La arepa es venezolana

Nos cuenta don Francisco Herrera Luque. ¿Sabían ustedes que la arepa es el símbolo más antiguo y característico de la venezolanidad? Vamos a probarlo, dejando para el final las consideraciones que nos merecen las arepas de harina de trigo, y esas micro-arepas puestas de moda con menoscabo y degradación de su dignidad. La arepa es el manjar que al venezolano le gustaría comer a diario.

Es alimento de ricos y pobres, de jóvenes y de viejos, de flacos y de gordos.

A mí me gusta con mantequilla... A mí con nata y chicharrón... ¿Y que les parece la Reina pepeada?

Pero no hay nada mejor que arepa con carne frita...

En Madrid hubo, en tiempos de exilio, un venezolano que salió de abajo por montar una venta de arepas para la colonia venezolana.

La arepa es, salvo la parte norte de Colombia, privativa única de Venezuela. El pan de maíz, aunque se come en toda la América hispana, sólo se come en forma de arepa en nuestro país. Incluso el maíz de México, no sirve para hacer arepas. Es, pues, un maíz especial, que al parecer sólo se da en Venezuela. Puede que varíe la forma de la arepa en las distintas regiones del territorio nacional.

En el centro es redonda, pequeña y gruesa. En los Andes, delgada y del tamaño de un plato. Que la arepa se comerá en Venezuela, a todo lo largo y todo lo ancho del territorio nacional. Contrasta nuestra afición a la arepa, colindante con la adicción, con la reacción sápida que provoca en los extranjeros. Hay por supuesto, excepciones... y disfrutan tanto como nosotros de la suculenta gordita.

Si estamos ahora en plena búsqueda de nuestra identidad nacional, reparemos entonces en este alimento que nos identifica a los venezolanos por su atracción irresistible hacia ella, en tanto que provoca indiferencia más allá de nuestra frontera. No sólo es interesante medir la extensión e intensidad de este aspecto de nuestra cultura.

Como les iba diciendo, no sólo debemos fijar nuestra atención en la importancia que la arepa tiene en la vida de los venezolanos, sino en la antigüedad de esa actitud.

Observen lo que dice el Tirano Aguirre a sus marañones cuando está a punto de sucumbir a las embestidas de los venezolanos: por el amor de Dios les suplico, no permitan que seamos vencidos de esta gente de casabe y arepa... Esto sucedía nada menos que en el año de 1561, a treinta años apenas de haber nacido Venezuela al mundo occidental. La población del país era apenas de 500 vecinos; es decir 2500 personas en total. (Excluyendo por supuesto a los aborígenes)

El Tirano había estado en Margarita, Borburata, Valencia y Barquisimeto... Cuatro regiones distintas de la patria niña...

Y con la sagacidad característica de Aguirre, aunque lo dice en forma despectiva, percibe que la arepa es un rasgo distinto de los venezolanos, hasta el punto de llamarnos, a falta de mejores características (comedores de arepas).

La arepa debe ser de budare... con maíz pilado... Lo otro es tan irrespetuoso como fabricar queso de mano con leche en polvo, como hacen los portugueses. ¡Eso no es queso de mano ni es nada! La arepa merece un monumento... Porque ¿a quién sino a nosotros le interesa la arepa? ¡A nadie!...

Salud Camaradas.

Hasta la Victoria Siempre.

Patria. Socialista o Muerte. ¡Venceremos!

manueltaibo@cantv.net


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Manuel Taibo


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