Por qué no, no y no

"La revolución ha llegado, está presente una vez más ocupando

un espacio que le pertenece al soberano pueblo venezolano,

el Capitolio Federal, símbolo de … liberación,

de igualdades y de búsqueda ¡Pueblo y Revolución!"

Hugo Chávez, 5 de agosto de 1999.

La emoción del comandante Chávez expresada durante la primera sesión de la Asamblea Nacional Constituyente, permite entender por qué la burguesía violenta y golpista no ha aceptado nunca la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) y hoy también rechaza la realización de una nueva ANC.

Burguesía no es pueblo. Al menos eso cree nuestra elite enriquecida a costa del Estado, administrador de la riqueza petrolera de todos los venezolanos. Pueblo son "los pata en el suelo que ponen los muertos para que la historia cambie" diría Gino González.

¿Qué tiene que ver eso con la ANC? Muchísimo. Las constituciones dan un marco jurídico a las relaciones sociales que operan en una sociedad y suelen ser redactadas por la clase dominante para garantizar su dominación e intereses. Así, en las aprobadas en Venezuela hasta 1999, la burguesía trasnacional y la nuestra parasitaria se aseguraron un acceso preferencial y casi ilimitado a nuestros recursos, dejando colar hacia el pueblo un mínimo indispensable para mantener al país en calma.

Mas llegó Chávez y mandó a parar. Llamó al pueblo a voltear la tortilla, a darle prioridad a lo humano por encima de lo económico. Entonces, el pueblo aprobó la CRBV de 1999. Sustituyó la democracia representativa por una participativa y protagónica; incluyó la independencia, la soberanía, la integridad territorial y la autodeterminación entre los derechos irrenunciable de la Nación; reconoció la intransferibilidad de su soberanía; inició el Título III De Los Derechos Humanos Y Garantías Y De Los Deberes con la obligación del Estado a "garantizar, conforme al principio de progresividad y sin discriminación alguna, el goce y ejercicio irrenunciable, indivisible e interdependiente de los derechos humanos" e incluyó un capítulo III final, relativo a la ANC. Es decir, estableció el carácter antimperialista y soberano de la Nación, reorientó la distribución de la riqueza hacia la satisfacción de sus derechos (sustento de las Misiones orientadas inicialmente a la cancelación de la deuda social acumulada) y legisló el ejercicio directo de su soberanía en ANC.

Estos pocos aspectos destacados bastan para explicar por qué la burguesía es violenta y golpista. Violenta por clasista. Golpista porque llegar al poder a través de elecciones implica gobernar en el marco de la CRBV. Implica no poder cumplir el compromiso con sus amos foráneos de imponer en Venezuela el modelo que están instrumentando otros gobiernos agentes de la contrarrevolución neoliberal que ha emprendido EEUU para recuperar el control político y financiero de su "patio trasero".

(continuará)

Mariadela Villanueva

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Mariadela Villanueva

Analista y comunicadora. Socialista y chavista. Firme creyente del poder popular

 mariadelav@gmail.com      @mariadvillanuev

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