Las elecciones parlamentarias del próximo 6 de diciembre representan un escenario perfecto, extraordinario, para desmontar la campaña de guerra sucia y agresión en contra de Venezuela, por parte de los Estados Unidos y sus aliados, la voluntad democrática del pueblo y la unión cívico-militar, se impondrán ante el bloqueo imperial. El fracaso de la oposición venezolana nace de su dependencia absoluta de los designios de los gobiernos de Washington. El apoyo de la derecha Venezolana a las sanciones que vienen de la Casa Blanca es total. Su objetivo confeso es postrar al Gobierno Bolivariano y al pueblo venezolano, buscando crear condiciones de malestar social que les permita sacar réditos políticos de la crisis. Son unos miserables. Todas sus maquinaciones persiguen generar el momento de ingobernabilidad y caos, para tomar Miraflores por la vía de la violencia. En este escenario aparece rozagante el malhechor Vecchio, el mismo que asaltó nuestra embajada en la Ciudad de Washington, en los Estados Unidos.

El seis de diciembre es un escenario perfecto, extraordinario, para derrotar la herramienta que tiene la derecha terrorista que dirigí el diputado rastrojo Juan Guaidó, como es el odio, un perverso sentimiento que en los últimos diez años ha permeado la sociedad Venezolana, producto de las manipulaciones de una oposición que no tiene plan ni programa, para enfrentar la crisis inducida que vive el pueblo venezolano, han tomado el odio como herramienta para enfrentar el gobierno del Presidente Nicolás Maduro, esta hazaña les ha permitido dividir a un sector importante de la población, a la que se le ha hecho mucho daño, tenemos un sector importante del País enferma por el odio inducido. Es oportuno el proceso de campaña electoral para que, surjan medios medidas, para eliminar el flagelo del odio, en la sociedad Venezolana, y que a partir del seis de diciembre se reencuentren los vecinos que se habían separaron por la presencia inducida del odio perverso, manipulado por la derecha Venezolana con el apoyo de la Casa Blanca.

En los últimos años de la historia de las relaciones internacionales de Venezuela, con el mundo, hay una terrible y negativa particularidad: el ataque despiadado del imperio y sus aliados por destruir la imagen y la presencia del chavismo en la conducción del ejecutivo nacional, el lamentable decreto presidencial emitido en el 2009 por Barack Obama, el Presidente Estadounidense, que nos consideraba como una nación peligrosa para la estabilidad imperial y el neoliberalismo, al catalogarnos como un país que representaba una verdadera y letal amenaza inusual y extraordinaria, hasta el día de hoy, en que estamos etiquetados por el demente Donald Trump, como un Narco Estado, que hasta tiene el descaro de ofrecer millones de dólares a quien le lleve la cabeza del Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro.

Seis de diciembre un escenario, para reflexionar, para no cometer errores o evitar que se repitan, no cometer errores en la conducción de la dirección del Estado ni en la dirección del proceso revolucionario. Lo que se diga, lo que se exprese en cuanto a dirección y lineamiento de gobierno y de la revolución, no puede tener desviación, debe haber cumplimiento total de las líneas trazada, debemos atender con excelente cuidado los servicios público, entre ellos el servicio de gasolina, que debemos manejar con excelente sentido humanista, el pueblos que hace cola para el suministro de la gasolina, no protesta ni se queja por el tiempo que duran en las colas, ni por el precio que pagan, se quejan por el trato que reciben de los funcionarios que atiende el suministro de gasolina, estos tienen que ser corregidos. Que en esta coyuntura electoral 2020, no aparezca el mata voto.