¿Son leales los chavistas?

Con motivo de la famosa carta o documento del ex planificador de la revolución, Jorge Giordani, la palabra lealtad ha cobrado vigencia. Se le oye en la boca de la alta dirigencia del PSUV. No nombran a Giordani, pero le muestran el tramojo. Muchos, dentro del partido de la revolución piensan que tardó en piar, ya que era uno de los funcionarios con más años en el alto cargo gubernamental. Y que debía haberse ido en silencio, tranquilo y en paz, sin echarle ese pajón al proceso. Eso dicen voces del PSUV.

Por otro lado, la derecha no lo perdona, y lo señalan como el artífice de una economía centralizada, y, por ende, el responsable de la debacle económica. Él era el zar de la economía cuando sucedió lo de CADIVI. Donde se extraviaron unos 30 mil millones de dólares. En más de una vez anunciaron que señalarían a los responsables de tal hecho. A Giordani lo obligaron abandonar el barco, sin que se conociera los responsables. El guarda el secreto. Y más temprano que tarde se sabrán los nombres que mancharon la revolución, con un acto digno de la IV República.

2. ¿Son leales los chavistas ante el legado?

Veamos que se entiende por lealtad: En primer lugar, es un valor sumamente importante. Básicamente, es una garantía (o debe serlo) de no darle la espalda a determinada persona, grupo social o líder de un partido político, donde privan lazos de amistad, de solidaridad, o ideológicos. La lealtad se manifiesta a través de la fidelidad de un ciudadano a su Estado, a su Paria, a un grupo social establecido o a un gobernante. Es un honor se leal. Por eso se valora tanto a los hombres y mujeres leales a un compromiso con un legado, tal como sucede con el legado que nos dejó el Comandante Supremo, Hugo Chávez Frías. En fin, la lealtad se manifiesta en todo momento: en los buenos y en los malos.

El chavismo y las fuerzas revolucionarias son descomunal y visceralmente leales al legado de Hugo Chávez. Oyeron a líder eterno, cuando el 8 de diciembre, en su última aparición en la televisión, pidió de lo más hondo de su corazón que eligieran Presidente a Nicolás Maduro. Y así lo hicieron, a pesar de dolor y la tristeza, el chavismo acudió a las urnas electorales y le dio la victoria a Maduro. Más prueba de lealtad no puede haber.

3. La lealtad está presente en el III Congreso del PSUV

Basta observar lo que pasa en el III Congreso del PSUV para constatar la firmeza, el nivel de conciencia, y la lealtad al compromiso con el legado de Hugo Chávez Frías. Es en estos momentos de crisis, cuando el chavismo saca fuerzas de donde no la tiene, para enfrentar con orgullo los ataques de la derecha interna y la externa. Eso por un lado. Por el otro, se constata la sólida organización de este partido. El cual, dicho sea de paso, es uno de los legados más importantes que dejó el Comandante Supremo, en manos del nuevo liderazgo, y de la base revolucionaria del partido. Nadie puede negar que el proceso pasa por malos momentos, tanto por la guerra económica gerenciada desde el imperio, como por algunos errores que se han cometido. Entre éstos está la corrupción. Mal perverso que no se ha podido controlar.

4. Los milagros existen

Para mí, Hugo Chávez Frías, fue un milagro de Dios. Nos lo mandó en los tiempos precisos. Ese milagro perdurará por los tiempos de los tiempos. Nos dejó su legado. Integrado por muchas cosas: despertó a la masa de excluidos que permanecían dormidos, gracias a los gobiernos de la IV. Le dio valor a la mujer, la elevo. Dejó un partido organizado y combatido. Dejó las misiones, uno de sus más grandes logros, pues, a través de ellas, se le dio vida a millones y millones de excluidos. Dejó la Gran Misión Vivienda Venezuela. Una manera eficiente de suplir de vivienda a los venezolanos que nunca tuvieron acceso a una vivienda digna. Pero, sobre todo, dejo un pueblo hecho conciencia, listo para defender, ante los peligros de la derecha y el imperio, a la Patria, con convicción de pertenencia. Rescate de los símbolos de la Patria, especial los tres colores de nuestra bandera. Basado, en el milagro que fue Chávez. Pero lo máximo fue la Constitución. Ese libro azul es el más preciado del legado del súper Gigante. En ese sentido, pienso que se requiere otro milagro para enfrentar la amenaza que se cierne sobre el proceso revolucionario. Y su piso es la unidad, unidad y más unidad. ¡Viva la Unidad!

¡Volveré!



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Teófilo Santaella

Periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la Isla del Burro, en la década de los 60.

 teofilo_santaella@yahoo.com

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