8 de Marzo Día de la Mujer Trabajadora

!Conciencia política clara y larga vida camaradas guerrilleras comunistas del Ejército del Pueblo Paraguayo. EPP!

La Mujer y el Arma


..."Según el marxismo-leninismo, el motor del desarrollo de la sociedad humana dividida en clases, es la lucha de clases, son las masas populares las que siempre hacen la historia. Por lo tanto al analizar la relación entre el hombre y el arma nuestro Partido afirma que es el hombre el factor decisivo y critica enérgicamente la teoría burguesa según lo cual es el arma lo decisivo.

El proletariado y el pueblo trabajador oprimidos y explotados han derribado, en la lucha de clases, el yugo opresor, han conquistado triunfos consecutivos. De haber escuchado la tesis que considera el arma como factor decisivo y el poseedor de muchas y buenas armas como seguro vencedor sobre el que tiene pocas y malas, el proletariado y los pueblos oprimidos se habrían cruzado de brazos y encaminado por un callejón sin salida y no habrían podido construir, partiendo con las manos vacías, la obra que actualmente han realizado"...
Vo Nguyen Giap

La mujer comunista en pie de combate, enmarcadas en la continuación de la política por otros medios, hacen frente con gallardía y audacia a las fanfarrias de guerra de la burguesía decadente. La confrontación de clase, entre oprimidos y opresores, de la violencia revolucionaria emancipadora, resistente al opresor, contra su violencia reaccionaria que busca congelar el presente expoliador y bárbaro del capital sobre el trabajo. Las mujeres comunistas toman partido y a brazo partido.

Su condición de mujer combatiente comunista y su relación con el arma, en el contexto de lucha de clases, que nos atraviesa, el fusil proletario no es ningún fetiche enajenante, ni una brutalidad alienada y desesperada. Sino producto de reflexiones y decisiones conscientes que llevan a la mujer comunista, como parte de un sector del pueblo dispuesto a luchar por su verdadera emancipación, a asumir condiciones duras de vida y de lucha, que, lejos de indisponerlas, las eleva, las despoja del concepto mistificado de su supuesta fragilidad física. Su condición de proletarias, las somete a enormes sacrificios por sus hijos y su familia. Esta vez; en su capacidad y flexibilidad dialéctica, surgidas en largas batallas contra el opresor, templa su gallarda intrepidez. Lo catapulta en las mas altas esferas de la lucha de clases por objetivos superiores. Aquí se juega el porvenir de toda su clase. En la búsqueda de liberar la mano e inteligencia de la clase obrera, es capaz de sobrellevar y contornear las más difíciles situaciones. Renuncia a la "civilización" de la modernidad, y traspasa al habitad de nuestros antepasados. Regresa a la selva. Esos lugares por donde caminaron las indias insurrectas, Juliana y Anahi, desde donde se forjó el proceso libertario paraguayo de 1811. El silencio discreto y cómplice del follaje tupido de agrestes e impenetrables trincheras. Portadoras de oídos receptores y corazones nobles, sensibles ante el dolor de su clase. Invitan a reflexiones, desde el Materialismo dialéctico, bajo condiciones que dejan nulas posibilidades para la ambigüedad o decisiones apresuradas.

La mujer comunista guerrillera epepista, munida de conciencia revolucionaria, audacia de guerrera guarani proletaria, profundo amor a su pueblo haraposo y explotado se predispone a sembrar semillas libertarias.

Ellas, baluarte de su clase, luchan desinteresadamente, el único interés y motor operador es su conciencia revolucionaria, su indignación incólume contra la mercantilización del trabajo obrero/a, su fe inquebrantable en la certeza de la revolución como un determinismo categórico de la civilización humana que hace tiempo ha trazado las bases materiales para el advenimiento de una sociedad donde el proletario/a, artífice y hacedor de todo lo humanamente construido y pensado, usufructúe lo suyo en colectividad.
Comunistas epepistas, ellas, renuncian a lo más preciado del ser humano, su libertad individual. En lucha abnegada contra el acoso del enemigo y viejas concepciones reduccionistas y reaccionarias que lo sitúan como adorno - objeto cosificado y alienado, asumen y cambian, el frío y cínico papel que le asigna la sociedad mercantil de fetiche lujurioso, por el intrépido, rebelde, pensamiento político claro y frontal de comunista sin ambages.
A ellas, a las camaradas de cientos de batallas, contra la opresión patriarcal, contra la opresión del capital, ustedes son nuestra guía como el luciérnaga que hace luz en la más negra noche. Ustedes, invencibles e inclaudicables guerreras, que ni sus exigentes condiciones de combatiente, jamás ha mellado en su espíritu rebelde. La lucha de clases, la han tomado muy en serio.
Los multicolores ruidosos pero vacíos de contenido del postmodernismo, no los encandila ni persuade. Sus posiciones la asumen en primera línea de combate de la lucha de clases. Nada que contemporizar, nada que conciliar, nada que maquillar.

Sus manos proletarias, sus cuerpos sin pinturas y encalladas, su mente clara y aguda, junto con el pueblo en el fragor de la lucha, no se prestan a atajos, signos claros de sus compromisos inalterables con la emancipación de las mujeres trabajadoras y con toda la clase obrera.

Guerrilleras comunistas epepistas, ustedes que forjan el porvenir, en sus manos está asegurado su concreción. Conciencia revolucionaria y larga vida camaradas!

Hermanas obreras, campesinas, nativas ustedes son la savia rebelde y constructora de la humanización proletaria, Por este día gratitud!

Larga vida camaradas!

Las siembras del prado revolucionario ya asoman sus cabezas!

Hasta la victoria siempre!

Carmen Villalba.
Prisionera Comunista Epepista.



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