26 de noviembre de 2025.- Denis Ospino, jubilada del sector petrolero y participante del CAIT. Como precandidata a la asamblea constituyente de trabajadores en representación de los jubilados de PDVSA, nos brindó valiosas perspectivas sobre los diversos puntos de reflexión derivadas de la convocatoria gubernamental, un debate que, sin duda, permea todos los niveles de la sociedad. abordan aspectos cruciales como el marco de relaciones laborales establecido por la Constitución Bolivariana y el modelo económico óptimo para afrontar la coyuntura económica actual.
¿De qué manera se ha percibido la iniciativa de impulsar la Constituyente Obrera desde el del Ejecutivo Nacional?
El 23 de octubre, el presidente Nicolás Maduro lanzó una iniciativa destinada a promover un debate nacional que sea inclusivo, participativo y democrático. Este esfuerzo tiene como objetivo proporcionar a los trabajadores los espacios políticos necesarios para debatir las siete Grandes Transformaciones del programa de la patria, con la intención de implementarlas hasta 2030. Ejes que comprenden áreas clave como lo político, social, económico, defensa, seguridad, soberanía e independencia, así como ecología y geopolítica.
En los últimos años, las sanciones y el bloqueo económico han tenido un impacto significativo en la vida de los trabajadores, y el presidente es consciente de esta realidad. Sin embargo, no solo las sanciones han afectado a la clase trabajadora; las políticas económicas implementadas para hacer frente a estas adversidades también han perjudicado al pueblo trabajador. Esta situación es igualmente reconocida por el presidente.
Se han destinado importantes cantidades de divisas y recursos del estado en mayor medida al sector empresarial, mientras que los ingresos de los trabajadores y las pensiones han recibido bonificaciones.
La transformación política debe ser la prioridad, ya que es esencial y urgente fomentar la participación activa de la clase trabajadora. Es fundamental que las bases cuenten con voz y voto para defender sus intereses ante poderosos sectores económicos, así como para implementar políticas que permitan a los grupos más vulnerables recuperar su bienestar social. No se puede hablar de bienestar social sin considerar el poder adquisitivo de los trabajadores y pensionados. Esto implica que el gobierno venezolano ha desarrollado estrategias que dependen en gran medida de la dinámica de fuerzas en la lucha por la renta petrolera. A pesar de que la industria petrolera ha sufrido severamente por las sanciones, sigue siendo una fuente de rentabilidad.
Se brinda apoyo a los empresarios para facilitar importaciones masivas de bienes y se abre el mercado a la inversión extranjera mediante asociaciones mixtas y Zonas Económicas Especiales. Sin embargo, esto se logra a costa de reducir los costos laborales, lo que se traduce en salarios bajos, pérdida de beneficios y la criminalización de las luchas obreras que solo buscan mejoras salariales. A pesar de las demandas de los trabajadores, que llevan casi una década siendo ignoradas, el sector empresarial ha prosperado, evidenciado en el crecimiento de grandes bodegones, cadenas farmacéuticas, clínicas privadas y pólizas de atención médica que son pagadas por los trabajadores en lugar de ser cubiertas por el estado.
Ignorar la posibilidad de que el tema salarial, establecido en la Constitución y la LOTTT, no sea abordado en una Constituyente Obrera sería un grave error político por parte del gobierno. Si realmente busca ser inclusivo, democrático y participativo, es fundamental que inicie un debate y reformule propuestas que provengan de los trabajadores. El bienestar social abarca no solo el derecho al trabajo y un salario mínimo digno, sino también el acceso a la salud, la seguridad social, la recreación y las pensiones.
No se puede concebir que, para llegar a fin de mes, solo por hablar de alimentos, sea necesario recurrir a créditos o cupones como el caschea. Esto sugiere que los créditos, y no el salario, son lo que realmente sostiene la vida de los trabajadores y pensionados.
¿Qué piensan los trabajadores sobre la Constituyente Obrera?
He tenido la oportunidad, junto a mis compañeros del Comité Autónomo e Independiente de Trabajadores(as) (CAIT), de no solo promover, sino también participar en diversas asambleas donde se siente un ambiente de Creer o No.
Esta iniciativa ha movilizado al andamiaje sindical, ya que en cuestión de semanas debemos elegir a los voceros que representarán a los trabajadores en la Constituyente Obrera. La participación de las bases dependerá de su organización y de la presión social que ejerzamos para evitar que el burocratismo y el poder constituido —funcionarios, ministros, operadores políticos con intereses propios— impongan a los representantes. Es fundamental que los voceros surjan de las bases y que todos tengan el mismo derecho a expresar lo que se discuta en las asambleas, con el fin de proteger los derechos y beneficios de la clase trabajadora.
El sindicalismo, en sus diversas estructuras, debe representar un modelo sindical pluralista, reconociendo que los sindicatos tienen la función de proteger los derechos de los trabajadores y que, conforme a lo que establece la CRBV, la defensa de la soberanía forma parte de sus competencias.
Estamos ante una nueva escalada de la agresión imperialista de Estados Unidos contra nuestra nación, que ha movilizado una gran cantidad de fuerzas militares en el Caribe Sur, algo que no se había visto en décadas y cuyo objetivo principal es Venezuela. Este patrón se repite en toda América Latina, caracterizado por la manipulación mediática, el uso del *lawfare * y presiones financieras, junto con detenciones, reclusiones y deportaciones masivas de millones de trabajadores migrantes. Desde nuestra perspectiva, más allá de las diferencias que podamos tener con el gobierno, es fundamental que los trabajadores y sindicalistas estemos en la primera línea de defensa de nuestra soberanía, al mismo tiempo que luchamos por nuestras reivindicaciones e intereses de clase.
El presidente ha expresado en sus discursos la necesidad de contar con una central que se ajuste a las transformaciones que ha experimentado el mundo laboral, adaptándose a la nueva era industrial. Sin embargo, esto implica la realización de reformas, que podrían abarcar desde la Ley Orgánica del Trabajo, (LOTTT) hasta modificaciones en la Constitución. Es fundamental que se implementen cambios progresivos que reconozcan el trabajo de millones de trabajadores.
Es fundamental incluir en el debate la creación de un fondo de pensiones que garantice a millones de jubilados la posibilidad de vivir con dignidad en su vejez, tras haber dedicado tantos años al trabajo. Es necesario discutir las diversas fuentes que podrían nutrir el Fondo Nacional de Pensiones.
Es fundamental que surjan nuevas direcciones que requieran una organización e independencia por parte de la clase trabajadora; de lo contrario, se corre el riesgo de sofocar el surgimiento de un espacio político destinado a la construcción y no a la competencia, donde algunos se perpetúan en las mismas posiciones y curules.
En el contexto de las Transformaciones, si se contemplan reformas constitucionales, estas deben preservar su esencia y principios, garantizando la progresividad en derechos laborales y sociales, así como la intangibilidad de los mismos.
¿Cuál es tu opinión sobre el plan económico de las 7 Grandes Transformaciones?
Primero que todos debo dejar claro: Un plan económico refleja a quién sirve un gobierno, ya que sus políticas, como la distribución del ingreso y la asignación de recursos, indican qué grupos sociales son prioritarios. Por ejemplo, un gobierno que se enfoca en la redistribución de la riqueza busca beneficiar a las personas de bajos ingresos, mientras que uno que prioriza la desregulación y la atracción de inversiones tiende a favorecer a los sectores empresariales.
Si algo debe revisarse es el modelo económico y tendríamos que empezar por fortalecer las empresas del Estado, hacerlas más rentables, transparente. construir un nuevo modelo de gestión que, de cuentas a los trabajadores de los presupuestos de inversiones y costos, en qué fueron utilizados, las auditorías en caliente por parte de los órganos con competencias, la Contraloría también debe ser Obrerista.
El sistema cambiario debe transformarse porque la imposición del dólar en nuestra economía interna es parte de esta guerra híbrida imperial del capitalismo. Es importante considerar también la manera en que se distribuyen los dólares a los empresarios. La Educación y Formación para las ciencias y tecnologías debe ser parte de las Transformaciones desde las escuelas primarias, pasando por la educación media hasta la Universitaria debe fomentar y adecuar su sistema académico amarrado al desarrollo del motor industrial nacional e internacional
Fortalecer el mercado interno implica implementar políticas gubernamentales que promuevan la sustitución de importaciones y el desarrollo de la producción nacional, junto con estrategias empresariales que incentiven la competitividad y la innovación.
Es fundamental aumentar el poder adquisitivo de los salarios y fomentar un consumo interno robusto, lo que se logra mediante el apoyo a la producción local y la creación de empleos dignos. Este enfoque genera un ciclo positivo de crecimiento económico y mejora la calidad de vida de la población.
Hemos sostenido que es necesario aumentar la carga fiscal en Venezuela. La tributación sobre el sector no petrolero es de las más bajas, no solo en América Latina, sino a nivel mundial. Creemos que mantener esta situación contribuye a la inestabilidad de la economía venezolana, limita nuestro crecimiento económico al potencial y genera desigualdad e injusticia.
La corrupción ha sido un problema grave en nuestra nación, afectando diversos sectores y provocando la malversación de miles de millones de dólares. Creemos que es fundamental que la sociedad en su conjunto tome acción. Por ello, además de los mecanismos ya existentes, proponemos la implementación de la veeduría ciudadana es un mecanismo democrático de control social para que los ciudadanos vigilen la gestión pública de autoridades y entidades, incluyendo la ejecución de proyectos, el uso de recursos públicos y la toma de decisiones. Su objetivo es garantizar la transparencia, eficiencia y el correcto uso de los fondos públicos, fomentando la participación ciudadana y previniendo la corrupción.
El gobierno impulsa la política de emprendimiento. ¿Cuál es tu opinión al respecto?
Si decides vender ponquesitos elaborados en tu propia cocina utilizando tus recetas, esto puede considerarse un emprendimiento que te permite generar ingresos adicionales. Sin embargo, si contratas a diez trabajadoras para producir esos ponquesitos y obtienes ganancias significativas, entonces estás creando una empresa. Los emprendedores se evalúan por el capital que logran acumular para crecer y convertirse en pequeños empresarios, aunque son fundamentales pertenecen más al sector empresarial que al laboral, ya que su enfoque es más bien capitalista.
La relación entre la categoría social de emprendedores y el movimiento sindical puede ser compleja y tensa, dado que ambos tienen visiones distintas sobre la organización laboral y la generación de beneficios. Los sindicatos se centran en salvaguardar los derechos de los trabajadores a través de la negociación colectiva, mientras que el emprendimiento se presenta como una vía para lograr autonomía personal y generar riqueza. No obstante, esta búsqueda de independencia también puede resultar en condiciones laborales precarias, algo que los sindicatos combatimos.
En relación con las nuevas modalidades laborales, el teletrabajo, el trabajo híbrido y la economía de plataformas (como los repartidores o los trabajadores en línea), consideramos que es crucial que la constituyente obrera se ocupe de la organización de este sector; los sindicatos deben buscar formas de atraer a los trabajadores de estas plataformas. Es fundamental reconocer a estos trabajadores como empleados y demandar a los operadores de las plataformas que ofrezcan condiciones laborales en el marco LOTT.
¿Cuál es el llamado a los trabajadores sobre la Constituyente Obrera?
Las contradicciones nos rodean en este momento, ya que dentro del gobierno hay una fuerte corriente representada por ministros y gerentes de empresas públicas que consideran a las organizaciones sindicales como un obstáculo. Estos actores han bloqueado, amenazado y prohibido la realización de elecciones para voceros de la constituyente. Lo más alarmante es la postura de un sector que busca ante la crisis y fragmentación del movimiento sindical diluir el sindicalismo en el movimiento social.
Otra cosa muy distinta del sindicalismo que va más allá de lo laboral para integrar la lucha por los derechos de grupos como migrantes, trabajadoras domésticas, jóvenes precarizados, el medio ambiente o por un servicio público de calidad. La lucha de los pensionistas es una necesidad de articulación entre sindicalismo y movimientos sociales.
Pero no podemos abandonar los espacios de lucha de clases, por muy difíciles y estrechos que sean. No participar es y será un error político que pasa factura y ahora no hay con qué pagarla. Pero estamos seguros que solo la Organización y movilización independiente en estos espacios políticos harán posible tejer un debate que realmente coloquen en el tablero político nacional e internacional a los trabajadores.