottolina, ¿Estrategia de imagen? Sabrá Dios. La gesticulación y la risa lo alejan diametralmente del número uno, pero el busca ser ese maestro de ceremonia, amable, familiar que habla de sus cosas personales, hasta comenta las visitas y regalos a las tías, para tratar de dibujar un Diosdado caritativo y sociable.

Nada de eso le va, porque Renny enseñaba por ejemplo, ética y ciudadanía, clase que al parecer no le dictaron en El Furrial. Renny no se convirtió en un artista del casquillo. Ni productor de frases amenazantes, como aquella de que si Guaido llegaba por Maiquetía sería detenido, y pasó como si nada.

Lo peor es tratar de controlar las aspiraciones de sus camaradas, en cambio él si puede andar todo tiempo en precampaña, acaso esos programas en el interior del país más bien no se parecían a mítines, en donde se hacían inmensas movilizaciones desde varias localidades para llenar un estadio.

Claro que Diosdado no es gafo, para enfrentar públicamente a Maduro, espera su momento, no puede estar contento cuando a su gente la negrearon en la conformación de las planchas parlamentarias, no puede estar alegre porque sus militares de confianza fueron dados de bajas o no fueron ascendidos, igual no esconde su disgusto por ser nombrado Jefe de la fracción parlamentaria del Psuv, razón por la que no asiste a la Asamblea Nacional, dejándole la responsabilidad a Pedro Carreño

Diosdado manifestó que Renny fue asesinado por el gobierno de turno, se mordió la lengua para no decir el nombre de los gobernantes de aquel entonces. Si habla del dialogo en donde le da mucha importancia a los adecos y copeyanos legalizados por ellos, quitándole las tarjetas a los auténticos directivos. Quizás por eso no habla del nombre de los gobernantes de la época, no quiere caer en contradicción.

Fue muy claro en la posición de Renny, manifestando que tuvo el valor de enfrentarse al "estamento reinante", preguntamos ¿Tendrá Diosdado el valor de enfrentarse públicamente a Maduro?



 



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Claudio Schiveci

Exdirigente juvenil en el Liceo Cajigal de Barcelona, Cofundador de la revista Horizonte, redactor de la revista cultural Candilejas. Columnista en los diarios El Metropolitano, La Nueva Prensa de Oriente y Diario Impacto en Anzoátegui.

 claudioschiveci@gmail.com

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