Lecciones, elecciones y reto histórico

Si establecemos una correlación entre políticas públicas y resultado electoral sin duda alguna el ejemplo serían el gobierno de calle, la guerra económica y el resultado victorioso de El Gran Polo Patriótico en las elecciones municipales del 8-D. El pueblo venezolano sigue a la revolución en una relación directamente proporcional a sus expectativas como pueblo de libertadores. Cuando se habla de cárcel para los corruptos, cuando se combate la evidente especulación, cuando se señala hacia los responsables gubernamentales y privados con acciones contundentes; el pueblo va a acompañar a la dirección política a costa de cualquier sacrificio por exagerado que este resultare. ¿Acaso el pueblo heroico no derroto al paro petrolero y empresarial con la hidalguía de quien conociendo las causas ocultas de la derecha, soportó estoicamente las colas en las gasolineras, las largas filas para proveerse una bombona de gas?, el acoso de la burguesía contra el gobierno de Hugo Chávez no doblegó al pueblo, no pudieron engañarlo.

De este modo, cuando el pueblo reconoce que las políticas van en la dirección correcta, se reconoce como sujeto activo, se auto convoca y no duda en aportar su enorme potencial transformador con una decisión que sobrepasa cualquier laboratorio de espantos y miserias inseminadas artificialmente por los manuales de tumbar gobiernos que aplican el pentágono norteamericano y sus sirvientes. Cuando se salta un escalón en la participación y el protagonismo, cuando se anula la democracia interna, cuando le hablan de coptación, cuando se recurre a figuras mediáticas por un vacío de permanente seguimiento y estímulo a los liderazgos regionales que el pueblo reconoce como suyos, el resultado por mucho rating que prometa suele desplomarse.

Entendamos de una vez que el pueblo sabe, sabe y más que muchos asesores internacionales, no es sabio subestimar a una estirpe que por el puro amor a la libertad traspasó sus fronteras, libertó cinco naciones y regresó en paz sin botín de guerra y sin impuesto de servidumbre, un pueblo que derrotó la maquinaria y la embestida de todo el poder transnacional y la CIA norteamericana sin disparar un tiro durante el paro petrolero, es un ejército indestructible, que solo se alimenta de moral, si ella falla, se apaga el fuego. Nunca hubo mejor ejemplo de cómo pueden percibirse los efectos tangibles de lo intangible, el efecto de la moral revolucionaria sobre el poder político cimentado por la ética y la moral de los revolucionarios y las revolucionarias.

Presidente Maduro, debo reconocerle el mérito de haber sacudido la inercia burocrática y algunos infiltrados que le estaban propinando un daño terrible al futuro de la revolución bolivariana. No se rinda que tiene un pueblo esperanzado en que esas medidas se profundicen, si bien Nuestro Comandante Hugo Chávez supo reconocer en usted el sucesor necesario, ahora con el pueblo de su lado no hay macolla ni corocillo que lo desvíe, hay revolución para rato, el pueblo vive de esa esperanza y jamás lo abandonaría si toma las decisiones que tiene que tomar, hay viento a favor y estamos dispuestos a acompañarle por los caminos más difíciles pero apegados a la moral y al sentido de amor que Chávez logró despertar en el pueblo. Eso si es noticia.

Ingeniero Agrónomo
aridell@gmail.com
@aridellparaguán



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