Vigencia de los sindicatos como organización de los trabajadores para la formación y la toma del poder

Recientemente, hemos escuchado declaraciones de algunos funcionarios de este gobierno, que han querido mal interpretar algunas ideas sueltas del Presidente sobre las organizaciones sindicales y en especial a la central, por cuanto ella; léase Union Nacional de Tarbajadores (UNT), no ha respondido a las alturas de los compromisos que tienen con los trabajadores, con el proceso mismo y con la coyuntura actual y según apuntan en el sentido de eliminar todos los sindicatos.

Es necesario aclarar que el Presidente acierta en el juicio sobre la postración de la organización sindical, desde el punto de vista estratégico del desrrollo de proceso de cambio, pero no así estos funcionarios que la interpretan desde el punto de vista tactico, porque, sus apreciaciones podrían pensarse, que se derivan de una política de carácter fascista, todavía no hay otra forma de organización de los trabajadores y al dejarlos en el desamparo la arremetida no se haría esperar de esos mismos funcionarios que en su carácter de patrón ejecutan políticas de flexibilización laboral evadiendo el caracter socialista, revolucionario y clasista que nunca han tenido, con igual eficacia y comportamiento como lo hicieron en las administraciones gubernamentales del pasado reciente. Ejemplo claro lo tenemos acá en el estado Lara, en donde se continua con políticas neoliberales de fundaciones estadales que contratan en forma individual con trabajadores por debajo del salario mínimo, se les niega su sindicalización, no los ampara el contrato estadal porque un Ingeniero muy conocido en la región negoció con las federaciones de la CTV su no inclusión. Igual pasa con los Educadores y Educadoras de las Escuelas Bolivarianas dependiente del Ministerio de Educación, donde por orden de un Coordinador religioso él, maltratador de educadoras y lobista de la jefa de Zona ante el nuevo Ministro, tienen prohibido reunirse con el Sindicato revolucionario porque representa una expectativa de lucha y organización, ante la intimidación y los atropellos.

En la Asamblea Nacional, algunos desconociendo el carácter progresivo de las leyes han propuesto en la nueva ley de pensiones y jubilaciones para los trabajadores del sector publico, un aumento de años de servicio para gozar de la Jubilación y darle además una relación de incompatibilidad con las Pensiones de Seguro Social, cuando aun no han desarrollados los demás subsistemas de la ley Marco. A raiz de todos estos casos, se justifica plenamente la existencia de sindicatos revolucionarios, no con los dirigentes reposeros de las centrales vieja y nueva, empresarios ellos y otros expertos de descuentos inconsultos.

Por ello, debemos estar concientes que es necesario revisar las estructuras sindicales a raíz de los eventos que se originan en el proceso mismo, en la praxis, investigar en la historia de la clase trabajadora mundial, comparar con la teoría revolucionaria de los pensadores marxistas, y en la dialéctica propia, construir nuevas propuesta organizativas de los trabajadores y de la sociedad, para continuar en la lucha contra los tecnócratas, aprovechadores y oportunistas, pero no crear un vació que pudiera ser llenado por las entelequias del pasado (CTV). Lo que debe privar en este caso, si nos consideramos revolucionarios, es la revisión y la autocrítica de toda la dirigencia sindical por cuanto no hemos respondido con inteligencia, con acierto y humildad a los nuevos desafíos y es justo también examinar las deficiencias en formación política. Los trabajadores Venezolanos hemos desarrollado a lo largo de la Historia, una trayectoria de lucha y de sacrificios produciendo las riquezas (las mismas con la cual se han enriquecidos las viejas y nuevas oligarquías), peleando nuestros derechos laborales y solo por qué una cuerda de traidores del movimiento popular de los trabajadores enquistados en la vieja entelequia, siempre se vendieron al mejor postor y los nuevos saltadores del momento oportuno, en la nueva central de trabajadores que nunca van a trabajar en la unidad o por elecciones libres y democráticas, ahora se pretenda desconocer los logros alcanzados, es simplemente un error y tropezar con la misma piedra.

Es tiempo de la organización por las bases de los trabajadores en la central Union Nacional de Trabajadores (UNT).


Delfín Amaro es profesor y se desempeña como presidente de Sinafum Lara (sinafumlara@gmail.com)



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Delfín Amaro


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