Jubilados podemos salvar a Pdvsa

"Hemos dejado de ser una colonia petrolera, comenzamos a cumplir el deseo del eminente venezolano Arturo Uslar Pietri: "Hay que sembrar el petróleo"".

Hugo Rafael Chávez Frías

Uno de los temas que actualmente han recobrado relevancia sobre todo luego del reciente viaje del Presidente Nicolás Maduro a la China es el relacionado con la producción petrolera y por eso se habla de un incremento de un millón de barriles diarios para los próximos meses.

El asunto es que a pesar de insistir el Gobierno revolucionario - desde la llegada del Comandante Chávez – en una posible liberación de la dependencia petrolera, nuestro país ocupa el primer lugar en el mundo en reservas probadas del oro negro con más de 300 mil millones de barriles certificados bajo el subsuelo de la Faja Petrolífera del Orinoco.

Desde la explotación petrolera en Venezuela - con más de un siglo de producción en manos de la industria norteamericana - quien vio crecer a las trasnacionales a manos llenas desde los gobiernos cipayos de Juan Vicente Gómez hasta los de la IV República, con su nacionalización chucuta, vaciaron los yacimientos en el Lago de Maracaibo y en el Oriente del país, hoy la historia se repite.

Desde luego que los tiempos han cambiado y con ellos la política petrolera de la cual ha dependido nuestra economía como un cordón umbilical, al cual seguimos atados al paso de los años por ser un marcador no sólo de los ingresos sino como un detonante de la geopolítica mundial y de los imperios, quienes subsisten gracias a esta riqueza que mueve sus economías.

Hoy el juego geopolítico y económico nos traslada a la nueva potencia mundial del lejano oriente, a la milenaria China, país que aparece como tabla de salvación luego de estar amenazados por el imperio norteamericano, quien siempre nos vio cómo su patio trasero.

Luego de varios intentos de socavar la estabilidad política con intentos de golpe de Estado y magnicidios, hasta llegar incluso a un paro petrolero (2001-2002-2003), la economía venezolana resurgió como un ave de fénix y recobró la producción petrolera de las garras de los serviles del imperio y del andamiaje que entregaba nuestra riqueza a precios viles y a granel a las trasnacionales petroleras.

Actualmente a consecuencia de la guerra económica y de los desaciertos de quienes montaron una plataforma política a la sombra del Presidente Chávez con aspiraciones presidenciales (la Pdvsa roja rojita), la industria ha visto mermar la producción y las inversiones en los procesos de perforación, producción, refinación, comercio y suministro que hoy reclaman una recuperación urgente.

Muy a pesar de mantener la industria petrolera patrones de las viejas trasnacionales, quienes buscaban vender a Pdvsa al mejor postor y a precio de gallina flaca, el Gobierno revolucionario del Presidente Nicolás Maduro trata de rescatar su equilibrio y amarra nuevas líneas económicas basadas en un nuevo modelo no dependiente y orientado a recuperar el motor petrolero, como uno de los pilares fundamentales de una nueva economía.

Ante este panorama aparece China como un nuevo protagonista y un aliado estratégico que se ubica como la nueva potencia mundial y con una mirada futurista y estratégica. A ella acudió el Comandante Hugo Chávez para abrir las puertas y lograr una alianza a futuro la cual se pierde de vista dentro del tablero geopolítico en una relación "ganar ganar", basada en el negocio petrolero que ya no mira sólo al norte sino al lejano medio oriente representado por la nueva China.

En el marco de esta coyuntura es bueno recordar al Presidente Nicolás Maduro y alto Gobierno que la industria petrolera, a pesar de buscar muchos recursos económicos y financiaros que garanticen su éxito, este no se logrará si no va acompañado del recurso humano.

Los antecedentes demuestran al Estado venezolano y a la industria petrolera que el rol más importante y estelar lo ocupan sus trabajadores y en especial los jubilados, quienes logramos la recuperación de la industria cuando el paro petrolero.

Pdvsa - la principal industria del país - formó a través de los años un valioso recurso humano, el cual en su mayoría está hoy representado por los jubilados petroleros.

La mayoría somos profesionales del petróleo en todas las especialidades; algunos se han marchado al exterior y otros que estamos en el país, podríamos seguir siendo útiles a la industria petrolera y acudir con un solo llamado a trabajar de nuevo por representar un valioso aporte para alcanzar la recuperación de la producción petrolera.

El Estado venezolano y el Gobierno revolucionario puede instrumentar un Plan de "Vuelta a la Patria petrolero", no sólo en el campo internacional sino a lo interno de nuestro país, para aprovechar toda la experiencia y capacitación que la propia industria sembró en muchos venezolanos quienes todavía estamos en una vida productiva.

El Presidente Nicolás Maduro debería volver sus ojos sobre este valioso recurso, quien no sólo ha sido maltratado en sus conquistas salariales y en el arrebato del Fondo de Pensiones por Pdvsa, sino que se le debe un justo reconocimiento por los años de servicio al Estado y a la primera industria del país.

Los que transitamos actualmente por los comedores de la industria petrolera (Pdvsa en todo el país) para poder comer carne y pollo en el almuerzo, observamos como existe un valioso recurso que muy bien podría sumarse al batallón necesario de la industria, para incrementar el millón de barriles de petróleo que reclama el país y para poder así elevar los volúmenes de producción e incrementar la exportación del oro negro hacia la China y a otros países del mundo.

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La mezquindad y la ceguera no pueden seguir siendo el patrón para medir, desperdiciar y despreciar el potencial y el talento que existe y puede servir por muchos años más a la industria petrolera venezolana, al igual que los jóvenes profesionales que han emigrado al exterior.

La nueva dirigencia de la industria (que no sabe nada de petróleo) debe dejar de mirarse el ombligo y buscar no sólo aliados estratégicos del capital mundial como China, sino mirar hacia dentro y rescatar mucho del talento que se formó en la misma industria y que hoy podría salvar a Pdvsa.

Ha llegado la hora de que busquemos alternativas y soluciones probadas, como es el caso del colectivo de jubilados de la industria petrolera y petroquímica agrupados en AJIP.

Pdvsa además de tender la mano y buscar mejoras a nuestra calidad de vida con en el rescate del Fondo de Pensiones (conversión en petros) debería apoyar a los jubilados petroleros, expertos en diversas especialidades y con experiencia comprobada, para que podamos ser útiles en el necesario incremento de la producción que reclama el Estado venezolano y la industria petrolera nacional...¡Ya es hora!

¡Amanecerá y Veremos!



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Marco Tulio Arellano

Jubilado en Pdvsa

 arellanomt@hotmail.com      @Homugria

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