Nos descubrimos

Por mucho tiempo, el asentamiento de españoles y portugueses en América, a partir de la llegada de Colón, fue abordado desde la perspectiva de un incuestionable descubrimiento. La fortaleza de esta visión europea se ha ido debilitando, desde hace algunos años. Otras visiones, surgidas a la luz de los pueblos que fueron vejados durante ese proceso, niegan fehacientemente el "descubrimiento" y describen este acontecimiento histórico como una barbarie hacia América.

Los términos de invasión, inmigración, contacto, encuentro, terrófagos, saqueo, expoliación, holocausto, genocidio y otros señalamientos ante el arribo de Cristóbal Colón a estas tierras denominadas americanas en 1492, tienen asidero concreto y real en el tiempo histórico.

La expansión del catolicismo, el mercantilismo y del reino de España hacia estos lares, debe enlazarse con la violencia de la conquista y el ascenso de una nueva cultura dominante, en un territorio de gran diversidad cultural, social, política y económica.

¿Fue un descubrimiento?

En un sentido literal, los visitantes europeos se encontraron ante lo desconocido, inimaginable, sorprendente. Una población diferente a sus propios modos de vida. Los indígenas representaban algo nuevo, un descubrimiento; algo en primeros términos, incomprensible. Atendiendo este planteamiento, no se ha inventado nada, mucho menos se ha invisibilizado lo ya existente, como las culturas ancestrales, milenarias de la América.

Las grandes culturas expandidas a lo largo y ancho de todo el continente americano, desde Canadá hasta la Tierra del Fuego en el Sur, demuestran la variedad y riqueza humana desconocida por la Europa medieval y del renacimiento. Los Caribes, Timoto-Cuicas, Chibchas, Tamanacos, Incas, Mayas y Aztecas eran civilizaciones con características incomparables, desde los recolectores y cazadores, hasta los agricultores que utilizaron regadíos, canales, ciudades organizadas, imperios y vida colectiva comunitaria. Además, poseían sus propias religiones sustentadas en los fenómenos de la naturaleza.

¿Fue una invasión? ¿Conquista a sangre y fuego? ¿Un contacto cultural? ¿Un encuentro?

Todos los fenómenos arriba mencionados, sin duda, ocurrieron. Los europeos no solo invadieron los espacios geográficos de américa, también saquearon sus riquezas, sometieron a los pobladores a tratos crueles e inhumanos, impusieron nuevas formas sociales, despreciando usos y costumbres de esos pueblos autóctonos.

Si bien es cierto, el encuentro entre estos dos mundos, escribió una lamentable página de horror para los americanos, también es cierto que este contacto hizo posible una fusión cultural de gran impacto a escala mundial que se registra en la historia de la humanidad. Surge entonces, la transculturación, en todos los ámbitos. Aunque ya en Europa, específicamente España había sido dominada por la cultura árabe durante 800 años. El territorio americano amplía y diversifica su patrimonio cultural. El intercambio y adopción de distintas tradiciones, costumbres, creencias, comportamientos, lenguaje, etnias, se concreta a través del mestizaje y esto, hace posible una nueva realidad cultural.

Venezuela es una sociedad transversalizada por las culturas africanas, europeas e indígenas en un primer lugar. Esto representa la base de la venezolanidad, una realidad insoslayable. De tal manera que no se pueden omitir los aportes de estos tres elementos a la hora del análisis de la sociedad venezolana y de gran parte de la América.

En la actualidad, los efectos culturales de Europa en Venezuela y América del Sur son altamente significativos. Después de la guerra de Independencia, estas regiones quedaron asoladas, destruidas, con pocos habitantes. Los italianos, corsos, árabes, franceses y alemanes esparcieron su influencia después de la segunda mitad del siglo XIX en Venezuela. Hoy por hoy, no somos un producto de españoles, ni africanos e indígenas de manera exclusiva. Esto ha extendido una interesante gama cultural que ha hecho del país un mosaico bien agradable.

Considero necesario, profundizar el discurso sobre la presencia de Europa en los primeros intercambios con América y relacionar ese acontecimiento de la llegada de europeos a nuestra América con la situación actual.

La utilidad de la historia es contribuir con la comprensión de los cambios constantes que vive la humanidad.



 



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1157 veces.



Orlando Balbás

Prof. en Ciencias Sociales. Magister en gerencia educativa. Jubilado del MPPE.

 orlandobalbas27@gmail.com      @orlandobalbas

Visite el perfil de Orlando Balbás para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: