Hugo Chávez y el Porteñazo

El teléfono sonó. Rompió el monótono ambiente de m oficina. Eran las dos y media de la tarde. "Hola Teófilo", oí una voz con acento argentino, pero reconocí al presidente del Banco Guayana. "Hola", le respondí. "Tengo aquí, en mi empresa, en la zona industrial, al comandante Chávez. ¿Te interesa?". Me transforme en un huracán de categoría 5. Tomé las llaves de mi carro, e invité a un fotógrafo para que me acompañara. En la vía me percate que había olvidado mi chaqueta, pero no del grabador. Veinte minutos más tarde estaba haciendo mi entrada a la empresa, fabricante de piezas para la industria.

"Hola, Teófilo, ¿cómo estás?". Era mi amigo el doctor Manuel Quijada, quien había estado preso junto a mí en el cuartel Carabobo, luego del fallido intento de la rebelión militar del 2 de junio de 1962. "Hola, Manuel, ¿cómo te ha ido? Y nos abrazamos. Le dije: "Me llamaron y me dijeron que aquí está el comandante Chávez y he venido a entrevistarlo. "Es cierto, pasa… Ya el comandante viene, mientras tantos puedes hablar con Ceresole. Nolberto te presento a Teófilo Santaella, él es periodista". En efecto, allí estaba el señor Ceresole de quien había oído algunos chismees políticos. No tendríamos cinco minutos de conversación, cuando oí la voz inigualable del comandante. "¿Tu eres Teófilo?", me soltó antes de sentarse frente a mí. Vestía un impecable liquilique verde oliva. "El mismo para servirle mi comandante". Y ripostó: "¿Qué es eso de "mi comandante? ¿Tú eres militar? Le expliqué brevemente.

"Ah, conque tu participaste en el Porteñazo, que buena noticia, chico. Fíjate una cosa, yo tendría algo así como 8 años, cuando oí, allá en Sabaneta, de donde soy, algo sobre unos militares que se habían alzado no sé dónde. Y rapidito llamé a mi hermano mayor Adam, quien estudiaba en la ULA… Bueno yo no lo llamé, hice que alguien en mi casa, lo llamara. Y le dije que me explicara que era lo que había pasado en algún lugar de Venezuela con unos militares. Y Adam, que en eso era un experto, me informó. Me hablo de un grupo de militares de izquierda de la Marina que se había alzado contra Rómulo Betancourt en la ciudad de Puerto Cabello. Adam, militaba en ese entonces en el PRD. Él era un líder de verdad, verdad, en la universidad. Y hasta trató de llevarme a estudiar a donde él estaba, pero, no. Nade que ver, lo mío, era el beisbol. Desde carajito me gustaba lanzar, y de allí mi admiración por el "Látigo" Chávez, y crecí con eso y siendo un zagaletón se me ocurrió meterme a la Escuela Militar, con el fin de jugar beisbol… ¿Negro, a ti no te gusta el beisbol? Ah, eres magallanero. Yo también soy fanático del Magallanes. Pero, Teófilo, vamos a lo que viniste. Saca tu arsenal de preguntas".

"¿Que hizo en su reciente gira por el exterior?", le pregunté para abrir el abanico.

"Muchas cosas, entre ellas visité a Fidel. Por ciento, me hicieron hablar en …., despeds pasé por Argente a visitar a unos amigos que me habían invitado, previamente, regresé y ahora ando recorriendo a mi país, quiero informarle de sus problemas y sus males.".

—¿Piensa, lanzarse como candidato a la presidencia?

—Yo ando lanzado desde que nos alzamos contra el gobierno hambreador. Ahora, bien, concretamente, eso de estar buscando la presidencia, no lo he pensado todavía. En su hora justa le haré saber a los venezolanos y venezolanas mi decisión. Ahora, no puedo distraerme en esos pensamientos. El pueblo hablará por mí, en su momento. Ya vendrán tiempos mejores. Por cierto, un pajarito me sopló que eres director de un periódico aquí en Ciudad Guayana. ¿Es cierto?

—Eso es correcto, mi comandante. Soy el director del diario El Guayanés, luego de haberme jubilado de la Corporación Venezolana de Guayana.

El comandante Chávez me dijo que lo de la CVG era bueno, porque de él llegar a gobernar este país, en un supuesto caso, me utilizaría para empaparse de los problemas de la referida Corporación. "Hay muchas cosas que hay que voltearlas para ponerlas al servicio del pueblo, dijo.

