1. Nuevamente la derecha golpista, con el apoyo de los medios de comunicación privados y la anuencia del imperialismo y sus gobiernos lacayos en todo el mundo, llevan a cabo güarimbas y acciones desestabilizadoras en su afán de liquidar el proceso revolucionario en Venezuela, con el argumento hipócrita de defender la libertad de expresión.
2. Radio Caracas Televisión junto a Globovisión, Venevisión, Televen y los demás medios radiales e impresos, jugaron un nefasto papel encabezando las acciones golpistas contra el pueblo y los trabajadores venezolanos, tanto en el golpe de abril de 2002 como durante el paro-sabotaje a PDVSA. No renovarle la concesión a RCTV es un triunfo de la lucha de los trabajadores y el pueblo contra los medios golpistas, y es una medida que debería extenderse a todos los canales de TV, emisoras radiales y la gran prensa escrita que atentaron contra el pueblo en los días del golpe y del paro patronal, para que además, pasen al control de sus trabajadores y las comunidades organizadas.
3. Por otra parte, al pueblo venezolano no se le ha olvidado que fue Gustavo Cisneros, dueño de Venevisión, el jefe de la conspiración y de las acciones criminales mediante las cuales la burguesía y el imperialismo intentaron aplastar la revolución venezolana, por ello rechaza que se le haya renovado la concesión a este canal golpista. Con este tipo de política no se “neutraliza” a enemigos de clase declarados como es el caso del golpista Grupo Cisneros, por el contrario, esto sólo sirve para fortalecerlos política y económicamente, para que tarde o temprano vuelvan a arremeter contra los trabajadores y el pueblo.
4. Las manifestaciones violentas de sectores estudiantiles, que actualmente se llevan a cabo en distintas zonas del país, particularmente en urbanizaciones de la clase media alta, son parte de un plan orquestado por la burguesía, sus partidos y los medios de comunicación, para tratar de crear el escenario propicio para eventualmente generar alguna asonada golpista. Llamamos a los estudiantes progresistas y críticos a rechazar estas acciones e iniciar un proceso de lucha en defensa de sus intereses, por la democratización de las universidades, por el ingreso irrestricto a las instituciones de educación superior, por más becas y mejores servicios estudiantiles, así como acompañar las luchas obreras y populares que se desarrollan.
5. Después de todo lo sucedido en el país, resulta increíble que la burguesía y sus medios de comunicación tengan la capacidad para lanzar nuevas acciones desestabilizadoras. Estas acciones que ahora realizan sólo son posibles debido a la impunidad que sigue reinando en el país, la cual les permite a los golpistas civiles y militares, mantenerse libres y campantes, mientras hacen pingües negocios aprovechando la bonanza económica.
6. La extrema lenidad con la que se les ha tratado le ha permitido a la burguesía, a sus partidos y a los medios de comunicación, recuperar parte de la fuerza que habían perdido. Los alcaldes golpistas, como Leopoldo López, siguen libres e incitando a la rebelión; los canales de televisión, que debieron ser expropiados en los días del golpe o del paro-sabotaje, exhortan a los militares a “pronunciarse”; gobernadores como Manuel Rosales, que firmó el decreto de Carmona, en lugar de estar preso, aparece en radio y televisión apoyando las güarimbas; Globovisión, en lugar de haber sido expropiada y estar en manos de sus trabajadores y el pueblo, continúa envenenando a los televidentes y llama al magnicidio.
7. Mientras los terratenientes, los ganaderos e industriales que acaparan y desabastecen de alimentos a la población, los mismos que orquestaron el golpe y el paro patronal, sigan controlando las principales empresas y redes de distribución de productos; mientras los políticos y militares golpistas estén libres y ejerciendo cargos públicos; mientras que la oligarquía mediática siga mintiendo y manipulando a la población con sus mensajes subliminales y a veces no tan subliminales, mientras no se les expropien los medios de comunicación, la revolución venezolana estará en un serio peligro, y una espada de Damocles penderá sobre la cabeza de los trabajadores y el pueblo.
8. Sectores gubernamentales llaman a la paz, pero esto será imposible mientras no avancemos efectiva y realmente al socialismo, expropiando a los bancos y creando un sistema financiero unificado que ponga al servicio del pueblo y los trabajadores todos los recursos provenientes de la renta petrolera. No podrá haber paz mientras no se nacionalice y se entregue a los trabajadores empresas como Sidor, Sanitarios Maracay, y las industrias de los sectores estratégicos de la economía. Mientras las transnacionales sigan explotando nuestros recursos gasíferos y petroleros, como en la Faja del Orinoco mediante las llamadas “empresas mixtas”. No podrá haber paz mientras no se expropie a los terratenientes y se entreguen las tierras a los campesinos pobres. No puede haber paz mientras la burocracia gubernamental siga violando los derechos de los trabajadores, cuestione la libertad sindical, desconozca el derecho a la contratación colectiva, mientras se enriquece y se coloca del lado de los patronos.
9. Desde el PRS respaldamos el planteamiento hecho por los camaradas Orlando Chirino y Stalin Pérez Borges, coordinadores nacionales de la UNT, de exhortar a los trabajadores a tomar las empresas y garantizar la producción, si los empresarios intentan nuevamente promover una paralización de las labores. Igualmente, llamamos a las organizaciones comunitarias, campesinas y estudiantiles a movilizarse en todas las regiones en defensa del proceso revolucionario, respaldando la no renovación de la concesión a RCTV, así como por que esta medida se extienda a todos los medios de comunicación golpistas.
COMITÉ NACIONAL IMPULSOR DEL PRS
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