La revolución atómica bolivariana y socialista

¿Quién dijo miedo al monstruo del norte y sus más de 865 bases militares en el mundo de más de 40 naciones sometidas al yugo yanqui? ¿Quién dijo miedo al estado más latifundista del planeta? ¿Quién dijo miedo al sostén mundial del capitalismo y el nuevo orden mundial? ¿Quién dijo miedo al estado sionista judío y cristiano que pretende soluciones radicales contra naciones estigmatizadas de “forajidas” que “amenazan la estabilidad de la región”, y pasan con su aparato militar-industrial y mediático global a manejar la “idea” preconcebida en los laboratorios de Washington para calificar de “nocivas para la estabilidad del gobierno mundial” cuyo ministerio de la defensa y seguridad lo ejecutan desde el Pentágono y la Casa Blanca para todo el planeta.

Esta dictadura globalizada considera inaceptable que países en desarrollo puedan medio acercarse a la posibilidad del entorno científico nuclear, pacífico y con el principal objetivo de construir seguridad y defensa en el territorio nacional y garantizar a sus compatriotas la estabilidad en materia energética para las futuras generaciones. Además de preparar el terreno para abandonar la energía originada en los hidrocarburos.

El momento en que el comandante y presidente Hugo Chávez decide levantar la bandera de la independencia en materia energética, el gobierno del premio nobel de la paz lanza un grito de reclamo mundial. ¿Quién les reclamó a ellos Inglaterra, Estados Unidos, el apoyo a Israel durante 40 años en materia nuclear tanto así que el estado sionista puede tener más de 200 bombas atómicas y nadie dice nada?

El gobierno mundial que las logias masónicas en Washington del siglo XVIII visualizaron no era otra que la que pudieron levantar en frontispicios y monumentos, calles y avenidas, diseñando sobre el mapa de la ciudad, otro mapa iniciático revelando la arquitectura de ese nuevo orden mundial que entonces sólo era utópico para muchos, hoy es un hecho real y constatable. El mundo se rige bajo las normas que esta dictadura mundial nos impone.

Todos estamos presos en nuestras propias casas. Sometidos y vigilados en todos nuestros movimientos y acciones. Sean electrónicas o físicas. Ellos en su invisibilidad todopoderosa desarrollan un modelo de vida para lo cual utilizaron a los EEUU como imagen. De ahí que la cultura gringa ofrece ese corte de lo efímero y universal al mismo tiempo. Ese juego de uniformar un criterio cultural y meterse por la comida en el corazón y mente humanos ha sido la marca, el sello de ese capitalismo anglosajón que domina al mundo con publicidad. Sólo Nuestra América como contrapeso al monstruo del norte ha salido a la palestra a mostrar sus garras y colmillos, pero también su inteligencia y resistencia hábil.

Tanto así que gracias a nuestros pueblos en armas, pacíficos pero en armas, se ha logrado revitalizar la rebeldía en el mundo occidental idiotizado con el conflicto árabe-israelí en el gofo pérsico. Gracias a los indígenas y campesinos sudamericanos resistiendo al monstruo del Gran Capital ha expandido su grito al obrero y al estudiante, al profesional y al militar, todos sufriendo las consecuencias del neoliberalismo sanguinario del FMI, OMC, BM y otros. Hasta 1989 cuando cae el muro de Berlín la idea de lucha y rebelión se había enterrado en todas partes. Y explotó en el Caribe una ola de manifestaciones emblemáticas que darían al traste al modelo neoliberal en Venezuela y lo pondrían en tela de juicio en todo el continente.

No es posible olvidar los acontecimientos del 2001 en Argentina donde todo un paradigma de estado se vino abajo y decididamente en el sur volvía a vivirse en materia de resurrección de la rebeldía, la lucha, la colectivización de una resistencia contra modelos sanguinarios que pretendían pasar impunes a la historia. Seis presidentes en una semana en un país donde se escuchó por primera vez la frase lapidaria de “que se vayan todos” lastimando los oídos de aquellos que pretenden limitar el poder organizado en comunidades del pueblo que lucha por su emancipación. De la clase social que reclama su lugar en la historia y considera esta su hora.

