Auditórium

El confinamiento totalitario: ¡Es una privación ilegitima de la libertad!

“El totalitarismo no puede renunciar a la violencia. Si lo hiciera, perecería. La eterna, ininterrumpida violencia, directa o enmascarada, es la base del totalitarismo”. Vasili Grossman.


¿Hay alternativas al estado de alarma, y a la indignidad del venezolano?

El anunció la prolongación del estado de alarma durante 30 días más y, las críticas a la medida han sido escasas, de parte de un pueblo convertido en borregos a causa del encierro. Es difícil hacerlas cuando se ha instaurado un régimen de terror basado en curvas logarítmicas siniestras, y con especial dedicación a las caras burguesas, o a las personas de más poder adquisitivo debido al lavado de $. No he visto la primera autopsia, de un fallecido en estos 90 días. Precisamente, para ver un caso donde se ilustre que la virulencia del covid19 no es tan mortífera por lo menos aquí en Venezuela: dicen que hay decenas de contagiados y, por el momento, el número de casos graves, y letales, aunque lamentables, sigue siendo limitado.

¿Por qué se han contagiado tanto venezolano, según el gobierno en los últimos días? Casi con total seguridad, dicen los epidemiólogos consultados, que se contagian por la cercanía con personas, con síntomas respiratorios. Todo apunta hacia quienes tienen SARS-CoV-2 (nombre del virus chino que produce el denominado covid19), pero muchos no presentan tos ni síntomas catarrales, contagiando poco. Científicamente, y con los pelos del burro en la mano, y los clínicos existentes, podrían contagiar, aunque científicamente esto no está demostrado. Existen otros diagnósticos epidemiológicos, donde se asegura que no es lo mismo presentar una probabilidad teórica de contagio que ser una fuente potencial de contagio real, y significativo. Porque, además, en el probable caso de contagiar, sucedería principalmente hacia las personas con las que convivan, y con las que tengan un contacto permanente. Hasta el momento carecemos de información sobre las posibles fuentes de contagio. Lo que hay es represión, puntos de controles policiales y militares, y la agresión a la abogada barquisimetana en el estado venezolano de Lara, por parte de un efectivo femenino de la GNB, noticia terrorífica que le dio la vuelta al planeta.

En el bajo % de los casos, la fuente de contagio ha sido, presumiblemente, el contacto con una persona con síntomas respiratorios agudos; en otros %, las causas han sido la convivencia muy cercana con otro infectado potencial.

Último informe del gobierno hoy 26 de junio del 2020: “En las últimas 24 horas las autoridades sanitarias detectaron en el país, un total de 133 casos de transmisión comunitaria de la Covid-19 y 65 importados y dos por contacto con viajero internacional, además de un fallecido para sumar 39 decesos. Elevando el número total de contagios a 4.563, informó este jueves la vicepresidenta Ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez.

Desde la Sala de Prensa Simón Bolívar del Palacio de Miraflores al término de la acostumbrada reunión de la Comisión Presidencial para el Control y la Prevención de la Covid-19, la vicepresidenta Rodríguez señaló que la cifra de pacientes recuperados ascienden a 1.327, lo que equivale a 29% de los casos.

En cuanto a los casos de transmisión comunitaria, dio a conocer que 84 son del estado Zulia, 74 del foco del Mercado Las Pulgas y 10 de Machiques de Perijá. 12 de Miranda, nueve de Lara, seis de Carabobo, cinco de Bolívar, cuatro del Distrito Capital, cuatro de Sucre, cuatro de Falcón, dos de Anzoátegui, dos de Mérida y uno de Trujillo.

59 de los importados son de Colombia, asimismo dos de Brasil, uno de Perú, igualmente uno de Ecuador más dos por contacto internacional. Con estas cifras son 198 registradas hoy, lo que eleva a 4.563 los contagios.

