En un restaurante de Turquía

Buen provecho señor presidente, para usted y su esposa. Los venezolanos patriotas, sabemos lo bien que tiene usted ganado el derecho a comer y alimentarse, en Turquía o en cualquier lugar de la geografía, que le venga a bien, más aún cuando es una invitación personal del famoso chef: Nusret Gökçe, apodado Salt Baea,((VIDEOS) Chef turco difunde fotos y videos de Maduro y Cilia Flores ...) es un cocinero y restaurador turco propietario de Nusr-Et, una cadena turca de steakhouses. Su arte de cocinar y preparar la carne. Posee formación como carnicero y cocinero. Salt Bae en su restaurante de Turquía.

Gökçe nació en Erzurum Turquía, en 1983. Su padre era minero. Debido a los problemas financieros de su familia estaba pasando, abandonó la escuela en el sexto grado y comenzó a trabajar como aprendiz de carnicero en el distrito Kadicoy de Estambul a los trece años y de allí pasó a trabajar en asadores turcos durante más de 10 años. Es de origen kurdo.

Su fama llegó a partir de un video viral, «Ottoman Steak», publicado el 7 de enero de 2017 en la cuenta de twitter de su restaurante. Tras recibir más de 10 millones de reproducciones en Instagram, fue bautizado como «Salt Bae» debido a su forma icónica de rociar o echar la sal dejando que caiga sobre su antebrazo y luego extendiéndola sobre la carne. Destaca por su apariencia con sus gafas de sol redondas, cola de caballo y su barba de bigote perfectamente arreglada

Sería descortés de toda descortesía, según el libro de Urbanidad de Carreño, el desairar esa invitación de su parte señor presidente, quien más que usted se la merece mi presidente. Y a los envidiosos y babosos criticones de siempre, los dejamos con la boca abierta y con las ganas de participar de la invitación del chef Salt Bae. Buen provecho y como dice un refrán, y al mal tiempo buena cara.

Apartemos tanta rabia, tanta soberbia y tanto insulto, el país nación que reclama trabajo, empeño, amor, conciencia, y más patriotismo.

Opositores miserables son estos pericletes que critican cosas tan naturales como es el derecho a comer de un presidente electo y su esposa, más aún cuando son invitados de honor de un chet famoso mundialmente.

Su comida no fue ningún banquete, al contrario algo muy corriente y frugal, carne medio cruda con sal y especias al estilo turco.

Eso no es nada si lo comparamos con las cajas y botellas de whiski del mejor importado y caro, que se sampó una tras otra el ex presidente Lusinchi en Miraflores, a quien luego sacaban calladito como un piltrafa con los pantalones mojados por el buen whisky que destilaba por sus partes pudentas.

Pero de esto nadie se acuerda, nadie dice ni comenta nada, padecen olvido estos criticones de la oposición golpista y magnicida, que ya se querían echar por el pico al segundo presidente chavista

Carece esta oposición rapaz y farisea de verdaderas alternativas, para ofrecerle al pueblo venezolano, no tienen capacidad sino para ofrecerle chismes de verduleras y meretrices, como este de que el presidente comió carne con su esposa la primera combatiente, en un restaurante en Turquía,

Ya no se recuerdan los adecos criticones de los banquetes farisaicos de Carlitos "el Caminante", ni de que las sobras de dichos banquetes se tiraban a la basura, mientras habían venezolanos, niños, mujeres y ancianos que como sucede hoy día en España y en U.S.A. Se buscan el sustento diario y la comida en las sobras de los basureros o sacian su hambre -los que tienen más suerte, en los comedores populares gratuitos de CARITAS en España, o de la PACIFIC MISION en Chicago y otras ciudades de EE.UU.. Eso se lo callan estos miserables periodistas mercenarios y mentirosos de oficio, vendidos al mejor postor y sin conciencia de patria verdadera.

Tanto escándalo mediático de la derecha golpista y magnicida por esto, debería de caerse la cara de vergoña a más de uno de estos vendidos flabistanes o diputados defenestrados y fuera de ley de la A.N. Hoy en desacato, cuando critican que el presidente y su esposa que al igual que Bolívar y sus tropas hicieran en su paso por montañas y llanos, comieron un frugal y sencillo rulo de carne con sal.

Eso fue lo que comió nuestro presidente y su esposa, eso sí, al mejor estilo turco y cocinado por el famosísimo chet Salt Bae.

No hay otra cosa que pensar, más que a esta oposición mediática se los come la envidia y no les pare sus sesos más que esto debido a su falta de sapiencia e intelecto.

No me queda más que desearles ¡BUEN PROVECHO! mi apreciado presidente



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José Juan Requena


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