Es incompresible la alharaca de algunos militantes del chavismo en relación a algunas candidaturas del PSUV, pareciera que las premisas básicas que caracterizan a una corriente ideológica revolucionaria: Unidad, Inclusión y Disciplina, son sólo un eslogan. Así lo señala el rechazo de postulaciones de personas provenientes de la farándula, del ámbito deportivo, de PDVSA y de parentescos consanguíneos, entre otros.
Todos los postulados tienen suficientes méritos para asumir responsabilidades de gobierno. Sin embargo, analizando el motivo de la molestia de la militancia PSUV, observo que el principal indicador de la inconformidad, radica en que se sienten burlados, ultrajados y no representados, es decir, perciben que tuvieron poca o ninguna participación en la designación de los candidatos, por los que tendrán que trabajar y sufragar.
Comprenden inclusive la necesidad política de la designación de candidaturas outsider, pero las mismas deben ser la excepción y no la regla. Además, que estas sean por lo menos militantes activos del chavismo, forjados en la lucha social y política. De lo contrario, sienten que no hay garantía de un buen gobierno y menos aún, de la profundización del pensamiento socialista. Consideran intolerable que para unas elecciones locales, recurran a candidaturas ajenas al trabajo social y político.
La militancia se pregunta: ¿Dónde quedaron las postulaciones? ¿Cuál fue el método de selección? ¿Por qué tardaron tanto en nombrar a los postulados?, y en fin, ¿Por qué no se honró la memoria y la orden del presidente Hugo Chávez, vale decir: ¿por qué no se la jugaron con las bases?
En una campaña de esta naturaleza es necesario el reconocimiento de los sufragantes y este se obtiene del trabajo diario. En este tipo de elecciones es muy difícil manipular la percepción del electorado, por estar el candidato, muy cerca de los votantes.
Ante este panorama, comprendo el rechazo de algunas candidaturas del PSUV. Si algo caracteriza a esa militancia es su disciplina a la no sumisión, a la confrontación de las ideas y al centralismo democrático. Si por alguna razón, los “decisores” políticos del PSUV, bypasean algunas de estas premisas, podrían estar poniendo en peligro espacios electorales potencialmente ganadores.
Es necesario que interioricen el crecimiento de la conciencia política del chavismo, que es capaz de inmolarse por el legado de Hugo Chávez y por obedecer el mandato del pueblo.