Informó sobre el fallecimiento de una señora de 67 años de edad, quien se residenciaba en el municipio Maracaibo del estado Zulia y presentaba antecedentes de hipertensión y diabetes tipo 2. Con este deceso se eleva la cifra de muertes por este virus a 39.
Rodríguez destacó el número de pruebas aplicadas en despistaje masivo, precisó que hasta este miércoles van 1.176.146, lo que equivale a 39.205 pruebas por millón de habitantes.
Sobre la condición actual de los pacientes refirió que 2.763 están asintomáticos, 420 presentan insuficiencia aguda grave leve, cuatro insuficiencia aguda grave moderada y nueve insuficiencia aguda grave.

Casos detallados por entidad.

Miranda dos familiares con contacto con caso positivo, residenciadas en el municipio Baruta; uno caso de una trabajadora de un supermercado del municipio Baruta; otro caso del municipio Baruta; cinco casos de Petare, dos de ellos, son trabajadores del supermercado referido anteriormente; un caso se trata de un médico que labora en las jornadas de despistaje casa por casa; otro caso de un médico que labora en una clínica privada;

El último caso de esta entidad de una persona con contacto con persona que procede del

Zulia; también se registró un caso en el municipio El Hatillo cuya condición es crítica y en una Unidad de Cuidados Intensivos; el último caso de esta entidad se registró en el Municipio Guaicaipuro, en Los Teques.

Lara: Seis casos del municipio Torres; uno del municipio Simón Planas con contacto con médico positivo; un caso del Municipio Morán y un caso de un comerciante del Mercado Las Pulgas del estado Zulia.

Carabobo: Seis trabajadores de una empresa pública de servicio, Bolívar cinco casos en Ciudad Bolívar.

En el caso del Distrito Capital, dijo de un masculino de 82 años de la parroquia Antímano; masculino de 50 años de la parroquia El Recreo, trabajador de un Centro Comercial de Sabana Grande; femenina de 40 años de la parroquia Sucre y femenina de 44 años de la parroquia Sucre en Catia.

Sucre: masculino 27 años, médico radiólogo; tres casos de una familia de un trabajador de una empresa procesadora de pescado (Femenina de 58, masculino de 17 y niña de siete años)

En Falcón se trata de un masculino de 61 años comerciante del estado Zulia, femenina de 71 años, femenina de 19 años y masculino de 47 años, quien se desempeña como comerciante del estado Zulia.

Anzoátegui, masculino de 36 años y otro de 57 años, residenciados en El Tigre. Mérida por su parte es de una Femenina de 38 años de edad en El Vigía. Finalmente de Trujillo se trata de un niño de cuatro años de edad”. Fin de la cita.

El confinamiento como mal peor, como contingencia de control, y sumisión social. Todo lo anterior expuesto no significa que esto no sea una epidemia con un impacto considerable, que hay que controlar, y mitigar, con la máxima rapidez. Pero hay que evitar las medidas de confinamiento, y de circulación, que tienen más perjuicios potenciales que beneficios demostrados “primun non nocere”. Es necesario analizar su verdadero impacto, sin minimizarlo y sin dramatizarlo. Porque se trata de un virus con una letalidad aparentemente superior a la de la gripe estacional, aunque no han podido determinarlo con exactitud debido a que se desconoce en el caso venezolano, el número de infectados reales.

Las pruebas diagnósticas que se han realizado preferentemente a aquellas personas con síntomas moderados o graves nadie las conoce. En consecuencia, los cálculos de letalidad actuales (entre un 0,5%) están probablemente sobreestimados porque no se sabe a ciencia cierta cuántas personas tienen el virus chino, cuántas están contagiadas, y no presentan síntomas, o cuántas los tienen benignos. Se habla de que un alto porcentaje de personas se infectarán por el virus de manera asintomática, pero, de nuevo, esos datos no son fiables.

Por lo tanto, no sabemos si estamos ante una plaga apocalíptica o ante un virus con consecuencias importantes pero no excepcionales. En conclusión, todavía en Venezuela no se puede caracterizar la severidad de la pandemia, ni tampoco cuál será su impacto en la mortalidad global, es decir, la tasa de fallecimientos en estos 120 días de cuarentena. No es sorprendente que se tenga un impacto mínimo o indetectable.

En nuestro país, se desconoce de los casos graves que padecen patologías previas, y que se han visto agravadas como consecuencia de la infección del virus. Los contagiados por Covid-19 no se tiene la exactitud de sus edades; si son enfermos graves, principalmente con neumonía, datos que no se suministran plenamente cuando los informes de los casos se divulgan.

