El pasado 21 de Noviembre entro en vigencia la nueva Ley de Costos y Precios Justos. Ley que el Ejecutivo Nacional a través de una Ley Habilitante se vio obligado a Decretarla con rango, valor y fuerza, esto debido a que era continua la cartelización del mercado (donde dos o mas empresas que controlan mas del 50% del mercado) se ponen de acuerdo para fijar los precios, donde el poder monopólico o como se le conoce en el mercado, monopsonio, se constituyeron en una practica perversa en la economía venezolana. Todo esto con la finalidad de dominar el mercado ya que solamente ellos establecieron los precios, tanto a los consumidores directos como a aquellos que requieran materia prima para sus pequeñas empresas. Esta subida descarada de precios no respondía a referencias internacionales, ni obedecían a un verdadero estudio y determinación de los costos reales de producción. Es sabido por todos los expertos en economía que la existencia de altos precios en el mercado de insumos y los servicios, trae como consecuencia que la rentabilidad se cae en picada y por supuesto, al no haber rentabilidad, no habrá capacidad para el retorno del capital o para decirlo de otra manera no habrá posibilidad de financiar nuevas inversiones. En este sentido tenemos grandes ejemplos, uno de ellos es en los EEUU ya que la crisis del 2007-2008 se debió a que este grupo de empresarios que comenzaron a utilizaron la ganancia solamente por altos precios y pusieron a que la maquina productora de dólares generara gran cantidad de dólares sin tener correspondencia con la producción de bienes y/o servicios; y al no haber productividad y como consecuencia de ella rentabilidad, la economía norteamericana se desplomo por el efecto de mucho dinero sin respaldo de bienes, eso si dinero que les ha servido para privililegiarse ese grupo de traficantes de la economía transnacional junto a sus seguidores nacionales..
Los abusos especulativos de grandes grupos económicos que ha llevado a la ruina a pequeños y medianos productores, se ven, por lógica elemental, afectados con esta Ley, ya que su margen de acumulación de capital extraído del trabajo de los productores directos, se vera mermado.
No es extraño, que un Lorenzo Mendoza, dueño de la Polar y un candidato al servicio de estos intereses como Pablo Pérez, señalen que están en total desacuerdo con esta Ley, que viene a poner orden en el mercado, ya que la mano invisible de Smith, lo que ha hecho es favorecer a los grandes grupos económicos perjudicando al pueblo venezolano, tanto en el precio como acelerando una supuesta inflación producto de la especulación
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