—Entonces eres militar retirado y periodista en acción. Mira, negro, yo conozco algo de Guayana. He estado muchas veces en una parroquia que se llama Unare. También he visitado a Ciudad Bolívar, peo, ojo, no he comido la Sapoara. Dicen que el que la come, se queda para siempre sembrado por estas tierras…¿Tú sí la comiste, verdad?

—No, mi comandante.

Más que una entrevista, aquello me pareció una conversación amena ,muy beneficiosa y noticiosa, además. Por eso, en un momento dado, le solté.

—comandante, está casado, divorciado o enamorado?

—Tremendo peñón me has lanzado, o mejor dicho, utilizando la jerga beisbolera, tremenda recta a las cosquillas, pero yo tengo el deber de responderte y tú de informar a tus lectores. En efecto, estuve casado con una mujer extraordinaria, la negra Nancy. Ella me dio dos hijos. Pero estos avatares trastocan hasta los matrimonios. Pero no me he vuelto a casar, y eso de estar enamorado, bueno está por verse. Mira la vida de un militar comprometido con su pueblo es muy azarosa, nunca hay tiempo para atender como se merece un hogar, tú lo sabes mejor que yo por que estuviste preso por cinco largos años por culpa de esas ideas que te acompaño y que siento que aún te acompañan

El tiempo paso rápido. Pero aún faltaba, pues le tenía destinado a la entrevista las dos páginas centrales, y, por lógica, la portada del periódico. Por tal motivo la entrevista se prolongó, hasta que se debilitó, y le hice la última pregunta:

—Mi comandante, ¿qué significado tiene para usted las rebeliones del Carupanazo y el Porteñazo?

—Mira, un gran significado. Yo pienso que lo hecho por nosotros, el 4 de febrero es la continuación de lo que ustedes hicieron en 1962, de es no tengo la menor duda. Estando preso en Yare, me informé mucho y leí sobre el Porteñazo. Por cierto, un compañero tuyo fue parte del equipo de abogados que me asistieron estando yo preso. Se trata del teniente y abogado Carlos Fermín Castillo. Un gran abogado y combatiente.

En efecto, el teniente de Fragata Carlos Fermín Castillo fue el primer jefe de la PTJ una vez que Chávez se instala en Miraflores. Otros camaradas, salidos de la isla del Burro, ocuparon algunos cargos públicos, como es el caso del recordado amigo Clodovaldo Rucian.

Pero el destino, nos tenía guardado otra sorpresa. A mí me despidieron de periódico, una semana después de la publicación de la entrevista de Hugo Chávez en el Guayanés. Dos de los principales dueños del diario me convocaron a una reunión, en la oficina que yo ocupaba, y uno de ellos, e dijo: "Teófilo, ya has hecho bastante por nuestro periódico, pensamos que debes tomarte unas "vacaciones". Supe que el titular con que el cual había abierto el día síguete el periódico me había "echado": "Responsabilizo a Caldera por cualquier derramamiento de sangre que pueda presentarse"… Hasta que, seis meses después , sonó el teléfono de la emisora Festiva 99.9 FM: "Teófilo, podrías llevar a tu programa "Personajes al desnudo", al comandante Chávez. Como era lógico pensarlo, dije: "Con mucho gusto". El programa se difundía los días domingo y era grabado con antelación.

Debo señalar que el programa "Personajes al desnudo", era conducido por mi colega Milexa Villegas, hermosa , fresca y talentosa mujer y mi persona. El día de grabación era el jueves. Así que amanecía alegre. Grabe varios …. Con algunas personas, para que se opinaran sobre la presencia de Chávez en Puerto Ordaz. Todas, absolutamente todas, fueron positivas: "Que venga el comandante Chávez, y que ponga orden en este desorden, un hombre como él hace falta que tome el poder", dijo una mujer. Un hombre consultando dijo: "El POR AHORA de Chávez, es el clarín que nos anuncia cosas buenas. Este chiripero no sirve, ni lava ni presta la batea, pero pienso que ha Chávez van a tener que presarle el coroto. Este señor Caldera no sopla, y llegó a Miraflores porque se montó sobre la ola que produjo el 4 de febrero y la frase del comandante Chávez". Así, por ese corte, fueron los dos restantes. Cabe destacar que los … los hice al azar, en el propio Centro Comercial "Mamy", donde estaba ubicada la emisora en el segundo piso.