Ni “encerramiento terapéutico” ni “control social preventivo”. Es difícil comparar el virus actual con pandemias previas porque en ningún momento de la historia humana hubo un porcentaje tan alto de personas, enfermas. Y es más complejo todavía si a esto le añadimos el depósito de personas en lugares hacinados y de riesgo como las actuales barriadas populares.

Se da por descontado, el querer propugnar formas de darwinismo social. Pero preocupa el despreciar el sufrimiento de un gran sector de la población venezolana, que está en su derecho de vivir una larga vida, y lo más plena que se pueda. Es preciso señalar como un hecho que la duración de la vida tiene un límite, y que todos acabaremos falleciendo. La causa, hasta cierto punto, es indiferente. Muchas de las personas fallecidas por el covid-19, tenían una esperanza de vida corta, y altas posibilidades de que por una u otra causa una caída, una diarrea, una infección sufrieran un deterioro grave de su salud o, una involución fatal. La población venezolana por esta grave crisis económica está muy vulnerable y, que priva de sus derechos a la vida, donde es necesario aceptar que muchas muertes prematuras son evitables, y que no se puede acortar la vida debido al alto costo hiperinflacionario. En este punto es difícil ser categórico porque la línea que determina la recomendación del confinamiento, o la decisión terapéutica totalitaria de no trabajar a los más vulnerables, es muy difícil de explicar y está, como es lógico, queda sujeta a un gran debate.

Pero se trata de no olvidar que, en muchos casos, lo que el virus chino, y las intervenciones represivas del aparato militar, y policial, lo que producen es una complicación en las causas del desenlace, pero no el hecho mismo de que este virus produzca.

Por su parte, países asiáticos como Singapur, Taiwán o Corea del Sur han logrado muy buenos resultados, y una contención de la difusión del virus chino con la conocida: “estrategia coreana”

Pero tampoco se debe caer en el “confinamiento preventivo”. En unos momentos en los que el número de contagiados no para de aumentar en una escala mínima, es muy tentador atribuir las actuales curvas de aplanamiento a la falta de medidas más represivas.

Por si solos, los confinamientos no son efectivos para detener la epidemia, y, por si esto fuera poco, tienen un carácter represivo manifiesto, e impiden muchas actividades sin riesgo. En cierta medida se hace pagar a justos por pecadores y, en términos de salud, sus costos son inmensos. Los límites de las cuarentenas ha sido señalados en publicaciones médicas de todo el planeta como: Wendy E. Parmet y Michael S. Sinha, en The New England Journal Of Medicine, Lawrence O, en actas sanitarias. Esto está produciendo, un aumento generalizado del estrés, que puede tener consecuencias en términos de eventos patológicos. Además de las consecuencias derivadas del sedentarismo, y de la falta de ejercicio, sobre todo en los diabéticos. Se habla de que el acceso a internet ha aumentado, así como la ingesta calórica y alcohólica. El confinamiento domiciliario tiene una gran dosis de inequidad evidente, dado que no es lo mismo un adosado con jardín que un rancho pequeño, y poco higiénico. Pero, más allá de los desastres económicos, tendríamos que preguntarnos cuál va a ser el impacto sobre el empleo, el paro a lo arrecho, la precariedad, la seguridad laboral, la economía colapsada. ¿Qué deterioro económico y social esto va a provocar?

La efectividad de los confinamientos masivos no está muy claro, cuando se prolongan durante un largo periodo, y son férreos, lo cual los convierte en inoperantes. Mientras no exista inmunidad natural o artificial no existe ninguna seguridad. En Venezuela se ha encerrado en los últimos días en hoteles a personas contagiadas, con personas que no lo estaban, 24 horas al día. Considerando el largo periodo de incubación de la enfermedad, no hay que descartar que la medida haya empeorado el cuadro general. Si el objetivo era atajar la difusión del virus, con la disponibilidad de los cuidados sanitarios, quizás hubiera bastado con otras medidas menos represivas (restricción voluntaria de contactos y prohibición de Fiestas como las de San Juan el 24 de junio en el Estado venezolano de la Guaira) Impedir la salida hacia la calle, es una medida desproporcionada y que denota, como estamos viendo, una visión autoritaria y militarista de la política, y de la sociedad venezolana. Paralizar toda la economía raya en la mayor locura.

