Puente Orinoquia (noviembre 13 de 2.006): de cómo un bienestar para el pueblo causa malestar en el oposicionismo venezolano

Considero triste ingresar el nombre de un político de la oposición venezolana en las líneas que siguen, pues habrá de ser en medio de un contexto de conmovedora mezquindad respecto a su propio pueblo, a quien expoliaron y utilizaron para su propio peculio durante más de medio siglo, dejándonos casi sin patria. Y cuando digo político me refiero a esos bichos del discurso diario y a sus amos, los privilegiados de siempre, plutócratas sin remedio, minoría apátrida, clase enriquecida a costa de la sangre, el sudor y la lágrima de los pobres de la tierra, en este caso, de Venezuela. Naturalmente, desde su posición mezquina al reconocimiento y a la reflexión conciliadora, esta ralea no comulga con la alegría generalizada y apuesta a la negación, a la crítica destructiva, pues soltar desde sus labios una perla en loa a la actual gestión de gobierno constituiría para ellos un acto de traición a sus principios desnacionalizadores y apátridas.

El segundo puente sobre el Orinoco, o Puente Orinoquia, data en idea desde 1.966, cuando la Corporación Venezolana de Guayana (C.V.G.), realizó los primeros estudios de factibilidad en ocho sitios diferente en el trayecto entre el este de San Félix y el Oeste de Sidor. Los siguiente son datos concisos sobre la estructura, tomados de Wilkipededia, quien inmediatamente reflejó en sus bases de datos su inauguración:

Tiene una extensión de 3.156 metros, cuatro torres principales de 120 m de altura, 39 pilas, dos estribos, 388 pilotes, una altura libre sobre el nivel de aguas máxima de 40 metros y un ancho total del tablero de 24,7 metros, con cuatro canales de circulación más una trocha ferroviaria. Además posee:
Enlace desde la Autopista Ciudad Bolívar-Ciudad Guayana: 6 km y 4 canales de 3,6 m
Enlace desde Los Pozos (Monagas): 35 km y 2 canales de 3,60 m
Desde La Viuda (Anzoátegui) hasta el puente se recorrerán 125 km con 2 canales de 3,6 m
Se utilizaron los siguientes materiales:
Hormigón armado: 179 m³
Acero de refuerzo: 34,5 m³
Acero de estructuras: 25 toneladas
2.253.112 m³ de construcción de terraplenes
El puente mixto (carretero-ferroviario) sobre el río Orinoco es de tipo atirantado con configuración de abanico y torres en forma de H.

La nueva vía favorecerá el desarrollo de las áreas agrícolas e incrementará la explotación del potencial turístico y fortalecerá la industria.

El transporte de la vía férrea facilitará el transporte hacia el resto del país y los puertos de exportación de los productos de hierro, acero, aluminio y madera de la región Guayana.

Ello sin comentar los beneficios de carácter turístico (30% de incremento) y comercial que trae aparejado para el desarrollo local y nacional. También el concepto de integración adquiere visos de mayor proporcionalidad, dado que un ferrocarril podría en un futuro partir desde el norte de Venezuela y, sin la objeción del caudaloso río, podría enrumbarse hacia un destino sureño extrafontera.
Pero viene el sinsabor de toda historia o película, en boca de jurásicos representantes de la oposición venezolana, prestos a enturbiar con sus medios de comunicación el brillo de cualquier movida de pieza que apuntale la prosperidad del país. Todos pujan en desorden por criticar en su mejor estilo la culminación de la obra. Aquí mismo (estoy en Pto Ordaz), un muerto en vida vocero de la Causa R menoscabó lo del puente por considerar que fue ideado durante la época de la Cuarta República, y ello, en su opinión, no lo hace merecedor de halago, por considerarlo como obra suya. Da risa, en verdad. Provoca preguntar "¿Y por qué coño no lo construyeron, pues?", pero da, también, un temor infernal descubrir la obcecación opositora y su pobreza de alma: "¡Chávez nos tumbó del gobierno!" Casi cuarenta años dispusieron para iniciar la obra, hasta que el presidente Hugo Chávez les asestó el palo cochinero en el 2.001, cuando dio la orden de construcción. Verdaderos estúpidos de la fauna política nacional.

Otro iracundo fue un representante de COPEI. Hoy anda en la instancia competente colocando la denuncia de un sobreprecio.

Otro es un dirigente local, aquí en Guayana, quien asevera que el puente no es obra del gobierno nacional sino del estado venezolano. ¿Podemos entendernos? Hasta trabalenguas dialécticos hacen en su ceguera destructora.

Otro... Basta: con dos ejemplos basta. Hágase una regla de tres y visualice a futuro qué esperar de la triste oposición venezolana. Ya molestan por ahí de tanto andar rumiando la pérdida de su otrora racimo de cambur: Venezuela.

¡Vamos, presidente Chávez, proponga el Ferrocarril del Sur, para que estos miserables fenezcan de una vez por todas de envidia y mezquindad, probablemente sentados en la comodidad del mismo viaje!

camero500@hotmail.com



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Oscar Camero Lezama

Escritor e investigador. Estudió Literatura en la UCV. Activista de izquierda. Apasionado por la filosofía, fotografía, viajes, ciudad, salud, música llanera y la investigación documental.

 camero500@hotmail.com      @animalpolis

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