Hugo Rafael Chávez Frías, vestía con pantalón , camisa y un chalequito que le quedaba ajustado a su cuerpo. Venía acompañado por un compañero, subió, con pasos rápidos, al segundo piso donde lo esperábamos, pero antes, se había metido en una peluquería, donde besó a las mujeres, y se dejó cortar el pelo. "Págales", le dijo a su ayudante. Las mujeres dijeron a coro: "Nada, no nos debe nada, comandante Chávez". Desde lejos, abrió sus brazos y saludó, a la par que soltaba: "Otra vez nos encontramos, que fortuna", me dijo, al abrazarme. Y entramos a la cabina de grabación. Él se sentó en el medio. Milexa a su derecha y yo a la izquierda. En frente una espectacular foto de la cantante de música criolla, Rumy Olivo, adornaba la pared, quien había pegado la canción "La flor de Zaraza".

"Bueno, Milexa, Teófilo, que bueno estar aquí en este programa y en este hermoso domingo (Era jueves) y en este maravilloso pueblo de Puerto Ordaz. Un saludo para todos y reciban los mejores deseos del comandante Chávez. Gracias, Milexxa, gracias Teófilo por recibir a este humilde hijo de Sabaneta. Sabaneta de Barinas, ¿lo conocen? ¡Qué bonito es mi pueblo y que recuerdos llevo clavados, aquí en mi corazón, de mi niñez, y de mi abuela! ¿Saben qué?, mi abuela me crio y me consintió. Me llamaba Huguito… Perón, Milexa y Teófilo, me agarré esto para mi sólo. Estoy a sus completas órdenes". (La entrevista se estaba grabando en un casette, que yo le había pasado a Exiober Milano, el operador: "Me respondes por esta grabación, es muy importante para mí. Meses después la entrevista se alojó en un CD. He repartido muchos a amigos, pero aún guardo una reserva).

Una lluvia intensa de preguntas cayó sobre el comandante Hugo Chávez Frías. Nos enteramos, y junto a nosotros, los radios oyentes de esa hora del domingo por la mañana, de la vida del hombre que era noticia a donde fuera. Su "POR AHORA", se había sembrado en los corazones de millones de venezolanos y venezolanos quienes veían en él, la persona que podría enrumbar al país por otros senderos. Así, pues, minuto a minuto fueron saliendo de su boca las respuestas a las preguntas de los conductores del programa. Nos dijo que había nacido el 28 de julio de 1954 en Sabaneta, estado Barinas, donde se crió humildemente con su abuela paterna Rosa Inés. Aficionado a la pintura, la lectura y las matemáticas su infancia transcurrió de forma feliz entre los juegos callejeros, pero el de mayor pasión que lo consumía era el beisbol, cuyo juego lo compartía con la venta de dulces de lechosa que su abuela preparaba.

La hora del programa se fue sin darnos cuenta. A penas quedaba tiempo para la última pregunta, y , estuvo a cargo de mi colega: "comandante, un pajarito me dijo que usted era un poco picaflor, y a simple vista, como dicen por allí, usted se cimbra y corta rabo y oreja… ¿Eso es verdad? Y responde: "Pura fama, Milexa, soy un hombre entregado a mi misión en este país, no me queda tiempo para ese oficio de picaflor". "Pero no me diga que no se ha vuelto a enamorar, pues no se lo voy a creer… Suéltenos algo, recuerde que el programa se llama "Personajes al desnudo", nombre escogido por Teófilo". ¿Se volvió a enamorar?" Responde: "No te apures Milexa, que del apuro lo que queda es el cansancio… Pronto se despejará esa incógnita". "Aja, parece que se resbaló, ahora digamos como se llama". "Llanero no se resbala en invierno ni el verano lo aporrea… Vaina buena es parrandear comiéndose una parrilla, de una novilla bien gorda que no se le ven las costillas", y con esta respuesta me despido: "si hay algo con una dama, pero la respeto y no voy a ir por allí diciendo su nombre. Ya lo sabrá todo el pueblo venezolano, pero como se que tu vas a insistir, te diré dos letras: MR".

Querétaro, México, 2 de junio del 2020.

 



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Teófilo Santaella

Periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la Isla del Burro, en la década de los 60.

 teofilo_santaella@yahoo.com

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Teófilo Santaella

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