Lo que se necesita según los epidemiólogos consultados es actuar selectivamente, poniendo en marcha una búsqueda activa de positivos, facilitando su aislamiento efectivo, y realizando test del virus de forma amplia. De este modo se podrá monitorear la enfermedad, y no se empujará a que las personas se contagien y desarrollen la enfermedad en sus domicilios, un contagio facilitado por las inevitables salidas para actividades de subsistencia. No se debe confinar indiscriminadamente pero sí hay que hacerlo rápidamente con los sospechosos especialmente aquellos con síntomas respiratorios.

Los datos que, se han proporcionado sobre los afectados por el Covid-19, no refuerzan la estrategia de dirigirse prioritariamente a las fuentes sospechosas de provocar contagios.

El confinamiento militarizado que estamos viviendo es una medida de una inefectividad médica dudosa, tiene un costo–beneficio económico para la nación muy desfavorable, y va a generar graves efectos sociales y psicosociales en la población. Cuando se, alimenta una pulsión totalitaria y punitiva que es muy poco emancipadora, y que desprecia a la ciudadanía. Es necesario cambiar de estrategia. Ahora más que nunca necesitamos de la información. Ahora más que nunca, a los que nos apoyan con palabras de ánimo, a los que nos escriben, los que nos leen, los que difunden nuestros mensajes....

No se confina por motivos médicos, se confina por motivos de controles sociales. Pero nunca se dirá que es por eso. Esto del confinamiento atenta contra los derechos más básicos de las personas y es un ejercicio clarísimo de totalitarismo por parte del Estado. Están probando con ello si pueden anestesiar a una sociedad entera, y están comprobando que sí pueden, con lo que queda sentado esté precedente de privación ilegitima de la libertad.

Este estado de confinamiento masivo no resuelve la propagación del virus ya que el contagio es probable que ocurra en los propios domicilios. Más que estado de alarma se trata de u estado de excepción cuyas razones no acabo de comprender, pero traerá más perjuicios que beneficios.

No entiendo porque no se cambia la estrategia de invertir donde la población entera se haga el test rápido controlado por su médico de confianza o familiar, y se registre quien lo ha pasado, y quien no, y a partir de ahí quien lo haya pasado con un certificado que empiece a salir a levantar el país, y trabajar. Y así revertir a la manada totalitaria. Ahora lo que hay que hacer es diseñar una serie de pautas concretas que permitan a la población llevar su vida con un mínimo de normalidad, impidiendo el contagio, con distancias de separación... lo perverso es que se trata de una vergüenza que perdurará. Lo peor no va a ser la crisis sino la indignidad.

El confinamiento debería ser una opción y no una obligación. Las consecuencias psicológicas, físicas y económicas de estas medidas se verán dentro de poco tiempo como una "lacra" para todos nosotros. Tal, y como se plantea para tener un "pueblo" quieto y mudo.

Una sociedad que está dispuesta a cambiar libertad por seguridad no se merece ni lo uno ni lo otro.

¿Ahora confinar a las personas es quitar los derechos legales en una democracia, donde están los datos que lo demuestren? ¿Han visto como están los hospitales?

La libertad de circulación y de reunión son derechos fundamentales recogidos en la Constitución, tienen su base en la DD HH, que son inalienables.

Cómo no va a estar la izquierda totalitaria contenta con el estado de alarma si todo lo que buscan es el poder del estado, ahí lo tienen, y vayan si lo usan, contra los mismos de siempre... Se trata de un golpe de efecto, medidas propias de un gobierno débil. Y de un Estado totalitario.

El confinamiento sirve sobre todo para intentar tapar la negligencia e ineficacia del gobierno, que aún así es evidente, y las carencias del sistema sanitario.

Percasita11@yahoo.es


 



Esta nota ha sido leída aproximadamente 2246 veces.



Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

Visite el perfil de Edgar Perdomo Arzola para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:


Notas relacionadas