Comienza octubre con el Huracán Bolivariano recorriendo el mundo; la Europa, que tanto ha invertido para tratar de desviar la atención hacia Venezuela, en complicidad con Estados Unidos y sus "perros falderos" -como se autodenominan los gobiernos que cenan sobras de la Casa Blanca – no puede tapar el sol con un dedo: Cataluña ha demostrado la fuerza de un Pueblo decidido a ser soberano y ha desnudando el franquismo dictatorial y arrogante que gobierna España. Todo ocurre en octubre, mes revolucionario; el Octubre Rojo, Octubre Bolchevique; mes vibrante de la gloriosa Revolución Soviética que marcó la historia de la humanidad para siempre, con la llegada al poder de los trabajadores en 1917. Tal como ocurrió en Venezuela con la Asamblea Constituyente, la primera gran hazaña del congreso soviético fue la paz: la Unión Soviética suspendió unilateralmente la participación de Rusia en la Primera Guerra Mundial y propuso a Alemania un tratado bilateral, deteniendo de inmediato la locura belicista que sumergió a Rusia en una gran depresión. El Congreso de los Sóviets también aprobó el Decreto de Tierra, que abolía la propiedad de los terratenientes, la cual pasaba a manos de los consejos para su distribución entre los campesinos y la dirección de las fábricas pasó a manos de los comités de obreros que, en primer lugar, legalizaron la jornada laboral de ocho horas. Octubre también conmemora la Victoria Perfecta de Chávez el 7 de octubre de 2012, el Pueblo de Bolívar reeligió a Hugo Chávez en la Presidencia de la República, consiguiendo un triunfo "en toda la línea de batalla", como lo definió el mismo Comandante Eterno, luego de una campaña feroz y criminal, plagada de manipulación, amenazas de guerra, operaciones psicológicas y el atentado a la refinería de Amuay, que causó mucho dolor, pero también mayor conciencia en el electorado que le vio la verdadera faz al enemigo. Para rematar, hasta la naturaleza se manifiesta con fenómenos propios del llano: Argenis Chávez tiene la bendición de San Francisco en cada acto y caravana: vientos huracanados estremecen el llano y el pie de monte cada vez que la Fuerza de Chávez recorre Barinas y, cuando Argenis sube a la tarima, se desata el aguacero y el frenesí en la militancia. No bastando con eso, al llegar el mes de octubre y enfrentar el Zamora FC un rival importantísimo en La Carolina, justo al comenzar el Contacto con Maduro, el cielo de Barinas se encapota y los celulares comienzan a captar y difundir ese extraño fenómeno sobre el Candidato del Pueblo y su equipo de trabajo. Desde toda la inmensa llanura barinesa llegan fotos y videos de "El Cielo Encapotado de Santa Inés" y la explicación genuina de la mujer llanera: "es que el General Zamora también anda con Argenis… el 15 de octubre el malandro va a comer polvo de la sabana!" Quizá por eso las vallas publicitarias del candidato fascista en Barinas tratan de venderlo sin pueblo. En todas las gigantescas fotos de Supermalo la gente a sus espaldas está difuminada, borrada, fantasmagórica, apenas se notan las banderas invertidas y no es por gusto o por un error del psicópata JJ Rendón: esa publicidad es científicamente concebida para vender un "político" fabricado, sin identidad, sin pueblo, sin propuesta de gobierno, mucho menos puede mostrar el rostro de quienes fueron víctimas de su ola de violencia durante las guarimbas; Supermalo, como ficha estratégica del partido fascista y uribista, sólo espera el 15 de octubre para cantar fraude y esperar la "intervención extranjera". Pero octubre está marcado por la hoz y el martillo, por el machete en la mano, por la Victoria Perfecta, por el Ave Fénix que renace en Amuay, por un Pueblo que aborrece el fascismo y un mundo pluripolar que Estados Unidos no termina de aceptar, de entender, como tampoco lo entiende el fascismo. Al fin y al cabo las empresas de publicidad sólo se encargan de imprimir las millonarias vallas de un candidato que no tiene, ni siquiera, la suerte de Hugh Hefner de retratarse bien acompañado.