La derecha venezolana apuesta a un colapso económico

Nuevamente la sociedad venezolana sufre los efectos de una campaña desestabilizadora, la derecha venezolana apuesta a un colapso económico. Esta estrategia no es nueva, se aplicó en 2002 – 2003 generando angustia y desazón en el pueblo, con un grave sabotaje petrolero, que trajo destrucción en las plantas y una grave crisis de combustible, miles de colas y una  navidad postergada en muchas familias. Estos síntomas de una política deshumanizada, impulsada por los sectores de la denominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y los sectores empresariales de FEDECAMARAS, apuestan al desabastecimiento, a la inflación y el descontrol de precios, para lograr sus objetivos políticos este 8 de diciembre en las elecciones municipales en Venezuela. 

Sobre este tema el periodista José Vicente Rangel informó en su programa,  que recientemente se produjo una reunión en Perú de "…dos destacados dirigentes de la oposición venezolana, con dos fiscales de Estados Unidos y varios cubanos residentes en el país norteamericano, a fin de coordinar con empresarios y comerciantes el plan denominado Colapso Total contra el Gobierno nacional”.

A lo que agreg ó que “Un dirigente opositor venezolano que vive en Perú patrocinó el encuentro, en el cual se busca acentuar al máximo el desabastecimiento en el país para crear descontento y aprovechar el escenario electoral de diciembre, destacó el experimentado comunicador social y político”.

Por último añadió Rangel que “los opositores tienen planificada otra reunión en la ciudad de Bogotá, Colombia, para discutir planes violentos en Venezuela, donde se prevé la presencia de ex gerentes de Petróleos de Venezuela (PDVSA) y de personas que representan al ex presidente colombiano, Álvaro Uribe, como Sebastián Pinzón y Camilo Conde, quienes son los encargados de adelantar gestiones de participación con grupos paramilitares en la zona fronteriza de La Gabarra y Puerto Santander".

Es importante señalar que la derecha trata de desconocer estas denuncias diciendo  que no son parte de un sabotaje económico, tampoco son parte de las acciones desestabilizadoras contra la industria petrolera, contra la electricidad, que no ha generado especulación, que desconocen la  malversación con los controles de cambio en la entrega de divisas, que solicitan dólares o euros para comprar mercaderías, pero la mayoría de esas divisas la ingresan a la especulación en el mercado paralelo.  La verdad desnuda la mentira y la derecha venezolana  jugado al cinismo, ocultando sus verdaderos objetivos: el derrocamiento del presidente Nicolás Maduro, por cualquier vía.

El debate ideológico se debe sustentar en una nueva conciencia ética

Ante este plan macabro de la derecha que ha generado descontento en  varios sectores populares al no poder obtener productos de la canasta básica, las consecuencias del desabastecimiento son ampliadas en constantes notas de prensa, en una organizada campaña mediática de los medios de prensa privados, los que atribuyen  al gobierno bolivariano ser el causante de una crisis económica producto de la incapacidad del gobierno de Maduro.

Pero nadie habla de las miles de toneladas de comida, que se entregan en las redes Bicentenario, MERCAL o PDVAL, porque muchos de esos productos se desplazan al mercado paralelo, donde buhoneros y empresarios venden a altos precios en un mecanismo perverso de venta y reventa, que solo perjudica al pueblo venezolano.

Esta campaña de derecha solo puede ser contrarrestada con la participación del pueblo, pero para lograr este objetivo debemos elevar la conciencia y la moral, porque no podemos ser meros espectadores de una campaña desestabilizadora ya que la derecha juega a nuestra pasividad, al ver cómo nos roban al elevar los precios, porque compramos por gandolas el papel toilette, porque hacemos colas para la harina pan, sin preguntarnos porque pasan estas cosas.

Muchos compatriotas no valoran los cambios en nuestra sociedad en 14 años, muchos no recuerdan los efectos del Caracazo, los ajustes económicos de Pérez, los ajustes de Caldera, la perdida de la prestaciones sociales, o el quiebre de bancos, o los salarios congelados por varios años. Tampoco sabemos superar el individualismo al ver un vecino o familiar con casa o apartamento otorgada por la Misión Vivienda, decimos “pero a mí no me tocó”, o se cobran miles de pensiones con el valor del salario mínimo, pero sin embargo se apoya a los sectores de la derecha que destruyeron la economía de Venezuela en 4 décadas.  

  Estas dudas de los sectores populares son parte de la falta de una conciencia ética, porque son manipulados por la MUD, sobre planes y propuestas que no han desarrollado ni en Miranda, Zulia, Baruta o Petare.  Para ellos allí no hay desarrollo, no hay misiones sociales, no hay barrio adentro o CDI, no hay gestión de gobierno. “No hay peor ciego que el que no quiere ver”, porque con el presidente Hugo Chávez, se abrió una nueva Venezuela, la búsqueda de un nuevo modelo social, pero la falta de compromiso revolucionario y el oportunismo, pueden darle la chance a la derecha de generar el caos, porque solo un pueblo organizado y conciente puede alcanzar una nueva sociedad bolivariana y socialista. 

 

diegojolivera@gmail.com



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Diego Olivera

Periodista. Director de Barómetro Internacional

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