Cuidado entonces capitalistas del mundo reunidos en los clubs de Roma, Bilderbergs, Bohemians Club, Illuminattis, Skull and Bones, Jason Group, Comisión Trilateral, etc todos dominados por la única idea de dominio y poder absolutos y mundiales. ¿Podrán hacerlo, ya lo hacen, lograrán resistir la resistencia mundial?

Ellos organizados en esferas de poder económico, militar, político y científico desde organismos multilaterales como lo son el FMI, BM, OMC, OCDE, Bancos Centrales, Multinacionales, ONU, OMS, CIA, FBI, Interpol, NSA y las mafias.

Cuidado egresados de Yale y de Harvard que sueñan gobernar este imperio mundial que las masas están levantándose, están despertando de un largo sueño mediático opio del capitalismo.

El poder popular expandirá sus fuerzas y el hombre conocerá la energía de los pueblos que resisten al yugo imperial. Hoy reclaman el derecho al uso pacífico de la energía nuclear.

México, Brasil, Chile, Argentina han dado ese paso ya ¿por qué Obama y su trust pretende trancarnos nuestro proyecto con Ruisa? Los gringos no se imaginan la revolución bolivariana como potencia energética pero lo es, Venezuela camina hacia la meta trazada en los planes socialistas bolivarianos, hacia la plena soberanía en materia energética. Y potencia mundial, quizá la cenicienta en Nuestra América pero así de última como de primera en responderle al imperio donde quiera que se encuentre que contra nosotros tendrán que luchar bien duro para borrarnos del planeta si quieren volver a someter nuestro pueblo y sus riquezas naturales y culturales.

El poder popular quizá está recién organizándose y ocupándose de tareas del poder que ocuparon instancias del estado burgués. Quizá se equivoque y pierda muchas veces la noción y el rumbo, pero velozmente comprende y corrige. Tan veloz que cuando el capitalismo crea que domina a las masas, éstas se levantan y rompen los paradigmas impuestos.

Venezuela bolivariana y socialista tiene muchos errores como estado y como proyecto colectivo, pero lo que nadie puede negar y pasar desapercibido es que desde 1989 vivimos otra Venezuela que no vuelve atrás y al contrario, reimpulsa su andar hacia un futuro de potencia política, económica y social como energética.

Vamos al puerto de nuestra verdadera independencia ofreciendo una alternativa posible a la dictadura mundial, al fascismo cristiano y sionista impostor y corruptor de todo lo que es humano por naturaleza con la idea del infinito consumo.

Quizá todo quede en ironías y en historias, pero cuando todo un pueblo se levanta para exigir derechos, no hay oligarquías que puedan con él. El pensamiento único de la burguesía mundial ha caído al piso. Las redes de información y formación cultural masificadas por el capitalismo no podrán acabar con la resistencia de la mayoría que resiste.

En las sombras pero resiste. Bajo el humo pero resiste. Con hambre pero resiste. Engañados pero resiste. En la guerra y en la paz. Anónimos pero resisten sin cansancio. Es por ellos que escribimos esto y apoyamos la resistencia. La revolución atómica bolivariana y socialista servirá para dar más poder al pueblo y alcanzar soberanía en alimentación, servicios públicos y la industria. Todos los beneficios serán colectivizados y no como en el capitalismo que los mercantiliza todo. El Caribe entero espera una revolución energética con el cambio de Venezuela y la entrada a la era atómica de la tierra de Bolívar. Esto sí preocupa a Washington y Obama refleja esta angustia enun mundo que dejó de ser unipolar. A 21 años de la caída del muro de Berlín y del Caracazo nuestro norte es el sur y seguimos venciendo.

Mforti9@gmail.com


Esta nota ha sido leída aproximadamente 1896 veces.



Mario Forti

Astrólogo, filósofo, músico, tatankisi, escritor, poeta, critico, ddhh, tarotista, taoista, lector, meditación, yoga, sanación, terapias shamánicas integradoras

 mforti9@gmail.com      @mforti9

Visite el perfil de Mario Forti para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: