Es bien sabido que política y ética tienen poco que ver entre sí. Con escasas excepciones ambas se han conjugado magistralmente, como fue la actitud del Comandante eterno Hugo Chávez quien ejerció el poder -no para él sino para su pueblo- desde la política y desde la ética. Ética de la cual carecen todos, absolutamente todos los medios de comunicación privados de Venezuela. Los mismos invaden ilegalmente el campo de la política e igualmente carecen de los conocimientos más elementales para comprenderla y ejercerla por micrófono o por prensa -si eso es lo que se proponen- me refiero al ejercicio de su profesión de los “Periodistas” venezolanos.
Se hace referencia a los caudillos de la comunicación privada en Venezuela debido a que con muchísima frecuencia sus titulares y contenidos siempre están cargados de distorsión, mentiras y manipulación. Tanta aberración dirigida a sus magnánimos lectores, quienes mantienen esas garitas funcionando, es algo cruel. Por ejemplo, el periódico EL UNIVERSAL, CARACAS, lunes 13 de mayo, 2013, titula: “El terrorista Carlos prohíbe a su defensa asistirle en su juicio en París”.
Señores de EL UNIVERSAL ustedes, como periódico palangrista que son, tienen acostumbrados a algunos de sus pocos lectores -ingenuos por no ampliar sus fuentes de información- a descalificar a sus semejantes, a condenarlos sin pruebas y sin ser Jueces, a repetir como lerdos lo que ustedes inventan o repiten de informaciones internacionales de periódicos de la derecha más rancia. Si ustedes, señores del periódico venezolano de la ultraderecha “EL UNIVERSAL”, condenan sin ser Jueces al venezolano Ilich Ramírez tildándole de TERRORISTA debe ser porque poseen las pruebas que el Tribunal de lo criminal en París no pudo nunca encontrar y por lo tanto tuvo que fabricarlas.
“Periodistas” de EL UNIVERSAL no sigan haciendo quedar mal ante los ojos del mundo a ese Tribunal francés y entréguenle al mismo las tan anheladas pruebas, de la misma manera como la justicia venezolana le entregó al gobierno francés a un confeso y verdadero terrorista como lo es el ciudadano francés Frederic Laurent Bouquet, quien confesó que “…vino a Venezuela a cumplir la orden de el presidente francés Nicolás Sarkozy de asesinar a su homólogo venezolano Hugo Chávez”, eso por un lado.
Por otro lado, en su amarillista titular con letras muy grandes, en negrilla intensa y cargado de palangre afirman que el compatriota Ilich Ramírez “…prohíbe a su defensa asistirle en su juicio en París”. Información deliberadamente falsa lanzada al aire por ustedes, “Periodistas”. Dicho titular lleva la intención de respaldo moral al Tribunal francés, quien condena de manera reiterativa a Ilich Ramírez sin pruebas. En vista de que la mentira de su titular se caía por su propio peso se vieron en la necesidad de exponer, mediocremente, en su contenido la triste realidad que vive un venezolano privado de su libertad y de todos sus derechos en una cárcel de Francia: EL COMPATRIOTA ILICH RAMÍREZ NO TIENE DINERO PARA PAGAR SU DEFENSA EN JUICIO EN PARÍS. Este ha debido ser el titular del periódico de la ultraderecha venezolana “EL UNIVERSAL”. Cualquier mortal, medianamente lector de su pasquín, se los hubiese agradecido.
Tanta insensibilidad para con un compatriota -por parte de los medios de comunicación privados quienes se han dado a la histórica tarea de satanizar a Ilich Ramírez -han dado soporte para que sus tristemente comentaristas a pie de página de ese pasquín escriban, con sus correspondientes seudónimos porque no se atreven a identificarse, expresiones tan irracionales que los identifican y asemejan a las bestias.
Señores del periódico EL UNIVERSAL y sus derivados, si la razón política proporciona sustento para emitir juicio sin valoración y creer que, al apoyar a los verdaderos verdugos de los seres que luchan por causas justas y condenarlos sin pruebas, también van a lograr su asesinato moral se equivocan y lo seguirán haciendo, lamentablemente por ustedes.
Al poner frente a un espejo sólo a dos de los tantos Césares que han gobernado a los EEUU: Bush y Obama, junto a Ilich Ramírez -y partiendo de la SENCILLA, MEDIOCRE Y DE CORTO ALCANCE TESIS que ustedes como lerdos repiten y manejan -verán el rebote, en el espejo del Imperio, de los millones de asesinatos de niños, mujeres embarazadas, ancianos, discapacitados y demás mujeres y hombres inocentes que han muerto en manos de ambos verdugos.
Todo eso sin mencionar las aberraciones y maltratos a los condenados sin pruebas en la cárcel de Guantánamo, esos si son unos verdugos. Sus verdugos, a quienes ustedes idolatran. Muchos de ustedes tienen facciones árabes y de haber estado en ese Imperio al que ustedes anhelan vivir –para lavar carros o platos porque de gerentes o directores jamás- en el momento y sitio equivocado también estuvieran recluidos en Guantánamo. Sólo por sus facciones, pecado capital, están pagando condena.
Es tristemente evidente que para ustedes esos asesinatos son buenos porque provienen del poderoso y por lo tanto se justifican.- ¡Valían la pena!, dirán. Pero, si sus madres en lugar de otras hubiesen estado allí… si a sus familiares no les permitieran ser libres estando en sus propias tierras, si les arrebataran la soberanía y los maltrataran… ¿También habría valido la pena? ¡Háganse la pregunta! Y, algún día, si investigan diferentes fuentes y ahondan en sus lecturas en relación con el caso de Ilich Ramírez… el color del cristal con el que miran… cambiará.
Por otra parte, si el que asesina es el revolucionario o rebelde que se opone al la autoridad reinante por considerarla -con base y pruebas- asesina, violadora de los derechos humanos de sus semejantes, avasalladora y en consecuencia el objetivo único de ese rebelde es salvar al pueblo, en este caso al de Palestina, del flagelo de gobiernos mal ejercidos que irrespetan la soberanía y la autodeterminación de un pueblo a ser libre. En ese caso… ¿El asesinato es malo o bueno?
Vamos a ver si logro acercarme un poco a la realidad. Si el asesinato no se inscribe en el marco de la lucha por el poder, si no se inscribe en el marco de la lucha por el saqueo de las riquezas naturales de un pueblo, si no se inscribe en el marco de la lucha por el robo de la cuantiosa suma de dinero en reservas internacionales, como fue el caso de la invasión y asesinato de la población de Libia y de su Presidente. Sino al contrario, el mismo está inscrito en las causas más loables y justas de la humanidad como lo es la lucha por el derecho a vivir en paz, la lucha por el derecho a la igualdad de oportunidades en igualdad de condiciones, la lucha por el derecho a ser respetado tanto como persona como habitante de un pueblo junto a su tierra con derecho a ella para el beneficio común. En ese mismo orden de ideas se restituye la pregunta… ¿El asesinato es malo o bueno?
Alguien pudiera argumentar de uno y de otro lado: -Si, fracasaron los políticos y otros argumentarían: -Si, fracasaron las civilizaciones. Resulta terrible tener que mantener el equilibrio de esa manera pero la dualidad entre el ángel y el demonio es inevitable. ESO ES LO QUE HAY… Y, SIEMPRE HABRÁ. Por lo tanto, inclinémonos por ser ángeles y no demonios.
¡Viva Chávez, carajo!
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